One-Shots Solangelo

De bienvenidas y propuestas

Nico siempre lo negaría si alguien lo dijera, pero había bajado casi corriendo las escaleras al escuchar que tocaban la puerta, emocionado al saber perfectamente quién era, después de todo lo había estado esperando toda la tarde.

Al abrir la puerta sus ojos se encontraron con los azules de su novio, al cual tenia más de seis meses sin ver porque estaba en la universidad. Abrió la boca para hablar pero antes de lograrlo Will se lanzó hacia él, tomando su rostro entre sus manos y juntando sus labios en un beso presuroso que Nico correspondió sin chistar cuando salió de su estupor.

Will sentia la felicidad recorrer su cuerpo al besar a Nico, que le devolvía el beso con la misma emoción que él. El rubio atacaba sus labios con fuerza, chupando aqui y allá, recorriendolos como si fueran el elixir que le devolvía a la vida. Al separarse jadeaban fuertemente, pero el rubio dejaba castos besos en los labios de Nico, aún sosteniendo su rostro, impidiendo que se alejara más de lo necesario.

Lo había extrañado tanto en los últimos meses, odiaba tener que estar lejos de su novio, nunca pensó que sería tan aburrido estar sin él, puede que Nico no fuera el novio más cariñoso ni nada pero Will se había acostumbrado a su presencia callada y sus demostraciones de afecto silencioso. No poder molestarlo, besarlo, tocarlo y saber que no estaba cerca para él, habían convertido esos meses en unos muy molestos.

—Will— hablo Nico cuando Will por fin había dejado de atacar sus labios, ahora se concentraba en abrazarlo y esconder su cabeza en su cuello.— La puerta aún esta abierta, necesito que nos movamos para cerrarla.

Will aún apretujando a Nico dio unos pasos a ciegas hacia atrás y éste rodando los ojos por las acciones de su novio (aunque muy en sus adentros feliz por eso) cerró la puerta.

—Solo fueron unos meses, no seas dramático— Nico a pesar de la quejas lo abrazó también.— Actuas como si no nos hubiéramos visto en años o como si volvieras de, no se, la guerra.

—Los exámenes te hacen sentir como en una— bromeó saliendo de su escondite y mirándolo a la cara— hola cariño.

—Hola Will— respondió divertido.

Will lo miró unos segundos y luego pasó su lengua por su labio inferior, algo que hacía cuando estaba a punto de decir o hacer algo tonto, así que Nico entrecerró los ojos, esperando la acción.

—Esto quizá suene mal, pero... ¿Podemos tener sexo de bienvenida primero y charlar despues?— Will se sonrojó un poco al decirlo, pero movió sus manos para envolver su cintura, con una mirada ansiosa y deseosa.

Las cejas de Nico se alzaron en sorpresa y un pequeño sonrojo invadió sus mejillas. Lo pensó durante un segundo, aunque en el fondo sabía su respuesta a la propuesta de el rubio, su padre como siempre no estaba y Hazel no llegaría hasta unas horas después.

Así que se encontró a sí mismo asintiendo y Will sin perder tiempo atrapó sus labios y lo apretó contra él, Nico pudo sentir perfectamente su erección cuando sus cuerpos se juntaron, lo que lo hizo sonreír en el beso, se separó para tomarlo de la mano y guiarlo a su habitación.

Fue una tarde llena de suspiros, jadeos y gemidos, seguidos de ese subidón de adrenalina que les recorría al sentir las caricias del otro, luego de unas horas se encontraban acostados y tal como Will le había dicho le habló detalladamente de todas las cosas que no le había contado por teléfono.

Fue la mejor bienvenida.

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Esto era más largo y con muchos detalles de la bienvenida *Guiño, guiño* no sabía si sería bueno incluirlo, si quieren que lo haga díganmelo aquí y con gusto lo terminaré de editar e incluire.