Ꭵռ𝗰ᴏɴᴅiƈɪo𝗻ᴀʟ

Confesión.

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Cap 22: Confesión.

— ¡Buenos días Okkotsu-senpai! — Saludaba alegre el chico de cabello rosa.

— Oh Yūji buenos días para ti también — Contesto el saludo.

— ¿Puedo sentarme? — Sonriente pregunto al cabellos oscuros, sobre el espacio a su lado, Okkotsu asintió y se movió un poco. — ¿Cómo está hoy? ¿Qué haces por aquí? Tengo entendido que tu día libre es hoy — Volvió con preguntas sentando se junto al mayor.

— Estoy muy bien, gracias por preguntar — Le dió una leve sonrisa. — Hoy estoy resolviendo unos cuantos trámites, pronto empezaré mi pasantía ¿Qué tal estás tú? —

— ¡Woah! ¡Eso es genial! — Su sonrisa se ensanchó y sus ojos se achinaron. — Me alegro mucho por tí, yo también estoy bien —

— Sí — Aparecía una ligera sonrisa. — ¿Algo interesante estos días?  — Se acomodó en su lugar, quería conversar un rato antes de volver con sus trámites.

— Pues.. —Yūji tenía la fama de ser muy conversador y haría honrar esa fama—  Ya recordé porque me decidí que estudiar medicina y las especialidades que ahora estudio, ahora tengo más ganas de seguir haciéndolo, a parte, el otro día me reconcilie con Sukuna y ahora las cosas están bien, por supuesto no estoy viviendo en el mismo apartamento, él y Fushiguro necesitan espacio, ahora vivo con mi otro hermano Choso y a veces visito a Eso y a Kechizu — Sonrió, los días se habían vuelto más divertidos cuando se trataba de sus otros hermanos, varias veces iban a visitarlo — ¡Ah! Y ahora me gusta alguien, mh — Finalizaba con una alargada sonrisa, sus días habían mejorado en todos los aspectos.

— ¡Vaya! Que alegría que todo va muy bien ahora, me alegro mucho por tí — Hizo una pausa. — Ahora, ¿Quién es la afortunada? O afortunado, en otro caso  —  No era un secreto para sus amigos la bisexualidad del peli rosa.

— Uh, bueno... — Las palabras costaban salir, hasta ahora solo Megumi, Choso y probablemente Geto sabían de aquellos besos con el albino, pero a fin de cuentas sus amigos se enterarían ¿Por qué no iniciar ahora? — Se trata de un chico y lo conoces — Fue lo único que dijo.

Okkotsu sonrió, ya sabía de quién se trataba solo quería escucharlo para confirmar todo lo que le había dicho cierta castaña enojada.

— ¿Es Gojo verdad? — Sus palabras fueron ensordecidas por el sonido de la campana, Yūji logro escuchar que decía porque estaba cerca, le alivia que nadie más pudiera hacerlo.

— ¡Nos vemos Okkotsu-senpai! — Se despidió con el mismo ademán de mano y salió disparado de aquel asiento buscando la entrada de la universidad.

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— M-Me gustas Gojo-senpai — Otro día en este calvario llamado vida — ¡Por favor sal conmigo! — Las chica frente al 1.90cm de Satoru se veía pequeña, tenía el cabello de un celeste muy bonito, tenía puesto un traje, casi nadie se veia con traje, estaba haciendo una reverencia y extendiendo una carta bastante arrugada por la fuerza aplicada en esta.

— No — Juraría que el corazón rompiéndose se aquella chica se escucharía a 1 metro de distancia. — Lo siento, ya tengo a alguien — Corto su respuesta, levantó su mano acomodando su cabello, su tono de voz era de fastidió y tristeza, esto le pasaba todo el tiempo y cuando iba a volver a hablar...

— D-De acuerdo.. No lo sabía — Lágrimas salían de los ojos de aquella linda chica, intentaba disipar cada una para que su habla no sé viera tan afectada. — Es.. Espero que tú y q-quien tengas sean... Felices de verdad — Sonrió entre lágrimas y se despidió, marchando se de ese lugar.