Imaginar un tal vez

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Era plena tarde y en comparación a los días anteriores este era cálido acompañado del ya típico viento frío que cubría la ciudad. Su tío le había avisado a Sam que debido a una fuga en las tuberías de la Floristería no abrirían ese día pero debía compensar sus horas laborales el sábado, el rubio no se quejó y decidió ocupar su tarde libre en revisar algunos trabajos pendientes que no había encontrado tiempo para comenzar, en realidad los estaba adelantando, de todo modos, nunca está de más empezar algunos de los tantos trabajos y redacciones que le envían.

Decidió prepararse un té negro para acompañar esta tarea, necesitaría un atisbo de energía antes de ponerse en marcha, mientras dejaba su laptop y libros sobre la mesita del café sintió a su celular vibrar desde el bolsillo trasero de su pantalón, lo sacó distraídamente y al notar el nombre que aparecía en la pantalla casi deja caer uno de sus libros.

Frodo Baggins

-¿Puedes abrirme la puerta?
-Estoy afuera :)

Sam rápidamente acomodó sus materiales de trabajo para evitar posibles accidentes y contestó.

En seguida-

Guardó su celular y se dirigió a la puerta, ciertamente Frodo solía ser alguien bastante impredecible en muchos aspectos. Y la verdad, eso le agradaba. Al abrir la puerta se topó con dalias azules que lo miraban algo tímido, casi como si se arrepintieran de estar allí.

-Hola- dijo Sam apoyándose en el marco de la puerta algo extrañado.

-Hola... - respondió Frodo débilmente y antes de que el moreno pudiera decir algo se aclaró la garganta y comenzó- Supongo no lo recuerdas pero hace unas semanas dijiste que tal vez debería visitar más tu habitación para pasar el rato y sé que es repentino pero ¿te molestaría si pasamos la tarde?

Frodo dijo esto de una manera tan apresurada y seria que Sam no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro- ¡Claro! Me encantaría, iba a adelantar unos trabajos pero puede esperar- que Frodo Baggins se presente en tu habitación para pasar la tarde contigo no sucede todos los días, pensó.

-¿No son importantes?- preguntó el castaño algo indeciso.

-No te preocupes, los estoy adelantando.

Frodo lo miró sorprendido y se adelantó a la puerta- Como prefieras, pero si quieres puedo ayudarte.

Sam se hizo hacia atrás dejándolo pasar- ¿En serio?

El castaño sólo asintió y se deslizó dentro de la habitación grisácea. Sam lo siguió.

Ambos tomaron asiento en el pequeño "comedor" y Frodo comenzó a ojear algunos viejos libros sobre la mesa, su ceño se frunció, concentrado

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Ambos tomaron asiento en el pequeño "comedor" y Frodo comenzó a ojear algunos viejos libros sobre la mesa, su ceño se frunció, concentrado.

-Estás adelantando tu trabajo de historia élfica- dijo mientras se regresaba para ver a Sam que jugueteaba con su taza de té negro. No estaba seguro de si podría concentrarse bien con el castaño acompañándolo. Después de todo, debía ser un buen anfitrión.

Recuerdo de una canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora