Los rayos de luz me traspasan las pupilas y me despiertan de un extraño sueño. La luz atraviesa los pequeños agujeros de las hojas y llegan directamente ha mi cara, y cierro los ojos al instante, recuerdo muy bien lo que paso ayer por la noche, y no pienso hablar de eso delante de Luke.
Me incorporo de la hamaca y la cabeza me da vueltas, miro a la hamaca de Luke, pero no está, giro la cabeza de un buscándolo, pero no esta, "seguramente se halla ido a hacer algo al bosque o cualquier otra cosa", me digo a mi misma.
Un ruido me sobresalta, pero cuando me doy la vuelta, veo que es Luke, tiene todo el pelo mojado y me mira con buen humor, esta hermoso, y el corazón me da un vuelco cuando le miro a los ojos azules.
-He ido a darme un baño, espero que no te importe, y tú deberías bañarte también, aquí cerca hay un lago, puedes bañarte, estaré esperándote en casa- dice y sigue andando.
- Vale, pero primero explícame como puedo bajar de aquí.- digo
-¿Ves esa escalera?, por ahí.- dice y me dirijo a las escaleras para bajar.-Ah, y otra cosa, no te pierdas , todo recto y lo encuentras, esto..., toma mi camiseta, y sécate con ella.- dice y cuando se quita la camiseta, veo su cuerpo, con la piel clara, y bastante musculoso, esa buenísimo, no consigo apartar la mirada, pero cuando me lanza la camiseta a la cara, me doy cuenta de que lo ha intuido y me empiezo a reír a al vez que el, y salgo de la casa bajando las escaleras mientras el siga riéndose.
El camino es mas corto de lo que me imaginaba, las ramas de los arboles no me dejan ver el cielo, pero cuando llego la lago, veo que el sol brilla y no hay ni una sola nube en todo el cielo, el agua brilla y la hierba de alrededor es completamente verde.
Me quito la ropa y me meto en el agua, no esta fría, pero tampoco esta caliente, meto la cabeza en el agua y comienzo a bucear, saco la cabeza para coger aire y vuelvo a entrar en el agua, es una sensación agradable, en mi pueblo, no solía ir muchas veces a la piscina, por que tenia que quedarme a cuidar de mi familia, pero hoy puedo permitírmelo. Me imagino a Luke bañándose en este lago y me estremezco, y se me forma una sonrisa tonta, me lo imagino sin camiseta y con unos pantalones bastante cortos, buceando como lo hago yo, y pensando en mi, me borro ese recuerdo de la cabeza por que me hace parecer una niña pequeña, pensando en alguien a quien a penas conoce, pero no puedo reprimirlo y me vuelvo a reír.
Después de un buen rato en el agua, me seco con la camiseta de Luke, huele a el, me encanta, me pongo la ropa y vuelvo a su humilde casa.
Cuando acabo de subir las escaleras, Luke esta sentado en la hamaca escribiendo y hago como que no lo he visto, agacho la cabeza y hago como que estoy intentando ponerme bien los zapatos mientras digo:
-Ya he llegado.- y Luke me mira sonriente.
- Me imagino que tendrás hambre ¿no?- pregunta.
- Si, bastante- digo.
- He estado buscando comida para comer, toma, se llamas Grandutaks, sabes a fresa, pero alimentan mas.- dice ofreciéndome una fruta bastante grande y rara.
-Vale, gracias.- digo y me siento en la hamaca enfrente de el.
- ¿Quieres hablar de algo?- pregunta.
-¿Me vas a ayudar a ir en busca de mi madre?- pregunto y sonríe.
- Claro, en un par de días, tengo que preparar todo.- dice y le da un bocado a la Grandutaks.
- Vale...- digo
- Te gusta leer ¿no?- pregunta
-Claro.- digo
- Toma, lo cogí de mi casa antes de marcharme, lo he leído infinitas veces- dice y me entrega un libro, la portada es bastante oscura pero el titulo lo puedo leer con caridad "El amor engaña"- es sobre un chico, que conoce a una chica, lo de siempre, pero la historia es bastante distinta, cuando lo leas, me das tu opinión.- dice y levanto la vista del libro y se me forma una sonrisa con los labios.
-Gracias, es genial, lo leeré luego.- digo y lo dejo a un lado para poder seguir comiendo.
- De nada, es un placer.- dice
- Hay una cosa que no me has dicho- digo
-No se que puede ser.- dice
- ¿Cuantos crees?- pregunta sonriendo.
- No se, 19, no se.- digo y las mejillas se me sonrojan.
- Tengo 20 años- dice.
- Pues casi- digo riéndome.
- Si casi, jajaja-
-Yo tengo 18.- digo y el sonríe maliciosamente.
- Pues no te llevo tanto ¿eh?- dice levantando las cejas de la forma más sexi posible.
- Tú a mi tampoco.- digo encerrando los ojos y poniéndome la mano debajo de la barbilla, estoy intentando reprimir una carcajada, me encanta.
- Sheila, me encantas.- dice y me deja sin respiración.- Se que te conozco poco y tu a mi también, pero como tu bien has leído, desde el momento en el que te vi, supe que estabas hecha para mi, se que es muy pronto pero crees que... algún día podríamos...,- y en ese momento se calla, no estoy preparada, no puedo, es demasiado pronto, pero mi boca actúa antes que mi cerebro.
- Si, podría ser- no puede ser que haya dicho eso, estoy fatal.
- ¿De verdad?-
-Si claro, porque no.- digo y cuando acabo de decirlo, siento como sus labios se junta con los míos, es una sensación bastante agradable, están mojados, y me agarra de la nuca para acercarme a el, no se si estoy haciendo lo adecuado, pero en esta momento no me importa, se despega un segundo, pero no le dejo y lo vuelvo a acercar a mi, lo necesito en este momento, y el corazón me palpita a cien por hora y noto como el suyo también. Cuando nos separamos, tiene las mejillas rosadas y los ojos brillantes.
-Poco a poco ¿vale?- pregunta y yo asiento, esa sensación que siento por el, no la había sentido nunca con nadie.
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Nunca ¿verdad?
JugendliteraturSheila, una chica de 18 años, que vive con su madrastra en un pueblo apartado de todo lo que conoce. Sheila, tendrá que llegar a su antiguo pueblo, pero la guerra, no podrá detenerla. ¿Conseguirá Sheila lo que quiere?, ¿Sabrá como actuar en caso de...