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❛𝓣𝓱𝓮 𝓫𝓪𝓭 𝔀𝓸𝓻𝓭𝓼❜

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❛𝓣𝓱𝓮 𝓫𝓪𝓭 𝔀𝓸𝓻𝓭𝓼❜

—¿¡Que hiciste qué?! —La Rubia golpeó con molestia su mesa de trabajo mientras todos en el club le lanzaban miradas de sorpresa, no era usual verla gritando. Frunció el ceño frustrada—. ¡Tenías una sola tarea, Peh! ¡No podías perder ese papel! Ahora Kanmi está enojada contigo, y con razón.

Peh bajó la cabeza, sintiéndose culpable.

—¡No me regañes! Es que juraría que guardé el papelito en mi pantalón, ¡Pero resulta que el bolsillo estaba roto! ¡Puedes meter la mano si quieres, mira! —Pehyan se sacó los bolsos del uniforme con desesperacion intentando mostrar el gran agujero en su pantalón e incluso se acercó para que ____ pudiera mirar más de cerca pero, un fuerte tirón de oreja lo hizo retroceder, había sido la mano de Lola.

—____ no te va a meter la mano en ningún lado, ya entendimos.

—Agh... si no tenías el papel en la mano, porqué hablaste con ella? Te dije que de eso dependía poder acercarte a Kanmi y lo arruinaste. —Regañó la ojiazul.

Lola incrédula se acercó a darle un buen zape. —¿Qué tanto le dijiste ojos de mosca?

El castaño jugueteó con sus dedos hablando en casi un susurro. —Si te lo digo me vas a pegar...

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-El día anterior-

Era la hora de salida, el pandillero esperaba impacientemente a su enamorada en la puerta de entrada, por un momento pensó en dejarle la nota en su casillero, así no tendría que disculparse en persona. Durante mucho tiempo, Peh había admirado a Kanmi desde lejos, siempre sintiéndose tímido y nervioso para acercarse a ella. Pero ahora, con la guía de la cupido, se sentía decidido a enfrentar su miedo y hablar con ella directamente.

Finalmente, divisó a la joven saliendo de aquel edificio; detrás de ella, venían sus amigas. Era un grupo algo grande, quizá unas cuantas personas más que el equipo de cupido. El delincuente se armó de valor y se acercó a ella con determinación, ignorando los nervios que lo invadían.

La pelinegra lo vió acercarse y frunció el ceño, parecía sorprendida de verlo allí. Él se detuvo frente a ella, respirando hondo para controlar sus emociones.

—Kanmi, necesito hablar contigo —dijo Peh con voz firme, aunque su corazón latía desbocado. Ella lo miró con curiosidad, pero no dijo nada.

Su mano temblorosa fue hacia el bolsillo de su pantalón listo para sacar la nota que cupido le había dado; pero su corazón sintió una punzada fuerte cuando notó que no estaba; el motocilista buscó en sus bolsillos frenéticamente, pero su rostro se llenó de pánico cuando se dio cuenta de que había perdido el papel donde ____ le había escrito las indicaciones. Se mordió los labios, sintiendo la presión aumentar mientras trataba de recordar las palabras exactas que debía decir.

Cupido┋Ryohei Hayashi x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora