╰───► 𝘈𝗹𝘄α𝘆𝗌 y𖦹᪶𝗎 ꒰ ੭⁺ಿೖ୭
Por fin había llegado, ahí estaba, aeropuerto de Japón, aún no podía creerlo, el lugar le resultaba familiar a pesar de haber sido muy pequeño cuando se mudó.
Buscó con la mirada esperando encontrar a su hermano, parecía que no estaba por allí, así que decidió caminar un poco a ver si lo hallaba, en su distracción chocó con alguien, provocando la caída de su maleta deportiva, disculpándose Yūji se agachó para tomar en mano su maleta, pero una mano fue más velos y logró interceptar la de el tés ligeramente bronceada, esté que levanto la vista topando se unos ojos azules como el océano.
- ¡Fushiguro! - Exclamó feliz y se abalanzó a abrazar al peli negro, esté que lo recibió contentó.
- ¡Yūji! - Le dijo como saludo, dándole palmadas en la espalda.
Yūji se separó y le dedicó una de esas sonrisas que iluminan tu día. - Mirate, la pubertad te cayó bien, ¿Cómo has estado? -
- Muy bien, gracias por preguntar - Sonrió apenado. - No es cierto, sigo siento el mismo flacucho de cabello oscuro -
- Tal vez, pero tu rostro término bien perfilado, ¡Casi te tengo envidia! - Soltó una risa que fue contagiada a Megumi.
- Creo que no te llegaba suficiente oxígeno al cerebro en ese avión, estás balbuceando - Sacudió los cabellos del contrario - ¿Qué te parece si nos vamos? Sukuna va a gritar nos si no vamos rápido -
Yūji río un poco y asintió. - Sí es mejor, no quiero que ese cabeza de chorlito me este gritando por solo unos minutos de retraso - Le dedicó una última sonrisa, antes de tomar sus maletas. - Bueno caballero de negro, dígame a dónde y yo le sigo -
- Por aquí mi príncipe, yo seré su guía - Contesto siguiéndole el juego, empezando una caminata hacia las afueras del aeropuerto.
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Cierto peli blanco se levantaba de su cama, soltaba un bostezo y estirando los brazos, era vienes, su día libre y le pareció buena idea desvelarse con sus amigos ayer, si le hubieran dicho que se levantaría a las 4:35p.m lo hubiera pensado dos veces.
¿Para que mentir? Lo hubiera hecho de todas formas.
Tomó su teléfono y reviso si tenía algún mensaje o notificación, algunos mensajes de números desconocidos que decían ser chicas que estudiaban con él, no era nada fuera de lo común, puesto que su nombre es Gojo Satoru, mujeres y hombres le escribían en busca de un contacto, ya sea para amistad o para algo más, su familia era muy adinerada y su físico dejaba a más de uno con la boca abierta, es por eso que Shoko, su amiga, lo había catalogado como el "voltea tortillas".
Ignoró los mensajes, excepto uno que le pertenecía a su amigo Suguru, abrió el chat y leyendo lo que decía decidió contestar.
"Suguru, ¿Qué nadie te enseño a decir hola?
Ignorando tu falta de respeto hacia mi persona, procedo decirte que no lo sé, al menos por ahora, recién me levantó y es lo mismo de siempre, mensajes de números desconocidos, estoy pensando seriamente en cambiar mi número a uno diferente y privado"Dejo el móvil en su escritorio y se levantó a hacer lo que en un inicio debía de ser su rutina de la mañana, que ahora se volvió la de la tarde, mañana sería sábado, odiaba tener que ir a estudiar un sábado.
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En otro lugar, bastante lejos de ese, en encontraba un peli rosa despidiendo a sus viejos y nuevos amigos, resultó que su hermano le había preparado una fiesta (si se puede llamar así) de bienvenida, pudo ver como sus amigos de niño y de la preadolescencia habían cambiado bastante, parece ser que a Fushiguro no fue el único al que la pubertad de cayó bien.
Después de haber despedido a sus amigos, volteó encontrándose con la mirada enojada de su hermano, trago en seco y preguntó.
- ¿Todo bien? - Le dió una sonrisa nerviosa.
- Sí sí, ignora mi actitud y ya - Se dió media vuelta y camino a la sala, encendiendo la televisión - Tu cuarto está al final del pasillo, al lado del mío, está solo de que pongas tus cosas, solo te aviso, no quiero desastres, si los hay te voy a golpear en la cara ¿Ok? -
- Ok, sin desastres - Yūji tomo sus maletas y se encaminó a la indicación que le había dado Sukuna, entró al cuarto, dió un suspiro y dijo para sí mismo - Esto es más grande que mi cuarto -
- ¡Es obvio idiota! - Escucho el grito de su hermano el cual lo asusto un poco.
- ¡A veces creo que tienes poderes! - Le devolvió seguido de una risa.
- ¡A veces creo que te faltan neuronas! - Dijo dando fin a los gritos.
Yūji río y entro al cuarto listo para acomodar sus cosas.
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Es una nota para avisar que es muy probable que suba varios capítulos hoy a diferentes horas del día, después de todo le pido prestado WiFi al vecino, estos capítulos los tenía escritos en un libro de notas, así que solo copio y pego, espero les esté gustando y muchas gracias por leer.
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Ꭵռ𝗰ᴏɴᴅiƈɪo𝗻ᴀʟ
FanficIncondicional. Yūji a pasado por una serie de terribles situaciones, cuando digo terribles, es TERRIBLES y solo quiere dejar atrás el pasado, olvidar el presente y escribir un nuevo futuro, esperemos que pueda lograr su objetivo. →AU Sin maldiciones...