SECUELAS
II
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«El peor sentimiento es no saber si continuar o rendirse».
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B.K.
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Cuando el sonido de la puerta retumbó en la pequeña habitación, Bakugo se descolocó, quedándose inerte ante la acción que había hecho.
De nuevo sus impulsos se habían apoderado de él.
Conteniendo la respiración agitada, mantuvo su vista en el suelo tratando de que su visión no se volviera borrosa por la ira, mientras intentaba controlar el temblor de su cuerpo por la impotencia que sentía de gritarle en la cara a Kirishima todo el rencor que le tenía, pero ahí estaba, al otro lado de la puerta, alejándose, como todas las personas que alguna vez dijeron apoyarlo.
— Mierda.
Irritado consigo mismo, golpeó la pared y caminó a grandes zancadas hacia su escritorio, abrió el pequeño cuaderno obsequiado por Kirishima y comenzó a hacer furiosas líneas.
No tenía claro que era lo que quería dibujar, solo seguía sus emociones, como un desquiciado impulsado por una extraña ansiedad que lo hacía querer plasmar una imagen sin forma y sentirse aliviado de saber que estaría ahí y que nunca se le olvidaría.
Líneas tras líneas, sus furiosos trazos formaban un grotesco enmarañado de líneas negras, unas sobre otras, debilitando la hoja y dejando pequeñas aberturas manchando las otras hojas por debajo, haciendo de su perfeccionismo un latente descontrol.
Ofuscado, arrancó las hojas arruinadas y continuó en otra.
Representar en sus dibujos lo que su voz no podía pronunciar, era lo que le habían aconsejado. Intentar aflojar un poco ese enorme nudo que ponía tensa su garganta y que lo hacía temblar de dolor e impotencia, logrando calmar la descontrolada impulsividad que lo cegaba.
Aunque se trataba de un consejo que poco a poco se convirtió en un tratamiento, la efectividad que había hecho en Katsuki fue notoria. De cierto modo le resultaba aliviante, pero también frustrante. No había un inicio exacto por dónde debía comenzar, era como caminar a ciegas, sin saber dónde pisar y en dónde debía terminar, como en sus sueños, perdiéndose entre la oscuridad.
Extrañamente las oscuras formas en sus dibujos se asemejaban al inmenso y oscuro bosque de sus sueños, donde era rodeado por enormes árboles y una extensa pesada niebla que cubría todo el suelo, reviviendo su repetitivo tormento, y haciéndolo sentir una angustia agobiante.
Al darse cuenta que la hoja había sido totalmente cubierta por desordenadas líneas negras, cambio a la siguiente, con el mismo fervor.
Al comienzo creyó que se trataba de una pesadilla, el mismo sueño se repetía siendo él consciente de su alrededor y duraba solo unos segundos, aunque parecían haber sido horas.
No le tomó importancia hasta que se volvió extraño, sobre todo por la sensación amarga y tan familiar que lo dejaban alterado haciéndolo quedarse en constantes divagaciones por comprenderlos. Lo que lo conllevo a sufrir de insomnio e inesperadamente olvidar sus sueños.
Sin poder encontrar una solución y que cada día sentía que aquella pesadilla lo consumía, dejó de lado su ego y le preguntó, a quien en aquel entonces era su psiquiatra.
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Memorias Olvidadas
Fiksi PenggemarIzuku ha perdido las memorias de su vida y la razón de su existencia. Katsuki ha despertado de un coma, reviviendo un trágico suceso de su pasado que lo agobia cada día. Ambos no lo saben, pero se han olvidado, viviendo una vida sin sentido y de m...