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══•ೋ•✧DESTROZADO✧•ೋ•═

               《Continuación》

El menor de cabellos castaños sentía como las gotas de agua caer por su cuerpo.

¿Qué si se arrepentía con lo de su novio? Nah le quitaría las cadenas después de que se terminara de arreglar y cambiar.

Todos estos pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió en sus hebras castañas un tirón hacia atrás.

El pelinegro estaba con una mano jalando los cabellos de su novio haciendo que este se arquera y colocará su cabeza en su abdomen.

Su diestra se dirigió hacía el frente del delgado cuerpo delante suyo ya que el menor se encontraba de espaldas.

— No sabes que te acabas de ganar bonito — soltó la cabellera y su mano al ser bastante grande pudo tomar las delgadas muñecas del contrario y apresarlas en su espalda.

Evitando así que el castaño quedará inmovilizado, la mano libre del mayor se dirigió justo a la entrepierna contraria tomando el miembro de su pequeño.

— Si te corres sin que yo lo diga te va peor lindo — comenzó a masturbar con bastante rapidez el miembro del menor sin piedad alguna, haciendo chillar y gemir.

La mano caliente de Johnny y el escuchar la respiración pesada de este no ayudaron mucho a Ten el cual movía sus manos tratando de liberarse para detener la mano de su novio.

Esto siendo imposible ya que el pelinegro tenía muchísima más fuerza que él.

No aguantó más el calor lo invadió y el nudo que tenía en su vientre se liberó.

Se corrió soltando su escencia blanca, está quedando en el vidrio que poseía la bañera como puerta.

Su semen blanco resbalando por el vidrio juntandose con las gotas de agua que salpican sus cuerpos.

— De rodillas — fue lo que le ordenó el mayor con malicia, y el pobre de Ten sabía que su culo ya estaba destrozado al momento que se corrió sin que su novio se lo permitirea.

Acato la orden como buen sumiso que a veces era y se puso de rodillas quedando el miembro de Johnny en su cara.

Este no perdió tiempo y sostuvo la cabecita del menor entre sus falanges.

Ten al saber que venía abrió su boca, y cuando menos se lo esperó el pelinegro comenzó a follarle la boquita a su novio sin control alguno.

Entraba y salía una y otra vez dando estocadas tan duras y profundas que le provocaban arcadas al pequeño.

Al cual se le estaba entumiendo la mandíbula, y su garganta ardía por lo fuerte que penetraba el falo en su boca, la saliva ya no se podía mantener en su cavidad bucal y escurría por sus labios los cuales ya estaban bastante rojizos.

Cuando el mayor se corrió lo hizo asegurándose de tratar de meter más su pene en la boca del contrario quedando su escencia casi en la garganta, y el menor no teniendo más que otra se trago todo es líquido.

Pero ni de respirar le dió tiempo puesto que Johnny lo levantó del suelo y lo volteó quedando así su culito pegado al miembro grande y grueso que su pareja tenía.

La pierna de Ten fue alzada por el musculoso brazo de Johnny, haciendo que el primer nombrado tuviera que pegar sus manitas al cristal tratando de darse un soporte de equilibrio.

El pelinegro comenzó afeitarse por la entrada del menor, que si lo iba a preparar claro que no, no hace mucho que habían follado por lo cual él culito debería estar más que abierto.

Igualmente no lo iba a hacer, se iba enterrar en seco, su propósito era destrozar el culito de su novio, así que mucho no importaba.

Alineó su pene adentrando solo la punta de este en el ano del castaño para tomar con una mano el mentón y que girará su cabeza para voltearlo y poder ver su cara.

— Te gustó dejarme esposado, ah, bueno ahora me va a gustar follarte hasta que sangres — dió un beso pequeño en los labios carmín del menor y soltó bruscamente el mentón.

Con toda la fuerza que pudo impactó su pelvis contra el trasero contrarió dando un sonido de choque entre pieles el cual le ardió más de lo esperado al estar empapados por el agua de la ducha.

El menor soltó un grito que le rasgo las cuerdas vocales, pero no fue el último que dió ya que su novio se veía enojado y no paraba de embestirlo de manera intensa.

El mayor sin cuidado alguno tiró al menor al piso colocando con la cabeza y el torso en el frío azulejo del baño, pero claro con su culo a disposición suya.

Un azote se escuchó al Johnny darle una nalgada en el trasero del menor quedando su mano en una marca roja.

Lo único que hizo este acto fue exitar más al pelinegro pues al ver cómo se había movido y rebotado la carne del mayor provocó que acercara su boca y mordiera las pompis del menor sacándole un chillido.

Sin esperar más volvió a enterrar su miembro dentro del agujero de Ten disfrutando como su pene era succionado con la entradita que el menor portaba perdiéndose cada vez que entraba y salía.

Llevó dos de sus largo dedos hacia la entrada del menor y cuando sacó su falo metió las falanges en él haciendo tijeras con estos para abrir más el ano de su novio.

Sin aviso y aún con los dos dedos adentro de Ten, metió su pene sacando un gemido fuerte a su bonita pareja.

A Ten de verdad que le ardía el culo pues su entrada se abría demasiado al ser embestido por el miembro de Johnny y  sus dedos.

— Para que veas que yo si soy bueno amor, puedes tocarte para correrte — y el castaño a pesar de que sentía dolor tomó su miembro y empezó a subirlo y a bajar al ritmo de la penetraciones de su novio.

Cuando por fin se corrió soltó un gemido mientras el mayor aún seguía impactando su trasero, tomo la mano del menor y la comenzó a lamer quitando los rastros de semen que había soltado en esta.

Cuando Johnny estuvo apunto de venirse saco sus dos dedos y tomó la cintura del contrario y aceleró sus movimientos.

Salió totalmente del culo redondito viendo como por este salía un hilo de líquido blanco perteneciente a su escencia y un pequeño hilo de sangre.

Él había dicho que se follaria a su novio hasta hacerlo sangrar y así lo hizo.

Ahora Ten Lee aprendió a no dejar a su novio con las ganas.

CASTIGO ☆Johnten☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora