Donde Ryohei quiere conquistar a una chica de su escuela, pero al fallar una y otra vez, recurre a la famosa cupido del instituto.
"Un mes? No necesito más, incluso puedo hacerlo en menos tiempo. Pero sabes que todo tiene un precio, cierto Hayashi...
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❛𝓦𝓱𝓸 𝓽𝓱𝓮 𝓱𝓮𝓵𝓵 𝓲𝓼 𝓬𝓾𝓹𝓲𝓭 ? ❜
Su vista se encontraba clavada en aquella chica de larga y hermosa melena, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí mirándola, pero él se quedaría todo el tiempo que fuera necesario.
—Es tan hermosa...—Susurró soltando un largo y pesado suspiro, realmente la joven lo traía loco.
—Oye Peh! No vas a venir a almorzar? —Le Gritó un pelimorado a la distancia, ya estaba cansado de que el rubio se la pasara observando a la pobre chica desde lejos; daba un poco de miedo.
No tenía ningún inconveniente con que su amigo estuviera enamorado, de hecho le parecía bueno, ya que últimamente había estado muy deprimido porque Pahchin, (su mejor amigo) había sido encarcelado. El problema era que se estaba olvidando de si mismo, y estaba faltando a clases o incluso ya no iba a almorzar con tal de estar cerca de la joven.
—Peh, ya deberías de venir, si alguien te encuentra mirándola así, te vas a meter en problemas, quieres que piensen que eres un pervertido? —Preguntó tomándole por el hombro.
—No! No soy un pervertido! Sólo... la miro, pero no tengo ninguna intención de hacerle algo! Lo juro Mitsuya!
—Sé que nunca le harías nada a una chica, pero tienes que dejar de esconderte, das repelús, sabes?
Pehyan solía tener la manía de observar a la adolescente desde lejos y a escondidas, un día terminó en problemas porque su pie quedó atorado en un árbol, por suerte Draken y mikey llegaron a salvarlo, claro, después de muchas burlas.
—A mi me parece romántico que quiera verla, pero tu cara da mucho miedo, así que ya deja de hacerlo. —Interrumpió una voz femenina a los chicos haciendo que se sobresaltaran.
—E-eh?! Y tú quien eres para decirme que hacer? Ah?! —Refunfuñó el rubio algo ruborizado por haber sido encontrado en el acto.
—Soy del consejo estudiantil, genio.
—Lo lamentamos mucho, _____, no volverá a pasar, cierto Peh? —Se disculpó el pelimorado haciendo una reverencia.
—Ah, si, claro, no volverá a pasar —Mintió. Claro que seguiría viendo a su chica, o no podría vivir.
—No se preocupen, no le diré a nadie que estuvieron aquí, pero ya vayan a comer, se les acabará la hora del almuerzo.
—Enseguida. —Respondió Mitsuya llevandose al rubio a rastras.
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—Estoy cansado, Mitsuya, siempre la miro desde la distancia, quisiera acercarme más. —Refunfuñaba Pehyan jugando con los alfileres de colores del pelimorado.
Estaba dentro del salón del club solo para contarle sus problemas amorosos, desde lo de pah, ahora solía estar más pegado a mitsuya en la escuela, cosa que a cierta chica de trenzas le molestaba en gran manera; solamente iba ahí a estorbar.
—No es tan difícil acercarte Peh, sólo ve y dile lo que sientes, ya has hablado con ella un par de veces. —Respondió Mitsuya ajustando la aguja de su máquina de coser.
—Es fácil para ti decir eso, eres apuesto, y le gustas a muchas chicas, y por no mencionar que a chicos también, en cambio yo solo soy un idiota con nada en especial.
—Podrías dejar de lamentarte de esa forma? Lo único que lograrás es darle pena a la pobre chica. —Interrumpió Yasuda dándole unas telas a su presidente—. Aunque tu ya das pena sin siquiera intentarlo.
—Qué grosera! Tampoco es para que-
—Ya somos pareja!! —Gritó una chica en una de las mesas del fondo del salón, llamando la atención de todos.
—Cómo lo lograste? Ese chico era realmente inaccesible, felicidades! —felicitó otra joven.
Los tres adolescentes quedaron confundidos sobre qué hablaban las comadres del fondo.
—Qué pasa aquí chicas? Por qué tanto alboroto? Quién consiguió pareja? —Intervino el pelimorado acercándose a las chicas.
—Kawai consiguió pareja!
—Todo fue gracias a cupido, ella es una experta en lo que hace. —Respondió entusiasmada la joven colocando sus manos en sus mejillas.
—Ah? Desde cuándo cupido es mujer? —Preguntó PehYan muy confundido, ¿Qué cupido acaso no era hombre? O había sido engañado toda su vida?— Qué? Ahora me van a decir que santa no existe?
Un largo silencio por parte de todos le dió la respuesta al rubio.
—¡¿Santa no existe?!
—Tan idiota como siempre. —Se burló Yasuda.
—Acaso no has oído del cupido del instituto? —Preguntó otra de las adolescentes.
—Apenas me entero de su existencia...
—Es parte del consejo estudiantil, por lo cual es muy popular, si tienes problemas con el amor, ella los resuelve rápidamente. —Respondió kawai como si estuviera haciendo publicidad.
—Si! Mi novio y yo estábamos teniendo problemas, pero desde que ella nos ayudó somos más felices que nunca —Se metió otra chica a la conversación.
—Ustedes creen que me pueda ayudar?! —Preguntó emocionado el pandillero, si de verdad esa "cupido" hacia maravillas, quería probar suerte a ver si esa hermosa chica que tanto le gustaba terminaba siendo pareja de él.
—Claro, te daré un papel de recomendación, así te tomará más en cuenta, aveces tiene la agenda apretada.
—Gracias!.
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