¿Qué pasa cuando amas tanto a alguien que el universo de apiada de ti?
Tanto que te dan una segunda oportunidad.
Tanto que pueden encontrarse en otra vida.
Esto es lo que le sucede a dos jóvenes, Sam y Frodo
Frodo conducía sin tener un rumbo fijo hasta que vio un viejo parque y decidió estacionarse ahí y dar una vuelta.
Los árboles estaban casi sin hojas debido al clima y el césped tenía un ligero tono grisáceo. La verdad era un parque algo viejo y por sus bancas desgastadas y suelo sucio se notaba.
Frodo seguía caminando metido en sus pensamientos cuando escuchó como alguien lo llamaba.
-¿Frodo?- dijo algo insegura aquella voz algo chillona- ¡Frodo!- dijo esta vez más firme.
Al voltearse se encontró con aquel chico de cabellos rubios y piel tostada- ¿Sam? -atinó a decir.
-¿Qué haces aquí?- preguntó el rubio mientras se acercaba, llevaba una chompa por el frío, traía puestos unos guantes de látex y llevaba en una mano una funda de basura.
-Decidí salir a dar una vuelta- dijo algo tímido poniendo sus manos en sus bolsillos- y... ¿Tú que haces aquí?
-Algo de voluntariado- dijo alzando aquella funda mientras le sonreía, Frodo le devolvió la sonrisa.
-¡Sam!- dijo una voz femenina tras suyo.
El castaño miró a un lado del rubio y vio como una chica rizada se acercaba a ellos.
-Te estaba buscando- dijo la de ojos verdes mientras se apoyaba en el hombro del más alto.
-Oh Rosie, lo siento por salir corriendo vine a saludar a un.. amigo.
Ahí la rubia se percató del castaño que los miraba algo confundido.
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-Hola, un gusto- dijo extendiendole una mano, Frodo la tomó.
-Ella es Rose- dijo el moreno señalando a la rubia- y él es Frodo.
El ojos celestes levantó su mano en un saludo algo tímido, la verdad no era muy sociable- El gusto es mío.
Rosie le sonrió.
-Bueno supongo que me voy- dijo el castaño con un carraspeo- no los seguiré interrumpiendo.
Sam lo miró algo extrañado y esto la rubia lo notó- ¿No te nos quieres unir?- dijo Rosie- digo, si no estas ocupado.
-Yo...- Frodo miró a la rubia y por alguna razón no pudo negarse- okey, pero no tengo los materiales.
-Tengo guantes y fundas extras- dijo Sam señalando hacia atrás.
-Pues.. supongo que no tengo opción- ambos rubios le sonrieron.
Los tres jóvenes se encontraban recogiendo la basura que estaba expandida por el viejo parque, la verdad Frodo no sabía bien que hacer así que Sam se mantuvo cerca de él para explicarle.
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-Lo siento por hacerte perder tiempo- le dijo Frodo con una risa algo tensa.
-Para nada- dijo Sam mientras recogía unas botellas.
-Y no deberías estar pasando con tu amiga..
Sam miró en la dirección donde se encontraba la rubia que solo le sonrió y subió la fundas de basura al carro de ella- no te preocupes por eso ya se nos une.
Frodo se relajó un poco y siguieron trabajando.
La verdad Frodo y Sam parecieron congeniar casi en enseguida más que nada por su amor por la carrera y sus gustos por los libros.
-¿Cómo vas con tu ensayo?- le preguntó el castaño.
-Avanzando, la verdad la información esta difícil de conseguir pero cuando lo termine te convenceré que fue algo real- dijo el rubio dándole un golpecito amistoso.
Frodo soltó una sincera risa que lo hizo botar su cabeza hacia atrás, Sam pudo notar las marcas de su cuello.
-Creo que podría ayudarte con eso.
-¿Disculpa?- Sam salió se su ensimismamiento y decidió no preguntar por las marcas.. por el momento.
-Digo con los libros- Frodo recogió unos envoltorios abandonados en una banca- mi tío ama la historia y creo haber visto algunos libros que te podrían servir- Frodo le regaló una media sonrisa.
-Oh, ¿no hay problema?- dijo Sam notoriamente emocionado.
-Claro, no te preocupes.
El rubio dio un brinquito.
-¿Cuándo podrías ir a verlos?- preguntó el castaño.
-No lo sé tal vez un viernes, ¿pasan buses por tu casa?- preguntó el rubio bastante pensativo.
-No lo creo- respondió el mayor recordando que vivía a las afueras de la ciudad- ¿Qué tal si te los traigo yo?
-¿Seguro? no quiero molestarte.
-No sería ninguna molestia- le aseguró el castaño- entonces.. ¿el viernes?
-Claro.
En ese momento la rubia los llamó y ambos jóvenes fueron en su encuentro, después de subir las últimas fundas de basura al carro de la rubia se despidieron.
