Cuatro

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Mikey puso esmero ese día en su apariencia, incluso le pidió a Emma que cubra las ojeras apenas notables que tenía bajo sus ojos producto de las noches de insomnio y llanto. Draken lo observa de reojo. Jamás lo admitirá en voz alta, pero le alivia ver a su amigo más animado y espera nunca volver a verlo tan deprimido como días atrás.

— ¡Hoy es el gran día! —Baji golpea su espalda al reunirse con ellos en la entrada.

Mikey asiente y toma aire. Jamás se había sentido así de nervioso, pero en ese momento mientras camina su corazón late desenfrenado al ver una cabellera teñida de rubio chillo en la distancia. Traga grueso cuando lo ve girar su cabeza rápidamente en su dirección. Ahora que Takemichi era un Alfa su olfato era más sensible y seguramente había percibido su olor. Una pena, ya no podría marcarlo sutilmente con sus feromonas como lo hacía antes.

— ¿Mikey-kun? —Takemichi entrecierra ligeramente sus ojos, como si esa acción lo ayudará a enfocar con mejor precisión desde la distancia. Sus cejas se alzan con sorpresa cuando finalmente lo identifica — ¡Mikey-kun!

Algo en su interior se mueve al ver la expresión de Takemichi quien parece realmente aliviado de verlo y se acerca apresuradamente en su dirección. Había tenido miedo de que se alejase después de lo que había sucedido, pero para su alegría parecía ser que Takemichi no tenía pensado hacerlo.

— Me alegra verte Mikey-kun —habla una vez se detiene frente a él, inseguro de cómo actuar —. Como no asististe por tres días estaba preocupando —confiesa.

Eso basta para calentar su corazón. Aunque Takemichi es despistado había notado como se sentía y se preocupaba por él, incluso estuvo pensando en él durante todos esos días. No quiere perder la esperanza.

Takemichi observa ansioso a Mikey. Cuando se enteró de que había dejado de asistir a clases se sintió terrible, estaba seguro de que era su culpa. Sabía que lo había lastimado al rechazarlo de esa manera sin permitirle hablar, pero jamás espero que tuviese sentimientos tan profundos. Ahora de alguna manera quería corregir su error, aunque no sabía cómo.

— No te preocupes Takemicchi, solo necesitaba tiempo —dice con una pequeña sonrisa, tratando de reconfortarlo —. Estoy bien —asegura.

Takemichi le observa con sorpresa y se relaja notablemente sonriéndole de forma amplia y brillante. Temía que Mikey hubiese decidido alejarse de él, porque sabía que estaba en todo su derecho después de haberlo lastimado, incluso si no había sido intencional.

— Na, Takemicchi —llama —. Salgamos con los chicos después de clases por algo de comer —propone con una sonrisa amistosa.

— ¡Si!

Takemichi no puede evitar aceptar de inmediato, emocionado de que las cosas aparentemente estén bien y sigan igual que antes. Su amistad con Mikey y los chicos no se vio afectada, eso realmente lo hace feliz.

El pobre Takemichi es realmente ingenuo y no sabe que en ese momento Mikey ha dado inicio a su operación para conquistarlo.

Operación Alfa |MaiTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora