―Espero que me des una buena razón para la cual a la casa de Raúl. Dijo Daniel, uno de los amigos de Manuel. ―Hemos preparado esa fiesta por semanas, como para que ahora nos vengas con que no puedas ir.
―De verdad se me atravesó algo. Explico Manuel. ―Es algo de verdad muy muy importante.
―¿Qué es?
―Tengo que ir a Dance Center Precisions hoy.
―¿A la escuela de danza? ¿Desde cuándo te gusta eso?
―No es que me agrade mucho la idea de ir. Gruño el, tomando un poco de jugo del almuerzo. ―Es culpa tuya que tenga que ir.
―¿Mia? ¿Por qué? Asombrado por la incriminación hacia él.
―Me convenciste de invitar a Peyton a salir, pero se te olvido un pequeñísimo detalle.
―¿Cuál? ¿La regla? Manuel, por dios, ¿Quién no sabe de la bendita regla?
―Pues yo no lo hacía, y ahora tengo que aprender a bailar, todo por tu culpa.
―Oye, yo te dije invítala a salir, no conviértete en una dulce mariposa con tutu.