CASTIGO ☆Johnten☆

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══• ೋ•✧ CONTROL ✧•ೋ •══

Enojado es el estado en el que se encontraba Ten Lee, ohhhhh su novio si se había pasado esta vez.

Le había prometido pasar un día entero con él, puesto que al tener una mafia que controlar casi no estaban tiempo juntos.

Pero casi el medio día cuando se iban a meter a la piscina, el celular del mayor sonó y lo dejo diciendo que tenía un asunto muy importante que atender.

Johnny Suh las pagarás.

Y claro que lo haría, justo en este momento en el que el azabache repartía besos en su acanelado cuello.

Mientras estaban acostados en el mullido colchón de la cama en su habitación.

Ten no perdió tiempo y siguió la corriente a su novio fingiendo que tendría una noche íntima como a veces acostumbraban.

Pero la cabecita castaña tenía otra idea rondando por su mente.

Está vez el tomaría el control de la situación.

La ropa empezó a incomodar haciendo que Johnny comenzará a desabrochar su camisa dejando a la vista un torso con tinta negra insertado en él.

Sus cuerpos se encontraban en una total desnudez y Johnny con un hambre a placer demasiado grande.

Ten estaba tirado a lo largo de la cama con sus piernas ligeramente abiertas y Johnny estaba boca abajo acercando su lengua a la deliciosa entrada del menor para empezar a penetrarlo oralmente.

Las grandes manos tatuadas jugaban y apretaban suave los pezones ya rosaditos del pequeño, el cual soltaba leves quejidos por su boca.

El castaño aprovecho que su novio estaba tan concentrado en comerle su culito que deslizó su manita hasta por abajo de la almohada que tenía atrás de él.

Como las manos del mayor estaban en un posición perfecta en un rápido movimiento tomó las esposas y las pasó por las muñecas del pelinegro.

Al oír el tipo "click" cuando se cerraban las esposas, Johnny alzó su mirada y vio sus manos esposadas junto con la sonrisa maliciosa de su pequeño.

— Chittaphon quítame esto ahora — pero el menor no hizo caso y se levantó de la cama para tomar la cadena que una las esposas.

— No, tú fuiste malo conmigo y rompiste un trato, ahora me toca a mí — lo que el pelinegro menos esperó fue que con otro par de esposas lo atará hacías uno de los barrotes que tenía su cama dejándolo boca arriba y sin oportunidad de pararse.

— Bonito sácame de aquí o pagarás las consecuencias — pero Ten hizo caso omiso y se fue a sentar al sillón que estaba a lado de la cama.

Se sentó con las piernas abiertas y subiendo estás también al sofá para dejar a la vista su miembro y su entrada.

Sabía que lo que más odiaba Johnny era que él se tocará si su permiso o consentimiento así que eso lo usaría en su contra.

Tomó su miembro que ya se encontraba erecto debido al juego previo que habían tenido y se empezó a masturbar si callar ninguno de los gemidos que salía por su boca.

El pelinegro encadenado se puso más duro de lo que ya estaba al ver cómo su novio soltaba sus gemidos si pudor alguno, y al ver su cara al darse autoplacer.

Ten llevo dos de sus dedos a su entrada, la cual ya se encontraba lubricada por la anterior lengua de Johnny y comenzó a introducir sus dígitos en él.

Con su mano hizo que la penetración fuera más rápido al igual que masturbar su miembro para poder tener la liberación que tanto quería.

— Ten suéltame de una jodida vez — al mayor lo estaba quemando el querer enterrar su pene en esa entrada y que los gemidos que salían de la boca de su novio fueran provocados por él.

Pero Ten estaba tan absorto en su burbuja de placer, que hizo caso nulo a las palabras hasta que se corrió manchando su propio abdomen, al mismo tiempo que soltaba un gemido agudo.

Con un poco de sudor en su frente se levantó del sillón y se acercó al cuerpo del mayor subiéndose en su regazo.

— Eres malo Johnny — empezó a mover sus caderas solo para darle un poco de placer a su novio.

Johnny aprovechó esto para alzar su pelvis y poder frotar aún más su miembro en el hermoso y carnoso trasero de su pequeño, en verdad estaba desesperado.

— No John no te muevas, lo hago yo, hoy yo tengo el control — el mencionado solo pudo soltar un gruñido el cual se aumento cuando Ten tomó el pene y lo alineó a su entrada para bajar lentamente por él.

Otra cosa que odiaba Johnny, el sexo lento y tranquilo no era lo suyo, el prefería hacerlo rápido y sin control alguno.

Pero ahí estaba el menor subiendo y bajando por su falo, lentamente torturando al mayor al apretarlo de una manera en la solo el sabía hacerlo.

Johnny no aguanto y flexionó sus piernas para darse más apoyo y poder subir más rápido su pelvis, logrando acelerar la penetración al cuerpo de su novio.

Ten sonrió y le dió al mayor lo que quería comenzó a dar saltos mucho más rápido en lo que dirigía su mano, nuevamente a su miembro.

— No te ah~ toques — gruño el pelinegro, y que si el castaño le hizo caso, pues no, tomó su falo y comenzó a masturbarse de una manera rápida con una mano, y con la otra pellizcaba sus propios pezones.

Lo único que pudo hacer Johnny fue impactar más fuerte su pelvis en el trasero del menor.

Cuando sintió un líquido en su abdomen se dió cuánta de que Ten se había corrido por segunda vez.

El castaño sonrió y se levantó quitando el pene de su entrada, y apartándose de la cama dando un besito en la nariz de su novio que lo veía molestó.

— Me dejaste con las ganas de meterme a la piscina contigo, ahora te dejo con las ganas de que te corras — sonrió y comenzó a caminar directo al baño para poder quitarse los fluidos que su cuerpo tenía.

Mientras el mayor luchaba por liberarse de las esposas, puesto que su novio lo había dejado a mitad de su climax y por lo menos deseaba poder masturbarse para poder terminar el placer.

Jaló con fuerza la parte de en medio de las cadenas logrando romperlas al ser sus brazos muy fuertes y esto siendo algo "fácil".

Escuchó la regadera ser encendida y no perdió tiempo y con su gran mano empezó a mover su miembro de arriba abajo, con la imagen mental de su pequeño tocándose.

Cuando al fin se corrió, se levantó de la cama y se dirigió al baño abriendo la puerta de este.

Ohh buena follada que le haría en la regadera a Ten.