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Para esa noche, Draken se encontraba muy pensativo, haciendo que sus amigos pandilleros lo noten en demasía. Sin embargo, solo uno se atrevió a preguntarle qué le ocurría.

-Oye, ¿qué mierda tienes?- le preguntó Baji.

Genial, a quien había querido evitar en todo el maldito día.

-Oye, Baji...- lo llamó Draken de repente -¿Puedo hacerte una pregunta media estúpida?

-Acabas de decir una.- Baji rodó los ojos. Draken le ignoró y procedió a preguntar.

-Imagínate que, por azares del destino, se te aparece un mocoso diciendo que es tu hermano.- suspiró -¿Le creerías?

-Quiero creer que es una puta broma de tu parte, una muy incoherente y rara...- le respondió en cambio -pero te ves muy serio como para que lo sea.

-¿Le creerías?- volvió a preguntar Draken, dando por cierto lo que Baji había dicho.

-Agh, bueno...- murmuró, tratando de imaginar la situación -Antes que nada, le pediría su historia y el porqué llegó a la conclusión de que soy su "hermanito"; segundo, la prueba de ADN; y tercero, una paliza.

-Eso no contesta mi pregunta.

-No exactamente.- Baji le corrigió, levantando un poco sus hombros -Te dije lo que haría, no si le creería, porque ni siquiera sé cómo carajos iría a reaccionar. Supongo que Mitsuya podría contestar tu pregunta más concretamente; él tiene más experiencia con eso de la "hermandad".

Y con eso, ambos dieron por terminada la charla que Baji sintió un tanto incómoda.

Draken trataba de no darle una mierda de importancia. Trataba de distraerse con charlas triviales de sus amigos y, para más tarde, con ver televisión o leer algunos mangas que Chifuyu y Baji le recomendaron pero que nunca leyó ni siquiera el título. Pero la situación era tan jodida que ni siquiera podía olvidar el rostro del tal Kisumi, más específicamente el semblante que le dedicó cuando se despidió de él horas antes...

Su sonrisa leve pero linda no se iba de su cabeza. Sus iris color castaño inundados de una esperanza que, pudo notar, era casi nula. También su tono de voz; dura y desinteresada al inicio, pero calmada y gentil al final.

-Kisumi...- murmuró Draken inconscientemente, mirando al techo mientras estaba recostado en su cama.

Luego, suspiró al encontrar una solución que podría ser o una perdida de tiempo por ser errónea o un nuevo problema por ser verdad.

[...]

Al día siguiente, Draken fue a la dirección que estaba escrita -tenía que admitir que con una hermosa caligrafía- en el papel doblado que Kisumi le dió el día anterior.

Era un pequeño parque que, para esa hora, estaba vacío exceptuando unas cuantas personas que por allí pasaban. Se apoyó en su motocicleta, mirando para ambos costados esperando verlo.

-Creí que no vendrías.

Draken se giró al escuchar la voz de Kisumi, divisando el semblante sorprendido del muchacho que inmediatamente cambió a uno en blanco.

La vestimenta del peliverde constaba de unos jeans rasgados, una camiseta negra y una chaqueta holgada de color blanco-que le quedaba grande pero tierno a la vez-, y un par de zapatillas de color negro con tonos blancos; una apariencia diferente a la del día anterior. Se veía casual.
Sin embargo, a pesar de que su vestimenta era diferente, su cabello verde claro estaba acomodado hacía el lado derecho, como lo tenía cuando lo conoció por primera vez.

El Hermanito De Baji. [•Tokyo Revengers x Male OC/Reader•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora