No recuerdo cuándo me comenzó a gustar Diana Barry, pero sí recuerdo cuando comencé a sentir celos del íntimo vínculo que tienen mi hermano y ella. Y es que a pesar de que Jerry jamás a correspondido los sentimientos de Diana, sin importar la manera en la que esta le declare su amor, igual tienen una conexión tan fuerte que hace de su amistad algo para la eternidad, Era imposible romper lo que tenían.
Me di cuenta el primer día de clases de nuestro último año, cuando el director nos reunió a todos en el auditorio para darnos la misma charla de todos los años. Los tres tomamos asiento en la última fila, Diana quedando entre mi hermano y yo.
Los tres pasábamos mucho tiempo juntos, así que ya estaba acostumbrada a que a veces ellos me dejaran un poco de lado. Ellos tenían más cosas en común, tenían los mismos gustos y escuchaban la misma música. Tenían la misma película favorita. Habían insistido en la oficina principal hasta que sus horarios de clases fueran casi los mismo, casi. Porque jerry tenía todas las clases de Diana, menos una. Diana tenia deporte a última hora, al igual que yo. Mientras que jerry tenía arte.
Yo estaba feliz por eso, hasta que la conversación que estaban teniendo los dos chicos junto a mí llamo mi atención.
—¿deporte a última hora? —frunciendo su entrecejo, Jerry revisaba el horario de Diana —. No me dijiste que tenías deporte a última hora.
Miré en su dirección, Jerry la abrazaba por los hombros, y ella descansaba tranquilamente en el brazo de Jerry. Después del viaje que habían tenido durante el verano parecían ser mas cercanos que nunca, Oh. Ahí todo empezó a tener más sentido; mi corazón latió con tanta fuerza que dolió, algo me oprimía el pecho.
—Es una clase electiva, y ya que tenía deporte dos veces el mismo día tal vez pueda cambiarla a la clase que tú tienes. Por eso no te dije nada. —le respondió mi crush, despreocupada.
Algo había pasado en ese viaje entre ellos, ¿cierto?
—Tal vez no puedas cambiar esa clase. Reprobaste deporte el año pasado, por eso lo tienes este año dos veces. —devolviéndole el horario, Jerry apartó la mano de Diana —. Ya no faltes más a deporte si no quieres volver a reprobar, es una clase tan importante como todas las otras. —poniéndose de píe, la regaño —. Voy por un poco de agua antes de que llegue el director, ya vuelvo.
Y aún si no hubiese pasado nada entre ellos en ese viaje, no tendría importancia, que me gustase Diana tampoco tenía importancia.
Yo nunca le diría lo que sentía, ella nunca sentiría lo mismo si lo supiera, y tal vez incluso fingía no saberlo cuando era tan obvio que me gustaba.
Cuando Jerry desapareció entre la gente, Diana giro su cabeza hacía mi. Sus ojos observaron los míos justo cuando yo la miraba totalmente hipnotizada, y aunque al principio por su rostro cruzó la sorpresa, me sonrió.
Yo asentí en respuesta, desviando nerviosamente la mirada al frente..
Aunque lo que más me quitaba las ganas de verle a los ojos era imaginar que algo había pasado entre jerry y ella.
Porque era jodidamente incómodo estar enamorada de ella cuando ella sólo tenía ojos para mi hermano.
Siento que esto va a ser un total flop, pero x
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