Y así pasaron los meses, y con ello Manuel fue conociendo más a Gabriela. Ahora si la consideraba una amiga. Siempre iban a DCP* juntos, y el la acompañaba a su casa. Conoció a su madre y padre el día de su fiesta de cumpleaños. Una fiesta sorpresa, apena con 20 invitados, él fue uno de ellos. Aprovecho la oportunidad para mostrarle su habitación. Era grande, bastante grande. Paredes color rosa de diferentes tonos, como si fueran código de barras. Fotografías cerca de su cama con sábanas blancas. Un estante lleno de trofeos y reconocimientos ya sea de baile, escuela e idiomas. Iban a salir cuando vio una hoja de máquina pegada detrás de la puerta.
— ¿Qué es esto? — preguntó, aunque viéndola más de cerca se contestaba sola. Era un horario. Pero no era un horario escolar, si no de las actividades que se realizaban en el día.
7:00am-1:00pm Escuela.
1:00pm-1:45pm. Comida.
2:00pm-4:00pm. Tarea.
4:00pm-6:00pm. Baile.
6:30pm-8:00pm. Práctica de Italiano.
8:00pm-9:00pm. Historia Universal.
9:00pm-9:45pm. Cena.
10:00pm-11:00pm. Evaluación diaria.
11:00pm. Dormir.
- Auch - exclamó Manuel.
— ¿Qué? — Gabriela apenas había notado que le había hecho una pregunta - Oh, es mi horario.
— Ya lo note — rasco su cabeza — ¿No es muy... tu sabes... apretado?
— ¿Apretado? — Negó con la cabeza — Desde que tengo memoria he llevado un horario así.
— Wow — eso sonaba a mucho tiempo — ¿no es demasiado exigente?
— Arely tiene uno igual - afirmo - Incluso es más 'pesado' que este, ella no va a la escuela.
— ¿Por qué?
— Adelanto materias y salió un año antes. Ahora solo estudia para el examen de la universidad e idiomas.
— ¿Cómo el inglés?
— No — su tono sonó casi de burla — ella sabe ingles desde los 7. Quiero aprender portugués.
— ¿ósea que sabe inglés, español y portugués?
— No — negó con la cabeza, como si no comprendiera — Sabe Español, Inglés, Italiano, Francés y en proceso del portugués.
— Oh, esos son muchos, ¿y tú?
— Español, Inglés, Francés y en proceso Italiano.
— También son muchos.
— Eso es lo mismo que dijo mi padre — murmuro — solía decir que mi madre nos exigía demasiado, y el baile era otra carga. Cuando tenía 7 se divorciaron - bajo la mirada, recordando el momento en que sus padres discutían de nuevo, solo que ahora él recogía sus cosas — no le gustaba la forma en la que nos educaba ella.