Recuerdo de una canción

Canciones de la Comarca

El cielo era inmenso de un color celeste claro y casi completamente despejado, el césped era verde y tenía el olor característico de pasto recién cortado.

El castaño se encontraba recostado con sus ojos cerrados sobre las piernas de alguien que no estaba seguro quién era, simplemente escuchaba como con una voz suave y algo tosca cantaba una canción que apenas podía reconocer.

Decidió abrir los ojos y al hacerlo se encontró con la cara de aquel chico que conoció en la librería, su cabello rubio hondeaba con el viento y su expresión era tranquila, Frodo iba a decir algo.

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En ese momento despertó.

De repente, ya no estaba en aquel lugar se encontraba de nuevo en su habitación de paredes amarillentas y cortinas cafés, sus párpados pesaban y estaba a punto de volver a dormirse pero escuchó como su tío lo llamaba, así que, después de desperezarse bajó.

El castaño bajo las escaleras, todavía estaba en pijama.

-Buenos días querido- saludó el pelinaranja.

-Buenos días Bilbo- respondió el castaño con voz ronca -.Hoy no iba a venir el examinador o algo así- dijo mientras se preparaba un café que al menos para su tío siempre le pareció extremadamente cargado

-No, vendrán el otro jueves- dijo mientras servía unos huevos revueltos para los dos- ese día deja la puerta sin seguro yo iré un poco después de que lleguen.

-Sí, no hay problema- dijo dando un sorbo a la amarga mezcla frente a él.

Mientras hablaba con Bilbo solo le venía a la mente aquel extraño sueño que, extrañamente, no parecía serlo se sentía más como un recuerdo, algo lejano pero real.

Y aquella canción más similar a un poema al que le pusieron música.

-Frodo- le dijo el pelirrojo sacándolo de sus pensamientos- ¿Me escuchas?

-Sí- contestó apenado- solo mi mente anda dispersa- dijo haciendo un ademán con su mano.

Bilbo le sonrió y siguieron con su desayuno, ya eran al rededor de las 11 a.m. cuando Frodo decidió que lo mejor era ir a dar una vuelta en su coche para despejar su mente.

Una vez en el carro simplemente decidió encender la radio.

Mientras avanzaba su mente no paraba de recordar aquel extraño sueño. El rostro de aquel rubio que había visto el día anterior... se veía distinto, era más regordete y con su cabello más largo, pero sin duda era él.

La mente de Frodo no paraba de pensar en eso mientras conducía por aquel viejo camino de tierra.

Y aquella canción...
Una melodía suave cantada por una voz tosca, no recordaba la letra solo que hablaba de unas flores que no recordaba bien sus nombres más allá de los girasoles, de un comarca de hermosas casas y hierba de tabaco.

Su mente rondaba en lo poco que recordaba e intentaba completar la melodía con letras capaces de igualarla.

Pero no podía.

Estaba frustrado era como cuando intentas recordar algo que está en la punta de tu lengua pero no salen las palabras.

Al final un rostro familiar vino a su mente, el rostro de una castaña de ojos negros, su madre.

Recordaba que ella cantaba una canción similar, alguno de los viejos poemas que escribían en su pueblo al que le habían añadido música.

¡Eso debía ser!
Claro, tal vez quedó impresionado por aquel chico y por alguna razón le recordó a su antiguo hogar.

Sí, eso debía ser.

Frodo convencido decidió dar una vuelta más, de verdad solo había sido eso...

O eso quería creer.

N/A:

Bueno ahora los dibujos serán blanco y negro y cambiamos la portada.

Espero que el capítulo les haya gustado.