Solo les recuerdo que esta historia será más sensible.
Cuando el sol comenzaba a salir, Jennie era la primera en despertar, preparaba el desayuno para Lisa y dejando todo listo en la mesa, se dirigía al cuarto de su hija.
La pequeña andaba despierta desde hace una hora, movió sus manitas al ver a su madre y la castaña sonrió encantada al escuchar su risa.
_Hola, cariño - se inclinó en su cuna y tomándola en brazos, la cargó a su pecho - Tu baño está listo - besó su frente con suavidad.
Se encargó de bañar a su hija con agua tibia, cuando escuchó los pasos de Lisa en la sala, seguro ya estaba desayunando.
_Amor, ya regreso - avisó Lisa, de inmediato se escuchó la puerta de madera abrirse.
_¿A dónde vas? - preguntó sin dejar de ver a Emi.
_Iré a deshacerme de la basura - respondió mientras arrastraba el cuerpo del día anterior, dentro de un gran costal.
_¿No vas a desayunar? - Jennie salía cargando a la bebé, la pequeña estaba envuelta en una toalla rosada.
_Regresaré en una hora, luego lo haré - dejó el cuerpo fuera de la casa.
_Está bien - pasó por la sala, iba al cuarto para cambiar a Emi.
Lisa cerró la puerta y observó a su alrededor, todo estaba tranquilo, solo eran cosechas y campos libres, no observó a nadie más a lo lejos.
Se inclinó a el cuerpo y esforzándose un poco, lo cargó en uno de sus hombros, caminó directo a la maletera de su auto y fríamente tiró el cuerpo dentro.
Aquel hombre había intentado entrar a su hogar el día anterior, al parecer buscaba un refugio de manera desesperada.
No tuvo reparo en romper una de las ventanas y entrar, pensó que al ver a solo dos mujeres y una bebé, todo le sería demasiado fácil para adueñarse de esa propiedad y conseguir un nuevo escondite de la policía.
Pero simplemente Jennie no tenía tiempo de jugar, estaba almorzando con Lisa y su hija, cuando ese hombre ingresó de manera brusca y torpe, en su mano tenía una cuchilla con el cuál las amenazó.
Pero ninguna reaccionó como esperaba, no se mostraron asustadas, es más, Lisa se percató de la molestia de Jennie.
La rubia observó divertida cuando la bebé aplaudió y rió al ver al hombre gritar cuando Jennie tomó el arma de su espalda y disparar directo a sus dedos.
La cuchilla cayó y el hombre se arrodilló, pidiendo disculpas entre sollozos, uno de sus dedos estaba tirado en una esquina por el impacto de la bala.
_Ten - Lisa le dió otra cucharada de papilla a su hija y ella comía mientras miraba maravillada a su castaña madre.
_¿Sabe lo descortés que es interrumpir un almuerzo? - preguntó Jennie, caminaba intranquila de un lado a otro - estoy comiendo con mi familia, solo tratamos de pasar tiempo juntas y usted viene a jodernos la comida, ¿Cree que es lo correcto? - se rascaba la cien con el arma, mostrándose incómoda - las personas hoy en día ya no saben respetar - se inclinó a él, el arma ahora estaba sobre su barbilla. Jennie mostró una sonrisa macabra al ver las lágrimas del hombre, aún sostenía su mano que no dejaba de sangrar - espero que en su otra vida sepa respetar algo tan sencillo.
Lisa seguía comiendo tranquilamente, incluso después de escuchar el disparo, le sonrió con cariño a su hija quien comía torpemente, ahora a distraída en la cuchara, y esperaron a que Jennie dejara el cuerpo tras el sillón para que no les arruine la hermosa vista del paisaje que daba su ventana.
_Genial, ahora tenemos que arreglar la ventana - Jennie se quejaba, señalaba los vidrios y la madera rota.
_Amor, no te estreses, después lo haré yo, ven, siéntate a comer.
Jennie bufó y se encaminó a la mesa, haciendo caso a su esposa.
***
_Sí, parece que logró darse a la fuga, escapó en cuanto ordenaron su arresto - Jeongyeon informaba de la desaparición repentina de Soo Hyun, el hombre que había matado a su propia madre por no prestarle dinero para comprar sus botellas de alcohol, el mismo que yacía ahora enterrado y que serviría como abono para las cosechas de Lisa - otro infeliz que logra huir - pronunciaba con molestia.
_¿Mucho estrés? - Jisoo pasaba por su lado, había llegado apenas junto a Rosé.
_No saben como me jode que el juzgado demore tanto en dar un veredicto cuando las pruebas son obvias, ¡Tenían un puto vídeo de vigilancia! - Jeongyeon golpeó el escritorio - y luego la sociedad se queja con nosotros.
_Ya, molestándote no vas a solucionar nada, ¿Sabes si llegó nuestro nuevo caso? - preguntó Rosé, traía con sus dos vasos de café, el cuál uno se lo entregó a Jisoo.
_Sí, está en su escritorio - señaló Jeongyeon sin ánimos.
Jisoo fue quien tomó el archivo y tomando de su café, observaba junto a Rosé los nuevos documentos recién llegados.
_Desapariciones, interesante - Rosé comenzaba a comer del pequeño pastelillo que estaba sobre el escritorio.
_Las últimas veces que se les vió, fue cuando tomaron la carretera del sur - observaron bien a esos cuatro hombres - dos de ellos tenían antecedentes penales, uno era un periodista y el otro un simple mendigo.
_Conozco ese lugar - Rosé se sentaba frente a Jisoo - todo al rededor de esa carretera es arena, no hay nada, solo kilómetros y kilómetros de pura arena, quizá murieron de calor y unas aves se los comieron - pronunció algo decepcionada - yo quería un mejor caso, uno que me emocione.
_Vamos, Rosie, este es bueno, ¿Qué tal si hay un asesino que se cree dueño de la carretera?
_Sería mejor una carretera fantasma - rió.
_Hey - su compañero Jin dejaba un nuevo documento sobre su escritorio - creo que esto también les compete a ustedes - los dejó solas.
Rosé tomó los papeles y comenzó a observarlo, Jisoo se puso detrás de ella, viendo la foto del joven muchacho.
Era un ciclista que había denunciado ser atropellado a la salida de la carretera principal del sur, señalaba que la mujer no quería ayudarlo en un principio, y que fue maltratado sin alguna empatía por parte de la rubia mujer, dónde además no pagó ningún gasto que le generó el hospital y que sobre todo, la chica se veía sumamente tranquila y fría, como una real psicópata.
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