El día había empezado bien para Sunghoon, llegó a tiempo a la escuela como era costumbre y se encontró con sus amigos. Jay se disculpó con ambos por su actitud, pero igual pidió comprensión. Es decir, encontrarse con que los demonios existen y puedes hablar con ellos es algo difícil de creer, más que nada para alguien ateo como Jay.
En cuanto a Jake se pasó toda la mañana tratando de convencer a Hoon de bajar al infierno para recuperar el alma de Heeseung, quien para su mala suerte seguía rechazando tal petición.
Para sorpresa de Sunghoon quien era el que más lo notaba Ni-ki se mantenía muy callado. Les seguía de lejos contestando alguna pregunta que Jake ocasionalmente le hacía o soltando algunas risitas que más que nada eran carcajadas burlándose de los comentarios ocurrentes de sus amigos. Para la hora del descanso Jay se fue a la cafetería y Jake tenía que hablar con uno de sus maestros, dejado a Sunghoon y al demonio solos.
—Oye— Sunghoon le miró curioso, sin decir nada— ¿Eres feliz con ellos? —
—¿Qué quieres decir? —
—Te portas muy diferente a cuando están tus padres al rededor— Ni-ki sonrió mostrando sus colmillos— Los humanos fingen muy bien—
—No finjo nada— La vista de Park se posó sobre el piso como si fuera lo más interesante del mundo— Es supervivencia—
—Hablando de eso— Ni-ki se arrojó al piso sentándose en el mismo, seguido de Sunghoon tomando asiento de forma más delicada— Eso que dijo tu papá del "privilegio", ¿Qué es? — De forma casi inmediata las manos del humano se apretaron sobre su pantalón de uniforme haciendo una mueca mal disimulada, por un momento Riki se arrepintió de haber preguntado.
—Cuando me gradúe sustituiré a mi padre siendo el líder de la iglesia--
--¡Estas loco de remate! -- El grito de Ni-ki se escuchaba más oscuro y tenebroso que de costumbre-- ¿Como vas a aceptar algo así? --
--No es como que tenga otra opción, es lo que tengo que hacer--
--¡No, no tienes! -- Rápidamente el demonio se posiciono frente a Park, reluciendo su cabellera rubia donde empezaban a relucir unas raíces negras, ¿Los demonios de teñían el cabello? Pero lo más tenebroso para Sunghoon fueron aquellos ojos que comenzaban a teñirse de negro, justo como aquella vez. --¡Es tu vida, tú decides que hacer con ella! --
--No lo entiendes--
--¡Claro que lo entiendo--Ni-ki se aferró a sí mismo en un abrazo algo brusco, enterrando sus largas uñas en su propio brazo dándole la espalda al humano-- Sé lo que se siente que todos tienen grandes expectativas de ti y no puedas cumplirlas, nunca recibes un "estoy orgulloso hijo" o "lo hiciste bien"; solo es ausencia y reclamos. -- Sin poder controlarse las lágrimas comenzaron a salir de aquellos oscuros ojos, siendo eliminadas con brusquedad por las manos del demonio-- Tienes que llenar un lugar que no quieres solo porque naciste en una estúpida familia con privilegios donde tienes que fingir que todo está bien cuando en realidad es una porquería, solo para guardar las apariencias...--
Ni-ki se detuvo ante la calidez de los fuertes brazos de Sunghoon abrazándole por detrás. No podía creerlo. Ambos se quedaron callados unos minutos solo escuchando los sollozos del contrario, pues desde hace rato ambos lloraban tratando de ser lo más silenciosos posible y fingiendo que el otro no se daba cuenta del estado ajeno. El primero en romper el silencio fue Park, dándole la vuelta al demonio para verlo de frente, sonriendo para aquellos ojos llorosos y mejillas sonrojadas, resaltando por la palidez de su piel.
-- ¿Terminaste de reflejarte? --
--¡Ya cállate! -- Riki le empujo sorbiendo su nariz caminando a la puerta, deteniéndose en el marco dando media vuelta-- Sé lo que se siente estar en el infierno--
--Yo también-- Sunghoon se acercó tomando con delicadeza la mano de Nishimura apretándola contra la suya mientras sonreía, guardando las carcajadas por la sorprendida mirada del príncipe-- Gracias por darme al menos un pedazo de cielo cuando estoy contigo--
Los ojos de Ni-ki volvieron a su color natural más su rostro se tiñó de rojo hasta las orejas, mirando a todos lados menos al humano frente a él, retirando su mano de la contraria tosiendo con la garganta seca.
--Si bueno, soy fabuloso-- Ya volvía aquella altanería que tanto le caracterizaba, solo que esta vez la acompañaba un nervioso tartamudeo-- No tardas en amarme, yo lo sé--
--En tus sueños, príncipe--
Ni-ki iba a protestar e insultarlo, estaba a punto de hacerlo; más se detuvo cuando reconoció el apodo utilizado por Park. Príncipe. ¡Park Sunghoon le había llamado príncipe! Cosa que le remarcó todo el camino a casa del humano y cuando se dice todo... es todo.
La cabeza de Sunghoon dolía de tanto parloteo y estrés, que incluso tardo en percatarse de que ninguno de sus progenitores estaba en casa; al fin un día de paz y tranquilidad. Pidió comida a domicilio, evitando un regaño de su padre por hacer "cosas de mujeres", algo tan sencillo como cocinarse para poder vivir. La comida era deliciosa, más el demonio acostado frente a él abarcando toda la mesa le molestaba.
--Ni-ki, abajo--
--Me llamaste príncipe-- Las piernas del demonio se movían de frente hacia atrás, dándole un aspecto tierno, mirando a Sunghoon con su rostro recargado sobre sus manos-- ¿Soy tu príncipe? --
--Eres el príncipe del infierno, eso me quedo claro desde el primer día--
—¿Y soy tuyo? — Un pequeño toque en la nariz de Park le hizo fruncir la misma, mirando al demonio algo molesto.
—¿Podrías al menos darme un descanso? —
—¿Soy tu príncipe? — Sunghoon se levantó de la mesa dejando los platos plásticos de comida en la basura recargándose sobre la barra de la cocina con los brazos cruzados mirando fijamente a Ni-ki.
Por su parte el demonio se sentó en la mesa dejando sus piernas colgando regresándole la mirada algo desafiante y burlona a Park Sunghoon aunque por dentro su muerto corazón latiera más que nunca, y es que podía notar como los ojos del humano le examinaban, siendo el primero que rompía con ese juego de miradas el mismo Ni-ki
-- ¿Vas a hacer tu tarea? Si quieres te acompaño-- De un brinco bajó de la mesa dándole la espalda a Sunghoon, caminando a las escaleras sin escuchar los característicos pasos detrás de él-- ¿Me escuchaste? --
--¿Nervioso? --
--¿Hablas de mí? -- Por más que lo ocultara el tono de su voz lo delataba, además de que sus indas orejitas puntiagudas se tornaban rojas, Park ya había notado eso-- No juegues, yo no soy el gay de closet acá--
--Si tú lo dices--
Sunghoon lo pasó por delante subiendo las escaleras primero, seguido del demonio soltando gritos y maldiciones pidiendo que no se burlara del mismísimo príncipe del infierno. Por su parte el corazón de Hoon latía como loco, nunca había visto ese lado de Riki y si le hubieran preguntado hace tres semanas atrás nunca hubiera imaginado que un demonio tuviera sus mismos problemas. Aquella imagen de Ni-ki siendo vulnerable por primera vez le enterneció tanto que lo abrazó como mero impulso. ¿Estaba bien? ¿Estaba mal? No lo pensó.
Pero para ser su primera vez, el cuerpo se sentía tan cálido entre sus brazos que solo pudo compararlo con el calor humano, no con el de un demonio.
"Es un príncipe" se repetía en su mente cuando solo lo observaba sentado en aquella mesa moviendo sus pies de adelante hacia atrás.
"Un verdadero príncipe"
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𝙼𝙾𝙽𝚃𝙴𝚁𝙾(𝚂𝚞𝚗𝚐Ki)
FanficAsí que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, al que llaman Diablo y Satanás, que está engañando a toda la tierra habitada. Él fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apocalipsis 12:9) 💕Sungki(Par...