Takano Hitomi una chica que está cursando a la escuela Yuuei en su primer año, conoce al famoso Midoriya Izuku de una manera única.
Ahora ambos sin darse cuenta, el tiempo juntos será la clave para que un nuevo sentimiento aparezca en los lazos de a...
Los de la Clase 2-A habían llegado a un prado donde los árboles de cerezo estaban soltando pétalos de cerezo en señal de que la primavera estaba en su punto más alto.
Ellos estaban apunto de realizar un picnic, pero Izuku no estaba. Dejando muy extrañados al grupo.
–Oigan y Midoriya? –pregunto Kaminari dejando su mochila en el suelo.
–Ni venía con nosotros? –pregunto Jiro alzando una ceja.
–Tu lo haz visto Bakugo? –pregunto Ochako al rubio explosivo.
–¡A mí me importa una mierda ese llorón! –gruño Bakugo mientras armaba la parrilla.
–¡Chicos! –
Todos los de la clase vieron a lo lejos a un apurado Izuku siendo acompañado de una chica bastante alta.
Mineta se puso nervioso al reconocer a la pelinegra y se escondió detrás de Mina.
–Cubreme Mina –dijo el poniendo sus mejillas en el trasero de la pelirosa.
PUM.
–Alejate viejo –gruño Kirishima dándole un poderoso golpe.
–Hola chicos –saludo Izuku cansado y tomando aire, mientras que la chica estaba quieta como si nada.
–¿Qué te llevo tiempo? –pregunto Momo.
–Bueno, me levanté algo tarde. Jeje lo siento –se disculpo avergonzado y entonces señalo a la chica.– espero que les moleste que haya invitado a alguien, ella es Takano Hitomi-san. Una chica de primer año
Takano quien sintió las miradas de los compañeros de su sempai, la puso tensa y entonces de forma robótica comenzó a hablar.
–Hola –saludo está muy tensa.
–¡Un gusto, soy Uraraka Ochako! –saludo la siempre animada Uraraka.
Hitomi empezó a ver las presentaciones de todos los compañeros de su sempai. Está sonrió bastante, a pesar de que ya tiene amigos en su salón de clases, ahora tiene la amistad de los demás amigos de Sempai. Bueno casi todos a excepción de cofBakugocof.
La reunión fue bastante bien, en dónde el grupo platicaba, comía y también paseaba en esa área de la escuela.
Era muy surrealista que en escuela de héroes contaba con esta área donde puedes estar en paz y tranquilidad.
Fue entonces que Izuku empezó a mostrarse muy cansado a tal punto de que comenzó a cabecear.
–Sempai –llamo preocupada Hitomi.
–Estoy uuuaaah –bostezo el Midoriya para cerrar sus ojos.
–Vaya, Deku-kun si que se canso. Es normal, porque en esta semana Aizawa-sensei nos hizo entrar en un verdadero infierno –comento Ochako con un dedo en su mentón.
–Ni exageres Uraraka-kun –dijo Iida moviendo sus brazos.
–Deku de mierda –bufo Bakugo molesto.
–Bueno, tomando en cuenta de que alguien se la paso gritando, toda la semana desde el régimen de Aizawa-sensei. Está bastante justificado su cansancio, al estar sentado cerca de ti –comento Todoroki.
–¿Qué insinúas maldito mitad y mitad? –gruño Bakugo muy enojado.
Todos rieron por eso y algunos fueron a realizar otras cosas dejando solos a Takano e Izuku, dónde la chica miro como su sempai estaba con los ojos cerrados.
¡!
Para Izuku Midoriya sintió que había pasado mucho tiempo al momento de abrir los ojos.
–¿En qué momento? –
–Buenos días Sempai –
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Izuku estaba acostado, dónde su cabeza reposaba sobre el regazo de Hitomi. El tenía una perfecta vista de la chica que lo puso algo nervioso.
–¿Por qué estoy? –comenzó a preguntar el peliverde.
–Tener tu cabeza directamente en el suelo parecía doloroso –dijo Hitomi.
–Me levantaré en seguida –hablo Izuku pensando que estaba algo incómoda la chica.
Hitomi se apresuró en decir – No-No pasa nada –sonrio un poco desviando la mirada.– no me molesta tenerte así Sempai
Izuku se maravillo al ver a su Kohai un poco ruborizada y con la vista de los pétalos de Sakura caer.
–Entonces me quedaré un rato más –
Los dos se quedaron en silencio por un rato más, hasta que Izuku se ruborizó un poco y se armó de valor.
–Takano-san –llamo su atención.
–¿Si Sempai? –
–No te gustaría ir conmigo a la nueva plaza comercial? –
Hitomi se sorprendió un poco, pero sonrió mientras movía su mechón que se interponía.
–Me encantaría salir con usted Sempai –
Izuku sonrió, pero de pronto su mirada se formó un chibi al notar como sus compañeras se asomaron con sus teléfonos para tomar muchas fotos.
–¿Qué creen que hacen? –se incorporó Izuku con la cara roja de la vergüenza.
Hitomi estaba igual y Ochako río un poco diciendo – Para el recuerdo –
