« Extra;; Dos.

742 92 9
                                    

- Ni-Ki estaba en su séptimo mes de embarazo, su pancita había crecido mucho más, sus piecitos ya no los podía ver y su carita se veía más redonda debido al peso que había ganado; algunas estrías se veian en sus caderas pero su alfa les ponía aceite de coco para que no se marcarán mucho ya que al omega no le gustaba verlo.

Estaban recostados los tres miembros de la familia en el nido que SungHoon había hecho y lo había marcado con su aroma, su amado omega se había puesto muy mimado, más de lo que fue el embarazo de SoYeon.

Después de que habían descubierto con el médico, de que estaban esperando otra vez a una bonita niña, la cual la llamarían Sakura.

SungHoon abrazaba el cuerpo de su omega que dormía de su costado derecho mientras que SoYeon abrazaba al colado de Bisco, aquel perrito que años atrás rescato Ni-Ki y que a SungHoon mordia si no le daba de comer, pensaron que se quedarían pequeño.

Y fue así, el perrito media casi lo mismo que los peluches de SoYeon y estaba sumamente peludo.

— Hoonnie..—dijo Ni-Ki, frotando con sus manitas sus ojitos soñolientos, mientras que el alfa ponía ponía pausa su serie.

—¿Que pasa Kinnie?–pregunto el alfa, acariciando el vientre de su omega.

—Quiero chocolate, blanco, con una banana y fresas—dijo el omega, con una ligera sonrisa—¿Por favor?—pidió Riki.

SungHoon miro su reloj en la muñeca y suspiro internamente cuando vio que eran las siete de la noche, una buena hora para salir.

—Si mi amor, quédate con SoYeon, esta dormida, en un rato te traigo tus cosas—beso la frente de su omega y se deslizó por la cama.

—Pero no me dejes solito—hizo un puchero Ni-Ki.

—Pero tengo que ir por lo que me pides corazón—dijo SungHoon, acariciando los cabellos de Louis.

—Entonces no vayas—dijo Ni-Ki, con una sonrisa.

—¿Entonces no quieres ya nada?—cuestiono el alfa.

Riki movía su cabecita negando, mientras que sentía los brazos de su SoYeon rodear su pancita inchada y ronronear junto al aroma de su hermana.

—Bueno, solo ire por palomitas a la cocina y regresaré amor—dijo SungHoon.

—¡Con salsa!—pidió Riki.

—No puedes comer picante—dijo SungHoon.

—Pero si...— Ni-Ki guardo silencio cuando un líquido entre sus piernas mojo las sábanas—¡SungHoon!, ¡A-Alfa!—chillo Ni-Ki, con su respiración agitada haciendo que SoYeon se despertara y Bisco se pusiera alerta gruñendole a SungHoon.

—¡No me gruñas animal!,¡Vamonos al hospital!—dijo SungHoon, cargando a Ni-Ki al estilo nupcial.

Es que la llegada de sus hijas siempre los sorprende y nunca estan preparados.

Es que la llegada de sus hijas siempre los sorprende y nunca estan preparados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𓏲  𝗡𝘂𝗲𝘃𝗲 𝗺𝗲𝘀𝗲𝘀. ! #𝗦𝘂𝗻𝗴𝗞𝗶﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora