Deseo de libertad

Capítulo 5 "VIDA NUEVA"

En la tarde del día siguiente yo no sabía que hacer así que se me ocurrió salir de shopping con Yeontan.

Sara: vida.

Yeontan: dime -dijo sin dejar de mirar su teléfono-

Sara: quiero salir, estoy aburrida.

Yeontan: ¿A dónde quieres ir?

Sara: vamos a comprar ropa ¿sí?

Yeontan: está bien, solo espérame unos minutos.

Mientras esperaba a Yeontan subí a arreglarme el pelo y a buscar mi cartera. Cuando llegamos a la tienda vi muchas cosas que me gustaron, pero lamentablemente no lo pude comprar todo. Termine comprando tres tops, dos pantalones, un vestido y dos collares de perlas.

Cuando salimos de la tienda Yeontan me dijo que tenía hambre así que le dije que se fuera a comprar algo mientras yo iba a otro lugar.

Mientras él estaba pidiendo yo fui a comprarle unas cosas porque no sería capaz de dejarlo sin nada. Le compre una gorra, un conjunto Nike amarillo con negro y unos tenis.

Luego fui a comer con él y al terminar tomamos rumbo a la casa. Subí todo a la habitación para luego llamar a Yeontan.

Sara: ¡Yeontan ven a ver!

Yeontan: a ver que -dije mientras subía-

Sara: te compré unas cosas.

Yeontan: ¿enserio?

Sara: si, toma -le dije mientras le daba las fundas-

Yeontan: gracias mi amor.

Lo besé y luego lo invité a ver una película mientras llegaba la hora de la cena.

Dos días después hacia un calor tremendo, me fui y bañar y mientras estaba cambiando la canción escuché la puerta principal cerrarse, pero no le di importancia.

Salí en toalla del baño y le pregunté a Yeontan porque lo vi sentad mirando televisión, me dijo que mi madre había salido a hacer compras.

Cuando me fui a cambiar me puse una camisa grande y un pantalón corto de pijama, algo provocativo, quería jugar, pero después me arrepentí. Bajé y me senté en las piernas de Yeontan.

Sara: estoy aburrida amor -dije seductora-

Yeontan: y… ¿Qué se te ocurre? -dijo mirándome de arriba abajo-

Sara: no lo sé, me adaptare a lo que sea.

En ese momento Yeontan atacó mis labios con un beso profundo donde despertó una guerra de lenguas.

Se levantó y me cargo. Enrede mis piernas en su cintura sin dejar de besarlo para luego el tomar rumbo a nuestra habitación y recostarme suavemente en la cama. Yeontan exploró todo mi cuerpo mientras me quitaba la ropa, luego introdujo dos dedos en mi boca y yo los chupe con gusto. Los llevo a mi entrada y comenzó a entrarlos y sacarlos, simulaba tijeras y con la otra mano acariciaba mi clítoris, lo que me hacía gemir de placer.

Sacó los dedos para luego posicionarme y comenzar a embestirme. Primero dio una fuerte y repentina embestida lo que me hizo sacar un gemido ahogado, daba estocadas fuertes y suaves, rápidas y lentas, entraba todo su miembro y en algunos casos lo sacaba y lo volvía a entrar.

Luego quise tomar yo el control así que me subí encima de él y entré su miembro en mí. El tomo mis caderas y hacia que yo me moviera más rápido. Yeontan masajeaba mis senos mientras yo arqueaba mi espalda encima de él.

 El me tomó otra vez y abrió mis piernas comenzó a entrarlo y sacarlo, jugaba con mi intimidad. La habitación ya estaba húmeda. Nos venimos juntos y quedamos exhaustos. Pero yo me paré a bañarme porque mi madre no tardaba en llegar.