𝐌𝐢 𝐏𝐫𝐞𝐫𝐢𝐨𝐝𝐚𝐝 𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐓𝐮

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Pov Mateo

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Pov Mateo

Verla así de frágil e indefensa me partía el alma, mi bebé se encontraba débil y con las defensas bajas por todo lo que ha tenido que pasar a lo largo de todo éste tiempo. Me daba una rabia al ver que su padre, quien debería velar por su bienestar, no la cuidó como era su obligación hacer y sólo la hizo pasar sufrimientos con sus constantes maltratos.

Mi bebé, se veía tan linda dormida e incluso con su cabello despeinado lucia hermosa. Suavemente acaricié su mejilla con cuidado de no despertarla, la temperatura ha bajado, ya casi no tiene fiebre.

He descubierto que mi nuevo pasatiempo favorito es verla dormir, era fascinante, me encantaba como arrugaba su nariz y murmuraba cosas de la nada.

Todo en ella es dulce y delicado.

Desearía que se quedara a mi lado para siempre. La semana que acordamos está llegando a su fin, lo que significa que ella tendrá que tomar la decisión de regresar con su padre o quedarse conmigo.

Por mucho que deseara mantenerla a mi lado para protegerla y darle todo lo que se merece tenía que respetar si su decisión era irse, aunque eso signifique  quedarme solo. Porque primero está ella, no hay nada más importante para mi en este podrido mundo que Melody, por ella haría cualquier cosa, no dejaré que le toquen ni siquiera un mechón de  cabello y el que se atreva a tan siquiera mirarla lo mataré con mis propias manos.

Solo quiero que mi bebé esté bien, quiero que pueda vivir sin preocupaciones, quiero hacer hasta lo imposible para que nada ni nadie la lastime.

Desde el día que la conocí y vi su lindo rostro lleno de lágrimas supe que debía protegerla, que tenía que ser mía, pero a pesar de todo nunca la obligaría a nada que ella no quiera.

Jamás sería capaz de obligarla con algo que no desee hacer.

Mi preciosa Melody, deseo tanto poder hacerte feliz, poder verte sonreír sin ningún tipo de preocupación, deseo que todo lo malo que has vivido quede en el pasado y que puedas construir un futuro a mi lado sin ver hacia atrás.

Sólo tú y yo....

Melody...


Pov Melody

Siento un fuerte dolor que me obliga a despertar, con dificultad abro los ojos sintiéndome débil, parpadeo un par de veces hasta que logro mantener los ojos abiertos.

¿Dónde estoy?.

Al escanear el lugar con mi mirada me doy cuenta que me encuentro en la habitación de Mateo, como si se encendiera un foco miro mi cuerpo alarmandome al verme como Dios me trajo al mundo bajo las sábanas de ceda.

¡Oh Dios!, ¿qué pasó?.

¿Qué hago desnuda?.

Hice un esfuerzo por recordar lo que pasó la noche anterior cuando un fuerte dolor de cabeza me obliga a detenerme. Pero en ese momento la puerta de la habitación se abre para luego aparecer Mateo vestido solo con unos bóxer negros Calvin Klein dejando ver su perfecto cuerpo, su abdomen bien marcado, sus pectorales al igual que sus musculosos brazos.

Mentiría si dijera que no estoy babeando, hasta el dolor de cabeza desapareció.

—¿Disfrutando de la vista? —no pude evitar sonrojarme ante la vergüenza de verme descubierta mirándolo como boba.

—L-Lo siento... —bajé la mirada evitando mirarlo y a la vez evitar que note mi sonrojo.

Escucho como se acerca y sus dedos rodean mi barbilla elevandola hacia arriba encontrándome con su fija y penetrante mirada que me cala hasta los huesos.

Sentía como mi corazón palpitaba desbocado a punto de salirse de mi pecho.

Aún no me acostumbraba a las sensaciones que causaba en mi, pero comenzaba a agradarme la forma en la que me hacía sentir.

—No te disculpes, mucho menos te avergüences, sabes que soy todo y únicamente tuyo bebé —manifestó para luego llevar su rostro a mi oído —así como tú eres toda y únicamente mía preciosa —susurró provocando que me estremezca al sentir su cálido aliento chocar en mi oreja.

Al separarse una sonrisa maliciosa se formó en sus labios que me hizo tragar grueso.

—¿Cómo te sientes bebé? —se apresuró a preguntar.

—C-Com... ¿que? —aún no procesaba lo de hace unos segundos, al contrario de él que se veía de lo más tranquilo.

—Ayer estabas con fiebre, me preocupé tanto que tuve que llamar a un Doctor para que te revisara. Me quedé cuidándote toda la noche —explicó para posteriormente colocar una bandeja en mis piernas —te preparé el desayuno.

Estaba sin palabras, él se comportó tan lindo conmigo que incluso me cuidó toda la noche, y yo tan injusta haciéndome ideas que no eran.

Sin saber que decir simplemente le sonreí algo tímida para disponerme a desayunar, pero me sorprendió ver que en la bandeja había cosas que me gustaban y que claramente él no sabía sobre mi.

Había preparado unos Hot Cakes con miel y fresas encima, jugo de moras, huevos estrellados con pan tostado.

¿Cómo es que lo supo?.

—¿P-Puedo preguntarte algo? —cuestioné por lo bajo tomando un trago de jugo.

—Claro bebé, dime —sentí como acariciaba mi cabello de una forma tan delicada y amorosa.

—¿P-Por...?

—¿Por qué estás desnuda? —¿cómo es que no le costaba decir esas cosas?, es tan directo.

Aún con la mirada baja sin el valor de mirarlo asentí lentamente.

—Estabas sudando mucho, tenías tu ropa empapada en sudor por lo que me pareció buena idea cambiarte por algo limpio —explicó. Confundida levanté la mirada para ver su rostro despreocupado.

—¿Entonces por qué estoy... s-sin nada?
—no le creo nada, dice que me cambió por ropa limpia pero estoy desnuda.

—Oh si, al quitarte la ropa no pude resistir mirar tu hermoso cuerpo, así que me pareció una mejor idea dejarte desnuda en mi cama —sus labios enseguida se curvan en una sonrisa dejándome sin respiración.

Ahora veo que no me equivocaba, ¿se habrá atrevido hacer algo mientras estuve inconsciente?. No creo que se haya atrevido, ¿oh si?.

—¿T-Tu...?

Ensanchando aun más su sonrisa comenzó a acercarse como un depredador asechando su presa.

—Te veías tan hermosa durmiendo desnuda en mi cama, no te imaginas las ganas que tenía de follarte duro hasta dejarte sin voz de tanto gritar mi nombre —trago grueso sintiendo como comenzaba a faltarme la respiración mientras él llevaba su rostro a mi cuello —sentir tu suave piel, como el calor de tu cuerpo envolvía al mio me hacía perder la cabeza.

Sus labios fueron dejando un camino de húmedos besos que me hicieron cerrar los ojos con fuerza y contener la respiración.

—Pero no —confundida abrí los ojos —no me atreví a tocarte, no soy un enfermo para aprovecharme de tu inconsciencia, jamás te faltaría al respeto ni me aprovecharé de tu vulnerabilidad Melody.

Sentí como mi corazón se aceleró y algo en mi estómago que ahora sé... son las famosas mariposas.

¿Cómo puedo desconfiar de él cuando siempre se ha comportado como un caballero?, a pesar de quedarme con él estos días en ninguna ocasión ha intentado sobrepasarse conmigo.

Al contrario siempre me ha tratado como una reina, aunque no deja de llamarme por apodos cariñosos.

—Y-Yo...

—Aunque eso no quita que pueda disfrutar de la vista —sonrió —de admirar tu hermoso y exquisito cuerpo.

Mateo es experto en arruinar los momentos lindos.

Un minuto dice cosas lindas, dulces y románticas para al otro salir con sus cosas.

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⏰ Última actualización: Jul 13 ⏰

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