Capítulo 4 ~ Por primera vez.

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Capítulo 4

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«Querido Fred,

¿Alguna vez te volviste loco al sentir que todo cambia demasiado rápido?

Los momentos de desenfreno y el alcohol ya son cosas del pasado, aunque... ¡Cuánto me gustaría seguir siendo esa chica que no tiene remordimientos! Porque, Freddie, las dudas corren por mi cabeza... ¿Qué es aquello que se esconde detrás del humo del cigarrillo? Porque el corazón me late con fuerza y es algo que no quiero que se detenga. ¿Tan difícil es volver a aprender a vivir? ¿Bailar debajo de la luna sin miedo sintiendo su brillo sobre mi piel?

Siento que caigo, y aún no sé a qué... Nos estamos haciendo mayores, sin tí. He pensando en eso últimamente, lo rápido que cambian las cosas cuando pareces tenerlo todo. Como soñar que estoy contigo y ver que desapareces cuando despierto.

Pero vivir con George me ha enseñado una cosa, y es que no hay nada que temer, incluso cuando las cosas cambian.

Porque de una cosa sí estoy segura... que te hayas ido jamás nos cambiará a ti y a mí.

Denébola Black»


***

Domingo 22 de Agosto de 1999.

Tumbada sobre la arena caliente, Denébola tostaba su piel bajo el sol abrasador. Por su piel corrían las gotas de agua salada que se resistían a mantenerse con ella a pesar de que ya hacía más de veinte minutos que había disfrutado de un breve baño con Reggie.

Era hipnótico, o eso le parecía a George, los surcos que el agua iba creando desde la línea del pequeño traje de baño de la joven Black hasta acabar golpeando la fina arena blanca tras recorrer sus muslos.

Llevaba la cuenta. Ya había observado la travesía de quince. Algunas eran más rebeldes e iban hasta cerca de su rodilla, permitiendo al pelirrojo observar más de las largas piernas de Dené. Habían sido exactamente dos de ellas, y le habían provocado un nudo en la garganta que le costó mucho tragar, pero era mejor mirar esas que las que nacían del valle de sus pechos porque...

¡Qué calor! Cómo que la temperatura estaba subiendo, ¿verdad?

Retiró la mirada cuando Dené se removió lentamente para lograr obtener una postura más cómoda y él decidió que era el momento de parar aquello que le estaba volviendo loco. ¡Era la novia de su hermano! ¡Y la estaba devorando con la mirada! ¡Debía caersele la cara de la vergüenza! Pero...

Volvió a mirar a la chica tras una breve comprobación de que Reggie estaba perfectamente dormido bajo la sombra de aquella sombrilla que Dené había traído. Le era imposible no mirarla con detenimiento últimamente, como si algo le atrayese hasta ella. Era magnético.

La forma en la que humedecía sus labios exactamente cada seis minutos. Cómo su pecho subía y bajaba despacio cuando estaba a punto de dormirse. Cómo acercaba el cigarrillo a la comisura de su boca lentamente. ¡Y cómo se mordía el labio inferior cuando pensaba!  ¡Hasta esa extraña manía de fruncir la nariz cuando algo no le gustaba! A él todo eso le parecía adorable.

Eso era algo que en lo que George había pensado últimamente, en cómo había pequeños detalles en los que él siempre se había fijado. Siempre habían estado allí para que él pudiese admirarlos, pero nunca antes... Nunca antes se había sentido así, con ese ardor en el pecho cada vez que ella estaba cerca. En como jadeaba por ser incapaz de respirar si ella lo miraba. ¡A él! ¿Sería que la atracción que siempre sintió desde que la vió por primera vez nunca se fue? ¿Sería que había esperado latente esperando el momento para florecer en sentimientos?

Cómo me enamoré de la última de los Black. || Libro 2 • GEORGE WEASLEY ||  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora