La Razón de Estar Contigo

Capítulo 4

Camille

—¿Tu color favorito?— vuelve a preguntar Fany.

—Morado.— respondo.

Está haciendo una especie de juego para saber cosas de la otra.

—Tu turno.— dice mientras apunta lo que le dije en una libreta.

Es mi momento

—¿Te gusta ese amigo de Cameron?.— pregunto con una risa.

—Eres una listilla— murmura mirándome. —, y respondiendo a tu pregunta, no. ¡Te lo dije en la cena!

—Oh vamos, dímelo.

—Es la verdad. Asher es un muy buen chico, pero no le haría eso a mí hermano.— dice y la miro curiosa. —. Es algo complicado, mira, siempre he evitado tener algo con los amigos de mis hermanos, y aún que los amigos de Carlos son muy pequeños, no los puedo descartar. La cosa es que, no podría tener una relación con ellos jamás, no les haría eso, ya que si lo nuestro termina mal, no podrían ser más amigos y si lo son sería todo muy incómodo, pero esto último es poco probable.

La miro, la observo, la analizo y la respeto.

—Ese es un buen punto. Tu turno.— vuelvo a decir y esta vez es ella quien sonríe de lado.

Oh, no.

—¿Ex novios?— pregunta sonriendo.

—Uno.— respondo aclarando mi garganta.

—Necesito saber esa historia.— dice acomodándose en el sillón.

—Bueno, fue lindo, era siempre muy amable y se preocupaba mucho por mi y por mi madre, algunas veces iba conmigo a la sala del hospital. Le tenía mucho cariño, pero...

—No lo suficiente como para decirle que le querías.— termina ella por mi. Asiento.

—Son palabras llenas de demasiado compromiso y sentimientos que aún no me sentía preparada para decírselas.— explico y ella asiente escuchando atentamente.

Cambió de tema diciendo que quería que le enseñara preparar galletas. Algo a lo que obviamente no me negué, fany comenzó a buscar los ingredientes mientras sonría como una niña a la que le acaban de dar un dulce.

Mientras ella mueve la mezcla con una cuchara de madera, yo preparo el horno y la lata para colocar la mezcla.

—Por cierto, había olvidado mencionarte que este sábado es el cumpleaños de Carlos y le haremos una fiesta a la cual obviamente tu padre y tú están invitados.— me dice dejando de hacer su trabajo por un momento para mirarme. —. Entonces mi mamá dijo que era buena idea que hicieras el pastel que preparaste en la cena, claro si no tienes problema algu...

—No hay problema, me encantaría ayudar.— digo antes de que termine de hablar. Me gustaba mucho todo lo que tenía que ver con la preparación de postres, no podía negarme.

Asiente y me comienza a contar la temática de la fiesta.

—Estaran sus amigos de la escuela, uno que otro miembro de la familia y nosotros.— termina de decir a la vez que culmina su trabajo. — Listo.— dice mirándome con una gran sonrisa. La apremio por eso y comenzamos a colocar la mezcla por porciones con la cuchara de helados.

—¿Lo llevas bien?.— pregunta lavandose las manos, la miro sin entender. —. Lo de tu madre

Durante el tiempo que llevo aquí, habíamos hablado solo un par de cosas de mi mamá, más no sobre su muerte.

Asiento antes de hablar. —Al principio era algo muy complicado, demasiado realmente. No tenía ganas de continuar, me dolía mucho, pero pensar que aún tenía a mi padre me hacía despertar día a día y decirme a mí misma que todo estaría bien.— termino de decir soltando un suspiro.