Confesión

219 19 5
                                    

— Repórtate enfermo mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Repórtate enfermo mañana.

Sonrío adormilado y lo beso en la frente.

— Ya es mañana.

— Entonces repórtate enfermo hoy.

— Nunca me reporto enfermo, incluso si lo estoy.

— ¿Por favor? No lo sé... No sé cuánto tiempo pueda tenerte así. No estoy listo para dejarlo ir.

Aprieto su cuerpo contra el mío y lo inhalo. Solo quiero memorizar este momento. Su aroma, su sabor, su suavidad. Quiero que se queme en mi mente como un tumor, creciendo e influyendo en cada pensamiento y acción.

Kook besa mi pecho desnudo, sus labios tan cálidos y delicados, como el roce de una pluma.

— ¿Por favor?

Con un brazo todavía metido debajo de su cuerpo, me estiro para agarrar mi teléfono.

— Listo — digo después de enviarle un mensaje de texto a Diane — Hoy estoy enfermo. Tan enfermo. Me pregunto si alguien será mi enfermero hasta que me recupere.

Siento que Kook sonríe contra mi pezón.

— ¿Me está pidiendo que sea su enfermero travieso, señor Yugyeom?

— No lo sé. ¿Sabes algo de curación sexual?

Me besa de nuevo. — Definitivamente. Pero luego, ¿de acuerdo? Realmente quiero hablar contigo.

Ruedo mi cuerpo hacia él y acomodo mi brazo, para que pueda descansar su cabeza en mi bíceps.

— ¿Acerca de?

— Acerca de... — su mirada se vuelve vidriosa y distante — Lo que sigue.

— ¿Lo que sigue?

— ¿Qué sigue?

Trago y respiro un poco para reunir mis pensamientos. No puedo pedirle a este hombre que abandone a su marido. No puedo decirle que arruine su lujoso estilo de vida a cambio de uno de refugio y aislamiento. Esto no es lo que conoce. Financieramente, podría darle a Kook lo que él quiera, ¿pero socialmente? sería como yo. Un marginado. Una estrella caída que una vez brilló más que un millón de diamantes.

No puedo estar seguro que una vida conmigo sea suficiente para él. No puedo estar seguro que incluso yo sea suficiente para él.

— ¿Qué quieres para lo que sigue, Kook? — aguanto la respiración.

Sus ojos recorren mis labios, mi barbilla, mi cuello y luego regresa a mi rostro.

— No lo sé. El futuro da miedo. Solo sé que nunca me he sentido así antes. Nunca he estado tan fuera de control, ni he sido tan imprudente y estado totalmente envuelto en una persona... nunca. Pero, ¿y si de nuevo todo esto es solo un subidón temporal? ¿Qué pasa si el tabú de todo esto es lo que nos impulsa a estar juntos?

Taller de educación sexual 🔥 YKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora