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≪No puedo creer que otra vez me retrasé.≫

Kirishima corría lo más rápido que su cuerpo lo permitiese para poder llegar "a tiempo" a su cita con el doctor —aunque ya llevaba algunos minutos retrasado—. Quizá no se hubiera quedado dormido, si no hubiera aceptado cubrir todo el turno nocturno a Sero, pero sus amigos lo necesitaban y eso hace un verdadero amigo, los ayuda sin importar qué.

Por suerte ya sólo le faltaba media cuadra para llegar al café donde le citó el doctor. 

≪Perfecto, ya casi llego≫ Pensó mientras corría más rápido y trataba de peinarse al mismo tiempo —gran error—. Si no se hubiera distraído en su cabello talvez se hubiera dado cuenta que un rubio se encontraba justo saliendo del lugar a donde el debía ingresar. 

Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, ya habían chocado y todo el café del contrario estaba desparramado en ambos.

—¡¿Qué demonios pasa contigo?! —gritó molesto el rubio, mientras trataba de sacudirse el café caliente que estaba en su camisa— ¡¿Acaso no te fijas al caminar?!

—Lo... lo siento... —trató de disculparse— no fue mi intención, ya llegaba tarde y no me fije.

El rubio de antes, demonios. De los 7 billones de personas que hay en el mundo, ¿Por qué justamente debía ser él?

Su contrario lo tomo del cuello de su polera bruscamente, claramente estaba molesto. Kirishima sólo cerró los ojos esperando un golpe en el rostro. Pero el golpe no llegó, en lugar de eso sólo se oyó regaños y gritos.

—¡¿Cuál es tu maldito problema?! ¡¿Por qué continuas siguiéndome?! ¡¿Acaso te divierte el sacarme de quicio?! —lo agitaba fuertemente sin recibir respuesta— ¡Responde!

—Eh... Yo... —tartamudeó, ya que aún estaba en shock por no recibir ningún golpe— en realidad no quise...

—¡Primero mi brazo! —lo interrumpió— ¡Luego mi auto! ¡Por tu culpa no pude dormir! ¡Y ahora esto!

—¡Kacchan!— los separó el doctor, que salía de la cafetería— cálmate, todo esto debe ser un mal entendido, Kirishima vino aquí porque yo lo cité.

—¡Agh! ¡No tengo tiempo para estar perdiéndolo contigo! —dijo empujando al pelirrojo y perdiéndose rápidamente entre las personas. De seguro dirigiéndose a su trabajo.

Kirishima le restó importancia y entró detrás de su doctor al lugar.

≪Kacchan... que nombre tan... peculiar≫ pensó.

—Kiri...— sacudió su cabeza disipando sus pensamientos para prestar atención a su doctor— ¿Te encuentras bien?

—Ehh.. si, si, no se preocupe por mí, doctor— aunque realmente estaba comenzando a arderle la entrepierna por el café caliente que se había derramado recién.

—Parece que no descansaste bien... ¿Ayer también trabajaste por la noche?

—Emm... bueno si, tuve que cubrir a mi compañero— explicó— su novio tuvo un accidente y debía estar con él.

—Lo lamento mucho— hizo una pausa observándolo de pies a cabeza— Sabes... creo que debemos suspender la sesión de hoy.

—¡¿Que?! ¿Porqué?

—Estas empapado en café y no dormiste bien, necesito que estés totalmente concentrado para el ejercicio que quiero proponerte.— Kiri soltó un leve suspiro decepcionado— Lo lamento mucho, deberías ir a casa a descansar...

Acto seguido el doctor pagó su cuenta, se despidió y se fue del lugar, dejando a Kirishima petrificado en el asiento. Solo.

Una camarera se acercó para pedir su orden, pero inmediatamente él se negó y salió del lugar. De todas maneras no llevaba el dinero suficiente para darse el lujo de comer ahí ¡¿600 yenes por un café?! La señora de la esquina le daba cinco empanadas especiales y un refresco mediano por el mismo precio. ¿Realmente hay personas que pagan por esto?

Con agua y jabón |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora