ch 11

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Como era obvio (mas para Manuel) que nadie, Gabriela había ganado en todas las categorías. Le vio varias veces bailar..., pero nunca como esa. Quería creer que la conocía lo suficiente como para considerarse amigos y saber que lo hizo perfecto.
Había tantos sentimientos reflejados en una sola danza que sus piel se herizaba. Le encantaba la elegencia con la que hacía cada movimiento, la pasión que se notaba en sus ojos.
Le encataba todo de ella y apenas podía notarlo.
Nunca pensó que caería rendido a sus pies... ni mucho menos que terminaría lastimado en el tiempo que eso pasara. Porque bien podría tenerle un poco de aprecio (ella jamás sería grosera), un compañero.
Pero eso era todo.
Sentía tanto y obtenía tan poco.
Luego llegó su oportunidad. La pareja para uno de sus duos cayó enfermo y él era su suplente.
"Aprovecha, ella se irá para siempre".
Esas palabras, que salieron de la boca de su instructora le dieron el valor necesario para enfrentar a los jueces. En el momento en que la música comenzó supo que realmente nadie había enfermado.
Prometer, nunca te olvidaré. ¿Cómo vencer? ¿Cómo amarte sin caer? Por ti, te miro y puedo decir.
En un punto pudo sentir algo extraño. Como cuando sabes que es el momento perfecto y nada podría arruinarlo.
Mis dudas se van. De alguna manera y no estás.
Te acercaste.
Buscó las palabras perfectas. Hasta cuando pudo memorizarlo todo se dio ánimos a si mismo.
Se lo diría. Lo diría en la premiación.
Podría morir y esperarte una vida. No tengas miedo a sentir. Te amaría por mil años, amarte por mil años más.
Ganaron el primer lugar. Había gritos y aplausos por parte de todos. Fue cuando pidió el micrófono que tenía el presentador.
Ahí abrió su corazón ante todos.
Me debo atrever. Nada me impedirá decirle cuanto esté frente a mi por siempre. Yo te cuidaré, cada respiro guardaré. Te acercaste.
Todo lo que había guardado en el tiempo que se conocieron lo llegaron a saber más de dos mil personas que estab ahí. Pudo notar algunos suspiros, sonrisas y alguna que otra lágrima.
Fue entonces cuando el dijo te amo y ella respondió que no, todo se derrumbó.
Ella no era fanática del romance, con aus padres divorciados, ¿quién lo sería? Pero iba más allá de eso. No es que no le gustaba el romance, era que no gustaba de él.
Mantendría ese último baile en su mente hasta que lo que sentía se esfumara, porque era lo único que conseguiría de ella.
Sólo un baile.
Siquuera pudo llegar a preguntarle si compartirían el escenario nuevamente cuando ella ya se había ido.
***
Disc:La canción no me pertene.

Bailando contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora