―¿Si te gustaría? Respondió, de nuevo con sarcasmo. ―Oye, no creas que porque me ofreces llevar al baile no me he dado cuenta de lo que de verdad quieres.
―¿Así? Trago saliva.
―Sí, no eres el primero ni el único que trata de convencerme de darle clases de baile solo para salir con Peyton. Afirmo la chica, acomodando varias rosas del ramo que le regalaron por haber sido la ganadora.
―¿Entonces eso es un sí?
―No, es un dame una buena razón para no negarme contigo, como lo hice con los demás.
―Mhh… ya sabes… ¿somos compañeros de clase? Pregunto dudosa.
―Wow, gran motivo, deberíamos iniciar ahora mismo. Si, definitivamente esta chica usaba el sarcasmo bastante en cuanto a conversaciones se refiere.
―Ya… lo he captado. ¿Pero, tu dime el motivo por el cual no me enseñarías?
―Fácil. Si deseas bailar, es porque te apasiona hacerlo, no solo para congeniar con una chica. Explico Gabriela, recibiendo más palmadas en la espalda de sus compañeros, y algún otro desconocido.
―¿Entonces que me recomiendas hacer?
―¿Por qué no vas a dance center precisions? Apuesto que ahí puedes encontrar la solución a tu problema.
―Me parece perfecto. Dijo Manuel, no era el trato que esperaba, pero era mejor que nada. ―Entonces nos vemos.
―Nos vemos. Respondió sonriendo, mientras iba a la cafetería.
