𝚂𝙰𝚃𝙰𝙽'𝚂 𝚂𝙾𝙽

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Un chillido se escuchó fuerte por todo el temible palacio, los nudillos del chico se tornaron en algo pálido casi blanco mientras hacía contraste con su rostro completamente rojo de la ira que sentía.

-¡Papá!- El grito volvió a escucharse por todo el castillo, mientras el pobre chico de la servidumbre limpiaba con esmero el cristal que había caído de sus manos. Un aura negra comenzó a asomarse, dando pie a aquel ser infernal que la cultura popular pintaba como alguien rojo, con cuernos y una pata de cabra y otra de gallo, cosa más alejada de la realidad. Tenía cuernos, claro está; pero cualquier chica o chico caería a sus pies con solo mirarle a la cara, sus ojos afilados junto con su mandíbula denotaba superioridad, la piel canela invitaba a ser tocada, sin duda digno de un ángel caído.Sin embargo, aquel ser demoniaco al que todos le temían era fácilmente manipulado por aquel chico de 1,74 haciendo sus clásicas rabietas de la mañana. —¡Papá, este chico me trajo batido de fresa! ¡Yo quería de plátano!— y volvió a patalear cual Niño pequeño. Lucifer no pudo evitar reír, dando un beso en la frente haciendo que su pequeño se calmara.

—¡Necesito un batido de Platano!...¡Ahora!— con aquella voz profunda y demandante miles de demonios salieron volando y corriendo por los pasillos del castillo trayendo cientos de copas llenas del líquido pedido por el pequeño, esto lo hizo aplaudir dejando de llorar falsamente

—Gracias papi, eres el mejor—Levantándose dejó un beso en su mejilla sorbiendo un vaso de cristal que el mismo escogió—¿Estarás ocupado hoy? Estaba pensando en ir de compras contigo, necesito unos pantalones nuevos, los de cuero están muy desgastados—

—Claro que si mi diablillo, mi Ni siempre tiene lo que quiere— y eso no era mentira, ser hijo del mismísimo señor del inframundo tenía sus ventajas; como el tener a todos los habitantes del infierno como banquillo para los pies, literal Ni-ki  chasqueaba sus dedos y tenía lo que quisiese— Por cierto, ya vas a cumplir 20 años, la edad permitida para ir a la superficie,¿piensas ir?—Namjoon, o mejor conocido como "Lucifer" estaba al tanto de la curiosidad de su único heredero sobre el mundo humano, nunca fue algo difícil para él el entender a su hijo, menos en un momento como este.

—Voy a ir solo a ver qué pasa por aquel lugar, no por nada más, mera curiosidad—Los típicos bigotitos de espuma producidos por el batido se mostraron en su rostro. Su padre solo sonrío enternecido, limpiando con ambos pulgares el rostro del pequeño diablillo. Ambos caminando por el castillo formado de huesos de miles de victimas del inframundo, siendo solamente posible porque aquel ángel caído que alguna ves estuvo a la diestra de Dios ahora era el mayor pecador y el padre de la mentira. Aun así no se arrepentía, de ser así su querido Sunoo no hubiera existido, una de las únicas alegrias que tenia aun en ese mundo subterráneo tan cruel. —¿Me dejarás ir, papi?—

—Claro que si pequeño diablillo, de eso no lo dudes, solo tendrás que ir con Jungwon para que te cuide— Unos pequeños golpes en el piso no se hicieron esperar, era un típico berrinche por parte del heredero infernal, sus mejillas se tiñeron de rojo y sus belfos estaban marcados en una boquita de patito

—¡No quiero! ¡Wonnie  no me deja hacer nada!—

—¿que dijiste?—Un pequeño brinquito de susto fue dado por el príncipe, a su lado el chico con orejas peludas cual gatito se encontraba a su lado.—Y tienes razón, arriba está el verdadero infierno, los humanos son los seres más despiadados que puedas conocer—

—¿ves?—Señaló con clara obviedad hacia su lado, Lucifer solo podía reírse. Ambos chicos eran tal para cual, por algo Jungwon era el Shikigami de Riki, designados a estar juntos toda la eternidad.

—Vamos, Wonnie solo va a cuidarte, ademas será un buen guía, recuerda que era un humano— Mientras Lucifer daba su platica Ni-ki hacia gestos burlescos, hasta que él chico gato pisó su pie, gritando adolorido—Además es el único que puede controlarte—

—Obvio mi señor, mantendré a este demonio controlado— Cruzó los brazos con superioridad, recibiendo solo que el pequeño Sunoo sacara la lengua

—Decidido, en cuanto sea el eclipse lunar del 24 de Junio podrás ir al mundo humano—

—¡Siiiiiiii!—Sujetó a Jungwon de Los brazos dando vueltas, la mirada del chico gato era seria pero para Sunoo era uno de los momentos más felices de su vida— ¡Gracias papi! Gracias, gracias, gracias— con cada"Gracias"pronunciado un beso era dejado en la cara del rey del inframundo, corriendo después hacia los pasillos del palacio; claro está, sujetando a su fiel amigo de la mano para que le siguiera

—Mi diablillo ya está creciendo— Negó el ángel caído con su cabeza, dando media vuelta para poder seguir con su rutina aún marcada por su creador

Mientras un diablillo estaba sumamente entusiasmado por su cumpleaños, un chico en la tierra de unos 21 años era azotado fuertemente con una fusta de cuerdas, mejor conocida como flagelo. Sus lagrimas surcaban sus mejillas aceptando el castigo condenado por Dios por aquella fechoría.¿ Cuál era su pecado te preguntaras? ¿Qué hizo para merecer tal castigo? ¿Qué delito cometió?

—¡No se miente!¡Satanas es el padre de la mentira! ¡Nunca vuelvas a mentir!— Asentía con cada azote, su espalda llena de marcas y heridas fue dejada en paz por su progenitor, permitiéndole al fin vestirse. —Y que ni se le ocurra a tu madre curarte, así como cristo sufrió por nosotros debes de entender por las malas, Sunghoon—

Si, esa era la vida de Park Sunghoon desde que tenía memoria, era lo único que conocía, y por tanto debía aceptarlo. No quería ser condenado al infierno de fuego y sufrir por toda la eternidad, quería ser un ángel y vivir en el paraíso eternamente. Si, Sunghoon era religioso, y nada cambiaria aquello

𝙼𝙾𝙽𝚃𝙴𝚁𝙾(𝚂𝚞𝚗𝚐Ki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora