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══• ೋ•✧ REBELDIA ✧•ೋ •═




Ten se estaba portando un poco rebelde así que Johnny decidió castigarlo.

Se encontraba en su gran oficina, dos guardias cuidaban la puerta por afuera y por adentro, está se encontraba cerca de la esquina en medio de esa pared había un gran sillón de cuero, a lado una mitad de pared, formando una especie de cuartito. Del lado contrario se encontraba una estantería con licores en una esquina y en la otra una con algunas armas favoritas de Johnny, en medio un gran escritorio de madera negra con una silla de cuero.

En el pequeño cuartito que se formaba con las paredes antes mencionadas, había una especie de mesa con un colchón un poco delgado, con esposas en las esquinas un metro después había un closet grande donde había de todo tipo de juguetes sexuales, vibradores en forma de miembro, anillos vibradores, arnés de castidad, bolas anales, látigos, esposas, mordazas, antifaces y una que otra lencería. A lado había otro closet donde había prendas que vestía Ten y uno que otro traje de Johnny. Está zona era la favorita de Suh ya que podía castigar a su bebé y divertirse con él en su oficina.

Este se encontraba sentado en su escritorio leyendo unos reportes de su venta de drogas, se escucho que tocaron la puerta y le hizo una seña a algún guardia para que abriera está.

Se encontró con su bonito novio, al cual lo hizo pasar dejando a sus guardias afuera. Ten estaba nervioso pues no sabía porque lo había llamado, así que se sentó en el sillón de cuero negro.

Johnny se puso enfrente de él y se agachó hasta quedar a su altura, tomándolo del mentón con dos de sus largos dedos.

-Bonito últimamente haz estado muy rebelde y algunas cosas van a cambiar ¿entendido? -Ten asintió ya bastante nerviosos porque ya se imaginaba que venía, uno de esos castigos que si disfrutaba pero prefería evitarlos.

Johnny lo cargó y lo llevó hasta el cuarto, dejándolo en la cama -quiero que te quites toda la ropa. -le dijo con su voz ronca, Ten comenzó a quitar la playera de tirantes que llevaba puesta, después sus shorts blancos junto con sus tenis y calcetas, quedando así solamente en sus bragas tipo bikini color morado.

Johnny lo recostó y encadenó sus manos a las cadenas que tenía la cama, después empezó a besarlo ferozmente mordiendo sus labios e introduciendo su lengua en toda la cavidad del pequeño, mientras hacía todo eso frotaba con su gran y mano, por encima de las pantis, provocando el miembro del pequeño.

Se separó de él dejando un pequeño beso en los labios, se acercó al closet y sacó dos cosas un antifaz para dormir y una mordaza. Le coloco el antifaz y la respiración de Ten se volvió más rápida cuando Johnny le susurró -no quiero ningún ruido -y prosiguió poniendo la mordaza en la boquita de su bonito novio.

Bajo por su torso deleitándose con la figura del contrario, llegó a las bragas y las quito dejando ver el miembro duro de Ten, le dió un beso en la punta y con sus fuertes manos abrió las delgadas piernas para que así se pudiera ver bien la entrada contraria, como con sus manos, encadenó los tobillos también.

-Si cierras las piernas va a ser peor para ti -advirtió mientras se dirigía al armario y de ahí saco tres cosas más que dejó a lado, tomó el lubricante, y lo esparció por dos de sus dedos, para inmediatamente meter uno en la entrada de Ten, quien se removió un poco incómodo, Johnny le agarrara la cadera -quieto. -mencionó, siguió metiendo y sacando su dígito agregando otro dedo haciendo tijeras para poder abrir lo que más pueda la entrada.

Después de unos momentos saco sus dedos y tomo un anillo de látex que contenía un vibrador y lo puso en el miembro del pequeño deslizando hasta abajo.

Cómo siguente colocó otro anillo en la base el cual servía para que no se pudiera correr. Agarro un vibrador en forma de miembro color negro y lo empapó de lubricante para después introducirlo lentamente por la entrada de su pequeño.

Una vez que estuvo totalmente adentro lo dejo ahí y subió a la cara de Ten -Pórtate bien . -le dijo dando un beso en la punta de su nariz para luego retirarse, con dos controles en la mano.

Se sentó en su gran silla y antes de ponerse a leer los papeles le dió al botón de encendido.

El vibrador en la entrada de Ten y en su miembro empezaron a hacer su trabajo, haciendo que este se removiera en su lugar.

La sensación era inexplicable, sentía todo su cuerpo vibrar lleno de placer pero también desesperación por no poder ver nada y no poder soltar bien gemidos debido a la mordaza

Comenzó a moverse en la cama de puro placer. Johnny lo observaba con una sonrisa maliciosa que aumento cuando vio cerrar las piernas a su pequeño, entonces incremento la potencia de los vibradores -te di una orden bonito no cierres las piernas. -le indico desde su lugar y se dispuso a seguir leyendo las hojas que tenía en la mano cuando vio que Ten abrió las piernas.

Y si se preguntan los dos guardias que cuidaban la puerta seguían adentro, obviamente no decían nada porque sabían que Johnny les volaría la cabeza, además ya estaban "acostumbrados a solo escuchar gimoteos de Ten puesto que la pared que había no les permitía ver nada, y solo podían escuchar gemidos ahogados porque Johnny siempre colocaba una mordaza en la boca del pequeño para que así nadie tuviera la dicha de escuchar los preciosos gemidos de Ten.

Chittaphon ya estaba desesperado habían pasado 10 minutos desde que tenía esas cosas vibrando en él y la necesidad de correrse era cada vez más intensa, y lo único que hacía Johnny era subir el nivel de los aparatos.

Empezó a tratar de gritar atrás vez de la mordaza para que Johnny le hiciera caso. Y así fue Johnny se levantó de su asiento pero no fue para prestarle atención si no para salir de la oficina.

Ten se desesperó más y comenzó a jalar las cadenas para intentar soltarse, nada, eso fue lo que logro.

Tres minutos que para Ten fueron eternos y Johnny abrió la puerta, Chittaphon escucho los pasos de este acercarse a él y rogaba porque tuviera piedad de él y lo soltara.

Johnny quitó el antifaz para ver los ojitos con lágrimas de su pequeño, sonrió y apagó el vibrador que tenía Ten en su estrecha entrada, está estaba palpitante, pero eso no importaba todavía tenía el de su miembro, este no duró mucho y también fue retirado por Johnny así quedando solo el anillo que le impedía correrse.

El mayor tomo del closet un biberón pequeño y lo acercó al miembro del menor, quito en un veloz movimiento el anillo y colocó el biberón sin tapa, que almaceno las tiras de semen que Ten liberó, y este se relajó al sentir como el nudo que tenía en su vientre se había disuelto.

Una vez que todo el semen había salido, Johnny dejo el biberón a un lado y le quitó la mordaza a Ten quien rápidamente cerró su boca pues ya estaba cansada, el contrario agarro su mentón y lo besó llenando de saliva la cavidad bucal contraria, se separaron dejando un hilo de esta. Y el mayor tomo la cintura del contrario para así sentarlo.

Johnny acercó el biberón con la tapa ya puesta a la boca de Ten -quiero que lo tragues todo. -Y así fue obedeció y se trago su propio semen un poco espeso.

Retiró el biberón y lo dejo en el estante, para después soltar las muñecas y tobillos de su pequeño quién se acostó ya que estaba muy cansado y su cuerpo dolía, Johnny tomó un conjunto del armario donde tenía la ropa y antes de colocarsela limpió la entrada de Ten que tenía lubricante, al igual que el sudor que tenía en su cuerpo.

Lo vistió poniendo una playera negra y una faldita con shorts color rosa pastel, unas calcetas a los muslos negras y tenis del mismo color. Peinó su cabello con sus dedos y por último le puso un collar, era un shocker negro de cuero con un anillo de metal como para poder atar una cadena de este.

Lo cargo poniéndolo en el sillón haciendo que se acostara y debido al cansancio en pocos minutos se quedó dormido.

Probablemente mañana le duela aún más el cuerpo pero ese era el castigo que Ten debía de recibir por portarse mal. Y por supuesto que no sería el último ya que el pequeño era todo un rebelde.

CASTIGO ☆Johnten☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora