¿Qué pasa cuando amas tanto a alguien que el universo de apiada de ti?
Tanto que te dan una segunda oportunidad.
Tanto que pueden encontrarse en otra vida.
Esto es lo que le sucede a dos jóvenes, Sam y Frodo
Bilbo había terminado su segunda taza del día junto a su segundo pan con mantequilla y ahora paseaba de un lado a otro del gran pasillo algo inquieto, eran apenas las diez de la mañana pero no está mal estar atento.
De repetente el pelirrojo escuchó como alguien llamaba a la puerta. Algo nervioso la abrió y por un momento creyó ver a dos jóvenes enanos en capas y con espadas pero al parpadear se dió cuenta que eran los jóvenes hermanos.
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-¡Buenos días señor Bilbo!- saludaron al mismo tiempo.
-Buenos.. días- respondió extrañado de que llegaran dos horas antes.
-¿Tiene algo de comer?- soltó el castaño pero en seguida su hermano mayor le dio un codazo- Digo, ¿Nos podría brindar algo de comer?
Bilbo rió- Por su supuesto esperenme en la mesita del patio.
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Ambos hermanos pasaron con sus grandes herramientas, que Bilbo seguía sin entender para que servían, y tras ellos llegaron Thorin junto a Bofur.
-Espero no te moleste que hayamos llegado antes- dijo el castaño después de saludar a su amigo.
-No se preocupen ya estaba listo- dijo despreocupado mientras sujetaba la mano de ambos enanos.
-Ya tengo los resultados de las pruebas para hablarlo lo dos más tarde- mencionó con su típico tono frío el azabache al momento de pasar al hogar.
-Espléndido- respondió mientras se dirigían al gran patio.
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El pelirrojo había dejado una bandeja con pequeños sanduches de queso, mermelada de piña y té de frutas que los enanos habían deborado casi instantáneamente, ahora Bofur junto a los hermanos estaban intentando armar un extraño aparato de grandes bases en el lugar pero a juzgar por el buen golpe que recibió Kili en la nariz no sabían usarlo bien.
-Entonces cuáles son los resultados- preguntó Bilbo escondiéndose debajo de uno de los árboles debido al sol de media mañana.
-Afortunadamente no es grave- Thorin le regaló una media sonrisa- necesita una mejor calidad de tierra en general junto a un mejor manejo del suelo, nada que unas 16 semanas no se arregle.
Bilbo abrió los ojos de sobremanera- ¿16 semanas?
-No es tanto como parece- respondió el azabache restándole importancia.
-Bueno... lo que sea por este jardín- dijo más para sí.
-Usted le tiene mucho cariño a éstas tierras- le dijo con un tono bastante cálido.
-Antes eran de mi padre- mencionó el pelirrojo mientras tomaba asiento en el césped- lo construyó para mamá- añadió con una dulce sonrisa.
-Debió amarla mucho, parece que fue un jardín espléndido- Thorin tomó asiento junto a él.
-Supongo que así fue- de repente la mirada del ojos verdes se oscureció- desde su muerte papá no quiso hacer mucho por el jardín y... después de la muerte de papá hice lo que pude.
Thorin lo miró algo perplejo sin saber bien qué decir.
Permanecieron en silencio hasta que el azabache habló- Mi sentido pésame.
-No se preocupe por eso- dijo como saliendo de sus pensamientos- ya han pasado más de 7 años, además he estado ocupado.
Thorin tomó asiento junto a él- Supongo que algo pasó para querer recuperar el jardín.
-Claro, quisiera que mi Frodo tuviera algo porqué volver- respondió mirando hacia los jóvenes trabajando.
-¿Frodo?- soltó, el nombre le sonaba parecido.
-Oh cierto, es mi sobrino- Bilbo agitó su mano espantando a unos bichos- vive conmigo pero ya mismo acaba la universidad.
El azabache sonrió- Entiendo, a esos de allá los llevo cuidando desde que eran pequeños.
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-Yo igual- el menor suspiró- pero creo que me enfoque tanto en cuidarlo que no sé que haré cuando se vaya.
Thorin por un momento no supo que decir- Bueno, tendrá el jardín- ambos sonrieron.
-La verdad no soy bueno con las plantas- confesó Bilbo.
-No creo que sea tarde para empezar- el azabache lo animó.
-Quién sabe- respondió alzándose de hombros- pero aparte de leer y cocinar no sé mucho.
-Podría leer uno de esos libros de jardinería o lo que sea que hagan los hobbits.
Bilbo volteó a verlo y estalló en risas, Thorin lo miró extrañado.
-Disculpa- dijo el pelirrojo- solo me ha hecho gracia.
-No hay problema, creo- murmuró más para sí.
El mayor revisó su reloj de muñeca y se levantó enseguida.
-¿Sucede algo? -preguntó Bilbo también levantándose.
-No, pero Fili tiene que retirarse- respondió con su voz calma para acto seguido llamar al joven rubio- Dís ya te debe estar esperando- le dijo con voz seria.
-¡Cierto!- dijo limpiándose las manos en sus pantalones- ¿pueden ocuparse de lo demás?
-No te preocupes por eso.
Fili se despidió de ellos y acto seguido se dirigió a la entrada del hogar.
-Fue una buena charla pero debo seguir con el trabajo- dijo Thorin una vez estuvieron a solas.
-Digo lo mismo.
Dicho esto el azabache se dirigió junto a los castaños para enseñarles como usar aquella maquina de partes largas.
