Los días seguían pasando y nadie podía tener al menos una mínima pista de el paradero de Lía. Las cámaras de seguridad habían grabado el incidente y aunque lograran ver la placa del auto en donde huyeron, tampoco habían podido encontrarlas.
Esto causaba frustración a Tzuyu, tenía que ver cómo aquellos inútiles hacían todo de manera tranquila como si no le pareciera tan importante el secuestro de una niña.
Jisoo le veía paciencia, le repetía una y otra vez que estaban trabajando en ello. ¿Pero qué hacían ahora? Todos ellos sentados y conversando mientras se tomaban un jodido café.
Tzuyu no soportó más, de un golpe en la mesa que llamó la atención de todos, salió seriamente de la agencia. Rosé logró verla cuando pasó por su despacho, ella había aprovechado su tiempo de descanso para seguir investigando, era la única que parecía que realmente quería encontrar a su hija.
Tzuyu salió a la calle y su mirada fué por un momento al cielo, ya había oscurecido, esto la entristeció, había pasado un día más sin su hija. Lamentablemente con ese día, ya se cumplían dos semanas sin verla.
Bajó las escaleras de la entrada y continuó con su camino, las casas estaban muy coloridas, había mucha gente festejando uno de los días festivos de esa calle.
Mientras iba caminando decidió mandar un mensaje a su esposa, ella ya estaba en casa y seguramente la estaría esperando. Le dió un pequeño aviso de que tardaría un poco y volvió a guardar el móvil en el bolsillo de su abrigo.
Lentamente detuvo sus pasos, mirando a un punto muerto, esperó unos segundos hasta que suspiró y cambió de dirección, entrando al callejón que estaba a su lado.
Fue ingresando más, cada vez el callejón era menos iluminado, sus pasos fueron parando y giró tranquilamente a sus espaldas.
_Sé que me estás siguiendo - pronunció con voz neutral - dime, qué es lo que quieres.
De entre las sombras, Lisa sonrió al verse descubierta, salió de su escondite y camino al centro del callejón, donde se detuvo quedando justo al frente de Tzuyu.
_Vaya, no eres para nada tonta.
_¿Dónde está mi hija? - preguntó de inmediato.
_¿Estás hablando de mi pequeña hija? Ella está con Jennie - sonrió.
_¡Es mi hija! - gritó enfurecida - Dime dónde demonios está - exigió saber.
_¿En serio quieres recuperarla? - una sonrisa maliciosa apareció en Lisa - ¿Harías lo que fuera por ella?
_No veniste aquí para matarme ¿Verdad? - se iba acercando, Lisa no se inmutaba, mantenía aquella sonrisa tan parecida a Jennie - ¿Qué es lo que estás buscando? - quedaron a solo un metro de distancia.
_Vine a hacer un trato contigo - revisaba la hora en su reloj de muñeca - Tú haces algo por mí...y yo te devuelvo a a tu hija - volvió a verla.
_¿En serio crees...que voy a confiar en ustedes después todo lo que me hicieron? - Lisa comenzó a pensarlo, tenía razón.
_Cierto, yo tampoco confiaría - asintió.
_Y lo que no entiendo, es porqué me seguiste hasta aquí...sola - guío su mano derecha a su espalda - en un callejón y sin ningún tipo de defensa - sacó el arma que estaba ya lista para disparar - pensé que eras mucho más inteligente que Jennie.
A pesar de la situación, Lisa no borraba su sonrisa.
_¿Vas a matarme? - señaló el arma - porque eso es para matar.
Tzuyu la miró incrédula ¿Qué demonios le pasaba?
_Te veías más cuerda en el internado, Jennie te está pegando sus manías y gestos - apuntó directamente a la rubia - déjame a ayudarte a no volver a verla.
_Adelante - esperó tranquila su muerte - mátame, no me importa - alzó los hombros - solo te voy a decir un pequeño detalle que me olvidé mencionarte - su sonrisa torcida volvía.
_¡Habla de una puta vez o a los tres segundos te disparo directo en la garganta! ¡Habla!
Lisa rió por su actitud.
_Verás, vine con un reloj - señaló su muñeca y volvió a unir sus manos tras la espalda - me quedan exactamente quince minutos para volver con Jennie. Si no llegó...- mordió su labios, solo disfrutando de la impaciencia de Tzuyu.
_¡Habla!
Lisa volvió a reír.
_Si no llegó en quince minutos, tu hija...- hice un gesto de disparo con sus dedos, señalando a su cabeza - ¿Ahora estás segura de querer matarme? Conoces muy bien a Jennie, sabes que lo haría - aquella sonrisa estaba irritando a la pelimarrón.
Tzuyu comenzó a sentir impotencia al no tener más opciones, gritó de la rabia y bajó el arma, dispuesta a escuchar lo que Lisa tenía para ella.
_¿Qué debo hacer? - preguntó directamente, no debía perder tiempo.
_Muy bien - volvió a acercarse a ella, quedando cara a cara - quiero que averigües dónde viven las detectives que mataron a mi hija - Lisa mostró recién una expresión seria - busca la dirección de Chaeyoung Park y Kim Jisoo. Pasa todos los días en las noches por aquí y en uno de esos días, yo estaré aquí esperándote. No quiero ni una trampa, Tzuyu - advirtió - si me atrapan, Jennie se encargará de que nunca más en tu vida vuelvas a ver a tu hija, ni mucho menos a tu querida esposa. ¿Entendido? - Tzuyu la miraba fijamente, no apartaba su mirada de ella, amenazante. Lisa volvió a sonreír y Tzuyu asintió, fué cuando la rubia comenzó a retroceder a pasos pausados - nos vemos, Tzuyu. Jennie te manda muchos saludos - rió.
Lisa huyó del callejón, dejando a la menor allí de pie y con el arma colgando de su mano.
***
Una hora después, Lisa llegaba tranquilamente al sótano donde la esperaba Jennie. Ella caminaba por el pequeño espacio con la bebé en brazos, la niña estaba ya casi dormida.
_Estás muy hermosa - Jennie levantó la mirada al oír su voz, Lisa la admiraba desde las escaleras.
_No te escuché llegar - la castaña le sonrió tiernamente al verla bajar - creo que ya se durmió, mírala.
Lisa llegó a su lado y abrazándola por la cintura, apoyó su cabeza en su hombro para mirar a Emily, la pequeña respiraba con tranquilidad y mantenía sus ojitos cerrados.
_Sí, ya se durmió - Lisa dejaba un cariñoso beso sobre el cuello de la castaña - ¿Y si la echas en su cuna? - fué bajando la prenda de su hombro, dejando más besos en el - quisiera tener un tiempo a solas con mi esposa.
Jennie inclinó la cabeza de lado para darle espacio a Lisa de chupar y besar su cuello. La rubia se pegaba más a la castaña, dándole a notar lo mucho que la necesitaba.
_Dame un momento - Lisa asintió y la soltó, Jennie se dirigió a la cuna de la niña para acomodarla.
Lisa la esperó sentada en la cama, sus ojos admiraban deseosos el trasero de su esposa. Guió su mano a su miembro, lo acariciaba sobre la tela en busca de un poco de satisfacción mientras esperaba a su chica.
Jennie dejó un tierno beso en la frente de Emily y la abrigó con cuidado de no despertarla.
_Cariño - Lisa la atrapó de la cintura y la cargó, haciendo reír en silencio a Jennie.
_¡Lisa! - regañó en un susurro sin dejar de sonreír.
_Es que, Jennie, te demoras mucho - la dejó recostada en la cama, riendo junto a Jennie - ¿No ves que me muero por estar dentro de tí?
_Sí, lo noté - Jennie sonrió pícara.
Sus labios se encontraron entre sonrisas, dando inicio a su especial noche.