Noto como las lágrimas de Ashsen caen en mi camiseta y como las mías mojan la suya.
Me siento bien y mal a la vez, bien por saber que tengo alguien en quien confiar y mal, pues hombre, estoy asustada.
Cuando se separa, me aparta el pelo de la cara y me mira a los ojos.
- Sheila..., te prometo que nada nos va a pasar si seguimos juntos.- espero que como amigos. - y que yo siempre te defenderé. -.dice.
- Lo sé..., la vida es injusta, ¿Ashsen, nos tenía que pasar esto a nosotros?- digo mientras las lágrimas bajan por mis mejillas. - Mi madre puede estar muerta ahora mismo y yo estoy aquí esperando, sabes perfectamente que si se muere mi madre... - Digo cuando se me quiebra la voz.
- Sheila...- pero no le dejo seguir.
- Calla, no digas nada..., si mi madre muere, sabes perfectamente que ya no tendré a nadie- digo, porque mi padre murió hace 2 años de lujatina, era una enfermedad del corazón. Pero si muere mi madre...- y sé que esto es la realidad, no va a cambiar, la guerra llegará aquí, y todos moriremos. No quedará nada. ¿Por qué tiene que haber guerras? No lo entiendo, solo sirven... ¿para qué?, ¿Para hacer sufrir?, ¿eso es lo que intentan?, no lo entiendo Ashsen... - Digo, y en ese momento es cuando ya no puedo más, y la respiración empieza a acelerarse.
- Sheila, si no tenemos nada que hacer, vivamos un sueño, no nos preocupemos, soñemos.- dice, y sé que en estos momentos es lo mejor que podemos hacer, pero sé que no es posible.- Además, ¿qué otra cosa podemos hacer?
- No lo sé...- digo mientras me seco las lágrimas.
- Venga vamos a comer, mi madre está preparando la comida. - Dice.
- Vale, oye... ¿Se me nota que he estado llorando?
- No, tranquila.
- Vale...
La comida estaba bastante rica, unas patata y pollo al horno. Después de comer me quede en su habitación y estuvimos viendo alguna que otra película. Y así nos pasamos la tarde, callados, asustados, pensando, el ambiente era frío.
- Ashsen, ¿te importaría que me quedase hoy a dormir aquí?, es que no me apetece ir a casa. - Digo cortando el silencio. No mentía, pero también me apetecía estar con él, me transmite tranquilidad y me siento mejor.
-¡Claro!, no pasa nada, en absoluto. - Dice y me mira triste.
Tengo pensado hacer una locura, pero no sé si soltarle la bomba ahora mismo, no sé cómo actuara.
- Ashsen, tengo que contarte una cosa.- no sé qué estoy haciendo, no me lo puedo creer.- Bueno, pues que..., que he decidido ir a Frey, a buscar a mi madre.- y mientras digo eso, suelto un suspiro.
-¿PERO ESTAS LOCA?, ¡NO PUEDES HACER ESO, ES MUY PELIGROSO!- rezo porque sus padres no le hayan escuchado. - no, no puedes, es, es de locos.- dice más calmado.
- Lo sé, pero si mi madre muere solo me enterare cuando una bala me atraviese la espalda o una bomba, destroce completamente mi casa.- digo, sé que es una barbaridad lo que acabo de decir, pero es la verdad.- Tienes que ayudarme.
- No Sheila, no puedo.- dice, "lo sabía, sabía que diría eso".
- Vale, te doy hasta mañana para pensártelo.- digo.
- Sabes lo que voy a decir.- dice. "me da igual", me recuerda mi subconsciente.
- Si, lo sé, pero tu piénsalo.- digo.
- Vale.
Son la 1:30 de la mañana, yo ya he decidido, me voy. Me levanto de la cama y veo a Ashsen en el suelo, profundamente dormido. Tiene los rizos por toda su cara y ronca de vez en cuando.
Cojo una barra de pan y el pijama que me ha dejado Ashsen para dormir, una cantimplora, y un par de plátanos, creo que con esto me llegara. Tengo pensado ir a un pueblo cercano para poder comprar provisiones.
Le dejo una nota a Ashsen, sé que se enfadara, pero me da igual, es mi decisión. "He cogido algo de comida y tu pijama. Lo siento.". Abro la puerta de la calle y me pongo a andar sin rumbo fijo. A lo lejos diviso un bosque, y creo que me voy a dirigir ahí, no sé por dónde quedara la aldea más cercana, debería de haberme informado, pero ahora ya es demasiado tarde.
La calle esta desierta, mis pasos se escuchan cada vez que piso el suelo y la nieve cruje debajo de mis zapatos, y se me están mojando los pies.
Cuanto más me adentro en el bosque, más profundas son las hojas y el amanecer de sol, deja que los rayos se cuelen por los pequeños agujeros de las hojas, llevo 4 horas andando y mis rodillas me empiezan a temblar, y el hambre se empieza a apoderar de mí. Un tronco bastante grande a la luz de un rayo de sol me parece el lugar perfecto para pararme un rato a comer algo.
El bocado que le doy al pan me hace sentir mejor y el agua fluye por mi garganta y la sed disminuye al instante y justo en este mismo instante me doy cuenta de que no sé dónde estoy y adónde voy, estoy sola, el miedo empieza a apoderarse de mí y decido activar el GPS. "Mierda", sin batería, no podía ser un día peor, debería volver, pero ya no tengo marcha atrás. El árbol que tengo enfrente, es bastante alto y no sé porque me parece buena idea escalarlo.
Los pies ya me cuelgan y estoy a unos pocos metros del suelo, ¿por qué siempre se me ocurren estas ideas? "soy tonta" "Sheila, no podías haber hecho otra cosa peor" me digo a mi misma cada vez que me engancho a una rama y subo poco a poco. Las ramas son bastante duras, y me agarro a ellas con bastante fuerza rezando por que no se rompan, sé que si llego al final, podre ubicarme, no obstante, si me pasara algo..., intento poner los pies en la rama que tengo abajo, pero no había caído en la cuento en que tenía los pies mojados, entonces se me resbala el pie derecho. "tonta, tonta..." me digo a mi misma mientras me caigo al suelo. La hierba suaviza el golpe, pero a los pocos segundos, empiezo a ver borroso y a perder el conocimiento, y lo último que veo antes de desmayarme son unas botas negras que caminan hacia mi despacio.
![](https://img.wattpad.com/cover/37537412-288-k529228.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nunca ¿verdad?
أدب المراهقينSheila, una chica de 18 años, que vive con su madrastra en un pueblo apartado de todo lo que conoce. Sheila, tendrá que llegar a su antiguo pueblo, pero la guerra, no podrá detenerla. ¿Conseguirá Sheila lo que quiere?, ¿Sabrá como actuar en caso de...