Primer encuentro (Parte II)

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Capítulo 3

¿Tiene idea de lo que sucede entre un hombre y una mujer cuando ellos están a solas? - él preguntó

Franco estaba cerca del aparador, mirando hacia donde Sara estaba sentada.

¿Le digo la verdad?, no -respondió.
Sé que ellos se acuestan en la misma cama y de alguna manera los bebés son mágicamente creados.

Ella se movió incómoda, pero continuó hablando ... sin embargo, siempre sospeché que existía algo mas que eso.

Franco no pudo evitar soltar una carcajada, luego preguntó: ¿Ha visto un hombre desnudo?

¡Claro que no! Ella respondió tajantemente. ¿Cuándo lo habría hecho?

¿Qué tal una pintura? Tal vez una estatua.- Franco preguntó muy curioso

Ella sacudió su cabeza .

¿Tal vez uno de sus hermanos cuando ellos se bañaban ... cuando eran niños?

Demetrio es mi medio hermano y es mucho mayor que yo, además no se me era permitido hablar mucho con él.

Franco cruzó la habitación y se paró cerca de ella, no la tocaba pero sentía la caricia de su mirada a la distancia recorriendo su cuerpo.
El fresco y dulce olor de Sara  llenaba el espacio alrededor de él y  fluía encima de ella como una nube carnal, estimulando sus sentidos.

De perfil, su rostro estaba perfectamente formado. Las cejas altas, las pestañas largas, una nariz adorable, los labios llenos, unas pecas hermosas en el rostro.

No podía evitar mirar el contorno de su pecho, la curva de su cintura, la redondez de su cadera, ella era una mujer tremendamente bella, quien había estimulado su fantasía en mas de una ocasión durante los últimos  días y noches. Llamativamente, él había sufrido numerosos momentos de perturbación física y emocional mientras consideraba su pedido, ¿qué consecuencias tendrían esos encuentros? ¿serían amigos o conocidos que hablan sobre sexo?.

Especialmente después que su hermano Juan le brindó la información relativa a su
condición social, él había sido incapaz de mantenerla lejos de sus pensamientos.

Hasta sus sueños habían sido perturbados por ella, y sus sabanas arrugadas eran prueba de como el había estado fantaseando consiente e inconscientemente sobre lo que harían cuando estuvieran solos.

Ayudar a Sarita Elizondo presentaba numerosas posibilidades eróticas, él la quería de un modo carnal. Era tan simple como eso. Y tenía la intención de que fuera suya finalmente.

Desde el comienzo, Franco  se había sentido muy atraído por ella. Sara estimulaba su masculinidad de un modo que sólo le había sucedido en muy raras ocasiones.
Él era un hombre de vasta experiencia con mujeres, poseía una intensa energía sexual y raramente rechazaba lo que le era ofrecido, entonces entendía muy bien lo que le estaba sucediendo siempre que se acercaba a Sara.

Ellos eran íntimamente compatibles y no lo podía negar.
Si ella emitía un olor específico, una vibración especial, él no lo sabía, pero estaba consciente que era diferente al de otras mujeres que habitaban su universo.

Las amantes con quienes él se acostaba siempre poseían gran habilidad y experiencia, ellas eran capaces y de hecho lo hacían, de los mas atrevidos, y hasta perversos actos en sus tentativas por complacerlo, pero simplemente, él estaba cansado de todas ellas.

Descontento, infeliz en sus asuntos personales , él estaba continuamente buscando el deseo apasionado que tan fácilmente encontraba cuando era más joven y su vida sexual todavía era una novedad.

¿Lecciones sensuales? PDGV Franco y Sarita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora