El pasado de Franco

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Muchas gracias a las personitas que se dieron el tiempo para escribirme por twitter ❤️

Este capítulo va dedicado a Rebe07  y Arantza91  ... Gracias ....

CAPÍTULO VII

Franco se sentó detrás de la mesa de su escritorio, mirando fijamente a los documentos que Juan había puesto allí, pero no podía encontrar ninguno sentido a lo que ellos decían, parecía que estaban escritos en algún idioma extraño, pero simplemente no podía concentrarse el tiempo suficiente como para descifrarlos, a pesar de lo urgente que parecía ser el asunto.
Sus pensamientos estaban muy dispersos por otros asuntos más densos, por cosas como el aroma del perfume de Sarita Elizondo, el color de su piel cremosa, el espesor de su glorioso cabello castaño.

¿Qué carajos le estaba sucediendo? ¿acaso se había vuelto loco?

Ellos sólo habían pasado un escaso número de horas juntas, difícilmente habían conversado sobre algún tema diferente al sexo, pero tenía la sensación de estar completamente enamorado.

Para él, ella había dejado de ser la fría y sofisticada Lady Sarita Elizondo, doncella de sociedad y pendiente de cosas frívolas como la mayoría de las señoras y doncellas de su círculo social, había dejado de ser fea y sin una pizca de gracia y rápidamente se había convertido en la Sarita sensual y deseosa por saber más sobre sexo, de quien se sentía tan posesivo.
No podía dejar de pensar en ella por un solo segundo, ¿qué sería de sus facultades mentales si continuase encontrándose con ella?

No quería ni pensar en cómo se encontraba físicamente, parecía un adolescente con todas las hormonas revueltas, Franco estaba listo para derramar su simiente en cualquier momento, con tan solo besarla. Se había puesto completamente duro, incluso después de que ella se había ido de su lado, su cuerpo parecía que todavía estaba bajo el efecto que Sara le causaba.
Estaba tenso y nervioso, sus testículos le dolían y en todo lo que podía pensar era en llevarla a la cama y aliviar su necesidad carnal.

Franco no dejaba de pensar que ¡Él debió haberse desabotonado el pantalón! ¡Debió haber hecho que ella viera lo que había adentro!. En vez de vacilar, él debió haberle enseñado como satisfacerlo, con la
desesperación de un hombre hambriento.

Se arrepentía de no haberla hecho acariciar su miembro y hacer que lo reciba entre esos labios color rubí, si hubiera hecho algo de todo eso ahora no estaría sufriendo de esa forma tan terrible.

Aunque no era solo eso, también sentía el deseo de seguir probando esos labios dulces, seguir explorando con su lengua el interior de Sara, besarla era mejor que probar su postre favorito después de mucho tiempo.

Sara estaba ávida por ir más allá, pero él loca e inexplicablemente se había resistido. ¿Por qué diablos había hecho eso? La única respuesta posible era que ella realmente le gustaba, no podía aceptarlo, tal vez había alguna otra extraña razón para no querer lastimarla.

Si ellos se convirtieran en amantes, él sabía exactamente cómo iba a terminar, ellos disfrutarían una pequeña y buena temporada romántica, una serie de encuentros eróticos, hasta que la novedad los aburriera y no tuvieran otra cosa en común.
Como siempre le sucedía, su fascinación gradualmente disminuiría, y Franco sería propenso a irse con otra mujer. Ese era el lamentable resumen de su vida sexual: una mujer nunca retenía su interés por largo tiempo.

Incluso podría ser peor, podría pasarle como a "ella", su ex esposa, ni siquiera podía nombrarla, era mejor olvidarse de esa situación. Era momento de pensar en Sara y en lo que era mejor para ambos.

Además ¿dónde la dejaría eso a ella?
En su mundo, las damas de sociedad creían que el verdadero amor y el sexo estaban indisolublemente unidos, desgraciadamente, ella no era como las otras mujeres con quien había estado y no comprendía, que a veces, el sexo era sólo una descarga física y nada más, mero placer carnal.

¿Lecciones sensuales? PDGV Franco y Sarita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora