𝙼𝙾𝙽𝚃𝙴𝚁𝙾(𝚂𝚞𝚗𝚐Ki)

𝙸𝚜𝚊𝚒𝚊𝚜 𝟼𝟹:𝟷𝟶

Ambos jóvenes detrás de la cama observaban al pequeño y curioso demonio, que cabe aclarar no era para nada aterrador como ambos se imaginaron; aunque lo que se imaginó JaKe era más una mujer conocida como "Lilith" no a un joven que observaba todo con curiosidad dentro de un círculo de sal.

—¿Que hacemos?—

—¡Tú fuiste el idiota que me obligó a invocarlo— Ambos susurraban alterados, no es como que pudieran hacer gran cosa

—Seguro fue la marihuana que fumé hace rato-

—Uhm... no, soy muy real—

Aun sin creerlo voltearon a la vez, el chico de mechones rubios les sonreía a ambos saludándoles con su adorable sonrisa y ojos rasgados. Se veía inocente, puro, como si de un ángel se tratara; lo que despertó más sospechas dentro del joven Park. ¿Dónde estaban sus cuernos?¿ Porque no era color rojo y se veía como una bestia? ¿Iba a matarlos?

—No guapo, no voy a matarlos—Sonrió mostrando sus colmillos, una poca característica de un demonio— seria muy estupido de mi parte matar a mi brujo—

—¿¡Brujo?!— si, ambos amigos ahora se estaban escandalizando

—¿No leyeron las pautas? Estaré encadenado a la persona que me evocó hasta la próxima luna roja—

—Tienes Que estar bromeando....—

Si mal no entendía, la próxima luna roja sería en tres meses.¡tres jodidos meses en los que el pobre Park Sunghoon tendría que lidear con una criatura desterrada del cielo por obra de Dios, y todo por un capricho de JaKe.

—¡yo no te invoqué para esto!—El australiano encaró al demonio, acercándose respetando el círculo de sal— ¡se supone que me mostrarías el alma de mi ser amado!—

—Lindo, hay normas que seguir— Riki podía ser el príncipe del infierno, pero su padre se había encargado de enseñarle todo sobre el infierno y sus pautas—La única forma en que veas a tu Sugar Daddy es si vas al infierno por él, o en este caso ese adonis de allá—

Señaló a un nervioso, tenso y sudado Sunghoon que no paraba de comerse las uñas.¿que le dirían sus padres? Esto ameritaba ser expulsado de su congregación y de todas partes relacionadas con la iglesia. Su mente era un lío, un caos; todo lo que hizo estos años para que su reputación se mantuviera limpia no valían de nada, porque había invocado a un ser del hades.

—¿Entonces que tenemos que hacer?—

—Es fácil, muñeco—Ni-ki era coqueto por naturaleza, su madre fue la primera súcubo de la historia— ese precioso papi de allá me acompaña al infierno, sacan el alma de tu noviecito zombie y todos felices—

—No, no, no— Park daba vueltas y vueltas rascándose la cabeza, o más bien arañándose—Esto no puede estar pasando,¿que voy a hacer con un demonio por tres meses?—

—Puedes follarme—

—No voy a..—El rostro de Park se tornó rojo, completamente avergonzado por lo que decía—¿tú no tienes decencia?—

—Mi madre es un demonio de la lujuria, tú dime— Era obvia la respuesta.

Pronto serían las cinco de la mañana, hora en que Sunghoon tendría que "levantarse" para cumplir sus deberes. Miró al demonio y a JaKe con un rostro más que nada de pánico, suspirando después.

—Dime que puedes ocultarte a los ojos de las personas—

—Claro bombón— levitando de una forma que para Park era aterradora se lanzó a sus brazos quedando sobre el humano de una forma nupcial, cosa que ponía nervioso al contrario— Aunque si quieres puedo ser tu novio por tres meses—

—¡No gracias!— Le soltó de manera brusca, dando varios manotazos para que se alejara— No me gustan los hombres—

—Hoon tranquilízate, se que estás nervioso y aterrado por tu padre pero míralo como...—

—¿¡Cómo quieres que lo mire?! Es un demonio JaKe, solo quiere aterrorizar personas—el ceño del demonio se frunció en notable molestia, cruzando sus brazos— poseen personas, les hacen cosas horribles y solo te llevan por el camino del pecado—

—Hola, sigo aquí— el mencionado levantó una mano, dirigiéndose a Sunghoon más que enfadado, ya de frente y con su rostro serio encaró al humano, el cual se moría de miedo— Escucha humano, si tan malos somos no estaría aquí dispuesto a ayudarlos, así que calla esa bonita boca o juro que me encargaré de hacer tu vida un infierno—

—No creo que puedas hacerla más terrible de lo que es—

Por alguna razón Ni-ki se puso nervioso. Es decir, la mirada fría y sin esperanzas de Park le aterraba, le recordó a aquellas almas sin esperanzas del hades con las cuales no le gusta toparse. Los humanos son aterradores.

Una repentina melodía quitó la tensión del lugar, marcando exactamente las 5 am.

—¡Maldición, mis padres!— Despidiéndose de JaKe con un burdo agitamiento de manos salió corriendo de la casa de su amigo para dirigirse a la suya.

Esto era un completo desastre, tenía a un demonio flotante siguiéndolo, a esta hora ya tendría que estar en la ducha y si sus padres se enteran de que no pasó la noche en su cuarto el demonio rubio sería el mejor de sus problemas.

Volvió a entrar por la ventana siendo lo más silencioso que pudo, arropándose en su cama como si no hubiera pasado nada. Todo estaba en orden, se podía escuchar a sus padres detrás de la puerta haciendo sus actividades, pero había un problema, un molesto y rubio problema.

—¿Yo que hago?—

—¿¡Tú?!, escóndete donde puedas y deja de molestarme—

—Como si pudieran verme—

La puerta fue abierta llamando la atención de ambos, una señora con apariencia amable se acercaba a Sunghoon, a los ojos del demonio suponía que era su madre.

—Cariño, se te hará tarde para ir a clases—

—Lo siento mamá, tuve algunas pesadillas y no podía dormir— eso era claramente una mentira , el demonio le sacó la lengua enterado de lo que hacía, haciendo que Sunghoon solo rodará los ojos—

—Ya te e dicho que no hagas esas caras, Sunghoon—

—Lo siento mamá—Riki no podía contener la risa, parecía un niño pequeño siendo regañado por su madre, era memorable—

—Vamos cariño, tu padre quiere que lo acompañes a dar el sermón esta mañana, alístate— le dió un beso en la frente retirándose  del cuarto de su hijo, sin saber que lo dejaba solo con un medio fantasma, medio demonio, medio adolescente que no paraba de reír

—Cállate, iremos a la iglesia—

—¿A DONDE?—