MY GIRL EXTRA SHOTS || Henry Danger [#3]

4 - The Return of the Kid - Parte 1

Narrador Omnisciente

Meses después de Dystopia...

En una tarde de sábado en Swellview, lejos de la Gran Manzana y el bullicio y crimen de Dystopia, un grupo de chicos superhéroes con él "Jefe Supremo" se encontraban sentados en el nuevo sillón giratorio de la nueva Capi Cueva... perdón, el ahora llamado: Capi Nido. Llorando y sollozando por las noticias en la gran pantalla, él chico del que todos se habían enamorado se había mudado a otra ciudad, dejando a un par de pre-adolescentes llorando y llenos de decepción.

—Bueno, supongo que todos quieren hablar de la lección que aprendimos hoy—. 

Ray Manchester apagó la televisión y se dirigió a la Danger Force. 

—¿Qué?— Miles lo miro confundido. 

—¿Aprendemos lecciones ahora?— Chapa. 

—No lo sé, Ray. Aprender no es lo mío— terminó Bose.

Soltando un suspiro pesado, cansado por tener que lidiar con estos niños y por haber tratado de hacer un punto hoy, Ray se levantó del nuevo sillón giratorio y volvió a ponerse frente a su nuevo equipo. 

—La lección que todos aprendimos hoy...— hizo una pausa —... es que tengo un buen amigo llamado Conka—. 

"¡Oh, no!", "¡No lo tienes!", "¡No!", "¡Supéralo!" se quejaron los niños. 

—¡SÍ LO TENGO!— espetó Ray. 

Bose ladeó la cabeza —Escucha, sabemos que somos tus únicos amigos, Ray, está bien—. 

—¡No son mis únicos amigos! ¡Tengo muchos amigos!— comenzó a llorar —Te-tengo muchos amigos que son cool, y que les agrado y me creen cuando les digo cosas—. 

El ambiente en el Capi Nido se llenó de tristeza gracias a las lágrimas de Ray, tanto así, que hizo sentir mal a la Danger Force, pues nadie en verdad se había dado cuenta de lo mucho que sufría desde que se quedó en Swellview sólo con Schwoz, y cuánto extrañaba a sus amigos.

En especial a uno. 

—Viejo, ¿aún estás llorando?—. 

Ray abrió sus ojos de par en par al escuchar aquella voz, sintiendo la alegría a flor de piel. Se giró lentamente en su propio lugar y trató de parpadear varias veces para asegurarse de que no fuera solamente una ilusión, cosa  que, bueno, era así.

 En donde se encontraban los nuevos tubos, ahí estaba parado Henry Hart, pasmando una sonrisa de oreja a oreja y más cambiado que nunca, dejando la sorpresa de su llegada a cada miembro del lugar, y hablando más por Ray, él que por alguna razón empezó a babear y Mike tuvo que recoger su saliva en un vaso para que no ensuciara. 

Todos estaban sin palabras. Ray más que nada. 

—¿Cuándo Schwoz construyó todo esto?—. 

—¿Mhm?—. 

—¿Cuándo Schwoz construyó todo esto?—. 

El shock de Ray pareció no durar mucho, pues en menos de lo que pensaba, ya estaba abrazando a Henry sin tener una idea de cuando soltarlo. Lo había extrañado más de lo que una persona podía imaginarse, y aunque Henry se sintiera igual, sentía que se quedaba cada vez sin menos aire. 

—¡AAAAhhhhh!— gritaba Ray —¡Bienvenido, amigo!—. 

—¡Sí! Un poco apretado tu abrazo, amigo—. 

—¡Ooooohhhhh!— lo soltó un poco —¡Te he extrañado tanto!—. 

Henry cerró los ojos —Mmmm... creo que escuché una costilla romperse—.