El Esposo Del General (Obession) ~YiZhan~

Miedo

Xieyun -Pov-

No puedo creer que esto esté pasando, ¿desde cuando? ¿Hace cuanto que Zhang está saliendo con ella?

—Un hijo...— era algo que él deseaba y que necesita, pero... jamás imaginé fuera tan pronto.

—Xieyun...— volteé al escuchar mi nombre y lo vi, venía agitado y cuando quiso acercarse a mi yo me alejé y es que no lo quiero ver.

—Quiero regresar a la mansión—.

—Vamos a hablar—.

—No hay nada de que hablar, es claro que me estuviste engañando—.

—¿Qué querías que hiciera? Es un deber, seré el futuro emperador y debo tener descendencia—.

—Pero no así...— las lágrimas volvieron a salir —Me traicionaste, yo te amo y es injusto todo esto, no quiero verte— caminé lo más rápido que mis piernas podían.

—Pues tendrás que soportarlo— me detuvo del brazo.

—Entonces ya no quiero ser tu esposo— giró mi cuerpo y su rostro quedó varios centímetros cerca del mío.

—Tú no te iras de mi lado— Xieyun se soltó y sin decir una palabra más se alejó.

Pronto Taesun lo llevo a la mansión, en ese lapso de tiempo Xieyun pensaba que iba a hacer, amaba a Zhang pero no iba a tolerar vivir con concubinas.

Al llegar a la mansión fue directo a su cama, se acostó y observo el techo, miles de ideas cruzaban su cabeza pero ninguna le convencían.

Además la actitud del general estaba siendo cada vez más rara, era claro que algo cambiaría entre ellos tarde o temprano y Xieyun esperaba que fuera tarde.

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La siguiente mañana Moran llego de visita a la mansión de su hermano, el general.

De inmediato fue donde xieyun donde este le confesaba la pena que estaba pasando.

—Mi hermano es un idiota, Xieyun piensa bien lo que harás—.

—Yo no quiero estar con alguien que me engaña, al ser emperador tendrá más concubinas, ni siquiera puedo imaginar las noches que este con ellas—.

—Así es la vida de un emperador, mi padre también tiene a sus concubinas—.

—Pues yo no quiero eso, si de verdad me ama tengo que ser el único en su vida, además siempre puede adjudicar el trono a ti, tú y mi hermana pueden seguir el linaje–.

—Si fuera así de fácil ¿no crees que le daría esa solución a mi hermano?–.

—Para que él pueda darme el trono solo hay una opción y es la muerte... no hagas esa cara xieyun, en el fondo lo sabias, así que es imposible adjudicar el trono por decisión propia, una vez eres emperador lo eres para toda la vida—.

—Pero no quiero una vida así, sufriendo—.

—Lamentablemente es lo que hay— dijo Moran —Se hace tarde, descansa de este duro día, vendré a visitarte lo más pronto posible—.

Ambos se sonrieron, Moran salió de la habitación y justo cuando iba por el jardín se encontró con su hermano.

—Gege... ¿Qué haces aquí?— preguntó Zhang.

—Vine a buscarte pero no estabas— el general alzó una ceja y frunció el ceño.

—No quieras engañarme Moran, se que veniste a ver a Xieyun—.