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═• ೋ•✧ CHOCOLATE ✧•ೋ •═

Ten era fanático de las cosas dulces, amaba todo tipo de caramelos, paletas, dulce, malvaviscos que se le dieran.

Por eso no se detuvo cuando bajo a la cocina en plena madrugada a ver qué podía comer.

Las empleadas no estaban ya que están se habían ido a dormir hace mucho y su hora de entrada era a las 6 de la mañana.

Siendo las dos de la madrugada le daba perfecto tiempo para buscar algo dulce que comer sin que alguien lo atrapara.

Si efectivamente algo dulce, eso es lo que a casi mitad de la noche se le había antojado.

Vaya parecía embarazada con sus antojos.

Abrió la alacena dónde se guardaban varios productos para la cocina buscando algo de su gusto para comer.

Pasta, harina, puré de tomate, comida enlatada, nada que le gustara.

Tuvo que pararse de puntitas para ver más al fondo del mueble ya que este era bastante profundo.

Y ahí lo encontró.

Un bote de jarabe de chocolate marca Hershey's sin abrir, totalmente nuevo, listo para sus deguste.

Ese tesoro que tanto buscaba.

Sin pensarlo mucho alargó su brazo para tomar el objeto, una vez en sus manos cerró las puertas de la alacena mientras iba a sentarse en la barra donde solían desayunar el y su pareja.

Abrió el bote quitando la parte de aluminio que venía debajo de la tapa para después poner esta misma.

Y sin más inclinó la botella para que un poco de el contenido cayera en su boca degustandolo.

Repito esta acción varias veces, porque, es que era imposible parar de comer esa deliciosa sustancia color café.

A este punto de la madrugada ya iba por medio bote de chocolate, sin medir las consecuencias de que más tarde le dolería el estómago.

O que una figura lo observaba recargado en el marco de la puerta.

Y así es Johnny se despertó al notar que el delgado cuerpo de su novio no sé encontraba en la cama.

Tampoco en el baño puesto que las luces estaban apagadas, así que bajo al piso inferior viendo como las lámparas de la cocina estaban encendidas.

Se asomó teniendo la vista del menor alegremente comiendo chocolate, no le enojó para nada, solo le dió risa y ternura al ver a su pequeño travieso.

Ten seguía tan metido en comer y comer que solo cuando bajo su mirada pido observar el fuerte cuerpo de su novio.

El cual, se encontraba sin playera y con solo unos pantalones cortos pues amaba dormir casi sin nada de ropa.

Sonrió algo tímido cuando conectó su mirada con la contraria.

El azabache se acercó quitando la botella de las manos contrarias.

Sin decir alguna palabra acercó su boca a la cara contraria pasando su lengua caliente por las mejillas manchadas del líquido oscuro.

Saboreando el sabor que tenía la piel de su novio, a sabor chocolate.

Limpio todas las manchas con su lengua finalizando con un beso en los labios.

Metió sus manos dentro de la playera que portaba Ten, este, estremeciéndose por el contacto de las tibias falanges sobre su dermis fría.

La prenda de vestir fue retirada poniendo al instante duros los pequeños  pezones del pelinegro al ser expuesto al aire.

El mayor tomó la botella mientras dejaba que el chocolate saliera, cayendo justamente en esos botoncitos rosados.

Su lengua volvió a hacer acción al lamer la escencia que había caído.

Incluso jugando y mordiendo un poco los pezones, sacando uno que otro gemido a Ten quien agarraba las hebras en color negro de la cabeza de su novio.

El menor no sabe en qué momento de su placer su pantalón de pijama fue bajado, ahora sintiendo las manos del mayor amasar sus glúteos sin escrúpulo alguno.

Bajó sus manos hasta las cintas que contenia el pantalón de su novio, jalando de una para así deshacer el nudo y puede bajar de una vez está prenda junto con el boxer del mayor.

Dejando a la vista su perfecta anatomía y su gran miembro erecto, una vista realmente exitante.

El mismo quitó su boxer de su cuerpo mientras rodeaba con sus brazos el cuello contrario, comenzando un beso lleno de lujuria.

Los chasquidos por el movimiento entre sus lenguas eran bastantes sonoros llenando la habitación de exitación.

Se separaron con un hilo de saliva aún uniendo sus bocas, para que el mayor procediera a verter aún más líquido de chocolate en las preciosas clavículas de su pareja.

Volviendo a lamer con la diferencia de que renovaba las marcas moradas y rojizas en la dermis contraria, puesto que las que anteriormente había hecho ya estaban por desaparecer.

Sus manos viajaron hasta los muslos de color canela, apretando sus falnges contra estos dejando marcas.

Hizo que las piernas del menor enrollaron su cadera en lo que el apoyaba la anatomía que tenía cargada en la barra de la mesa.

El cuerpo se arqueó al sentir lo frío del mosaico en su espalda.

Un gemido salió de los belfos del pelinegro cuando un dedo fue introducido en su anillo de músculos.

Este lo abría lentamente, hasta que otro se introdujo separando sus paredes anales para que el miembro del mayor se pudiera dar paso.

Los siguientes ruidos de su boca fueron callados por la del azabache, gimiendo en el beso al sentir como la entrada de su novio apretaba a la perfección su miembro.

Unos momentos después empezó a dar subes estocadas al cuerpo de su pequeño.

Las uñas de Ten fueron enterradas en los anchos hombros de su pareja al sentir como golpeaba su punto sensible.

Del pene del mayor salían chorros de presemen indicando que pronto eyacularia.

El menor se le adelantó viniéndose entre sus vientres, manchando los y dando un grito de placer en el proceso.

No queriendo esperar más el azabache aumento su ritmo a uno más duro, golpeando con sus testículos el trasero que tenía frente suyo.

La estocada más fuerte fue cuando se vacío dentro de ese cuerpo que se aferraba a su anatomía.

Sin importar que sus prendas estuvieran regadas en el suelo camino hacia las escaleras, subiendolas y llegando a su habitación.

Dejando también la botella de chocolate vacía en el piso.

CASTIGO ☆Johnten☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora