-¡Ashsen! - grito sin parar.
- Sheila, no está, se ha ido.- contesta Luke y me mira directamente a los ojos.
- Le pude parar cualquier cosa, y si le pasara algo, no podría perdonármelo.- contesto secándome las lágrimas.
- Ven, vamos a casa, necesitas descansar para mañana, yo lo buscare
- Vale.- asiento y subo a la casa y me desplomo en la hamaca, ha sido un día muy largo y necesito descansar, mañana iré en busca de mi madre y nada me detendrá, absolutamente nada.
...
Me despierto sobresaltada y sudada de la cama y el único recuerdo permanente que tengo en la cabeza en Ashsen.
-¡Luke!- grito y aparece corriendo por las escaleras.
- Encontré a Ashsen, no viene.- dice y se vuelve.- Ah, y nos vamos en media hora, si quieres claro.
- Sí, sí, claro.- me incorporo y me comienzo a vestir, hoy será un gran día.
Media hora después estamos partiendo para Bash, un pueblo a unos 4KM de distancia.
-Aproximadamente tardaremos una hora, compraremos las provisiones y nos iremos, ¿te parece bien?
- Si claro, sin ningún problema.
- ¿Hablamos de algo?
- No sé qué decir...
- ¿Cómo es tu madre?- pregunta incómodo.
- Es maja y muy atractiva, tiene un pelo rubio bastante corto, y sus ojos son oscuros como el vacío, labios carnosos y alta.
- No digo de su aspecto, sino como es, maja, cuidadosa.
- Es un desastre, es bastante desordenada.- y me rio por lo bajo- cuando era niña solía olvidarse su bolso en el banco del parque y a la media hora se daba cuenta de que se lo había olvidado, también era muy maja, la persona más simpática que podrías haber conocido jamás y..., muy cariñosa, con una sonrisa siempre en los labios, esa es mi madre...- intento reprimir las lágrimas al saber que ya no la tengo a mi lado.
- No llores.- y me pasa la mano acariciando mi majilla, secándome las lágrimas.-No era mi intención.
-Lo sé, cuéntame de tu madre, como era.
- Sé que parecerá absurdo, pero era igualita que la tuya.- se le forma una sonrisa en los labios y mueve la cabeza, sé que está nervioso.
- Es absurdo.- me rio entre dientes y le agarro la mano, la tiene sudorosa y seguramente sea por el calor que hace ahora mismo, no puedo reprimir una sonrisa, al pensar que por fin estamos emprendiendo el viaje para buscar a mi madre.
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Nunca ¿verdad?
Teen FictionSheila, una chica de 18 años, que vive con su madrastra en un pueblo apartado de todo lo que conoce. Sheila, tendrá que llegar a su antiguo pueblo, pero la guerra, no podrá detenerla. ¿Conseguirá Sheila lo que quiere?, ¿Sabrá como actuar en caso de...