Capítulo 11: PREGUNTAS Y....

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Capítulo XI

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Capítulo XI

Preguntas y...


No pensaba quedarme con esa duda ni un minuto más, así que fui hasta su casa, ni siquiera sabía dónde vivía, pero más o menos sabía en qué parte y fui preguntando hasta que me guiaron por la dirección correcta. Y finalmente, después de un largo rato de caminar, llegue hasta su casa. Me pare frente a la puerta y respirando hondo, llame a la puerta... y después de esperar un par de segundos, me recibió él, este estaba algo golpeado y un poco asustado.

—¿s-sí? ¿Qué paso? —pregunto el pobre Luis tartamudeando con la puerta entreabierta— ¿¡Adrián!? ¿¿Qué haces aquí??.

—Quería saber qué había pasado contigo —respondí— hoy fui a clase y no te vi y creí que podría haberte pasado algo después de lo que paso.

—Han pasado muchas cosas desde que te fuiste Adrián—abrió más la puerta y pude ver varios moretones en su cara.

—¿¡qué paso!? —Pregunté preocupado.

—Taylor y sus amigos me tuvieron en la mira para que no dijera nada durante mucho tiempo —respondió con la mirada baja.

—¿¡Que!? —exclame en voz alta— ¿¡ellos siguen ocultando lo que paso!?

—Me miro y dijo— No, ya no... los profesores se enteraron de lo que sucedió y los suspendieron a todos, Creyeron que había sido yo el soplón y me golpearon.

—No puede ser...

Hablamos un rato más y yo me quedé un rato más en su casa hablando y tratando de ayudarlo, él tenía que volver a clase también, no podíamos ocultarnos toda la vida.

Después de un rato, logre convencerlo y al día siguiente fuimos a clase, los dos juntos fuimos como dos hermanos listos para enfrentarse a lo que viniera, apoyándonos uno al otro.

Entramos a clase y cada uno nos sentamos en nuestros respectivos puestos y escuchamos la clase con normalidad, hasta que a mi lado... escuche ese golpeteo de dedos de nuevo. ¡Me paralizo el miedo y mi corazón empezó a latir muy rápido!, poco a poco volteé la mirada a la mesa de al lado y vi... que era Luis el que estaba haciendo ese ruido con los dedos. Uff, Respire profundo y me calme mientras seguía la clase con normalidad. Pero, antes que sonara la alarma de salida, algo me golpea fuertemente el respaldo de la silla, dando un salto brusco tropezando la mesa volteo rápidamente.

—¿¡Que sucede!? —exclamo Luis mientras sujetaba el respaldar de mi silla.

—¿¡Fuiste tu!? — pregunté en voz alta mientras me levantaba asustado.

—Em... s-sí? Te iba a decir que ya íbamos a salir y si querías ir a mi casa un rato, pero me tropecé accidentalmente con la silla, ¿pero qué pasa? ¿¿Por qué reaccionas así??.

—Emm... No, no, no, nada na-da —respondí tartamudeando histéricamente mientras me agarraba la cabeza.

—hey hey hey... cálmate, dime que sucede Ad..

—¡Ok Ok! —Exclame histérico con lágrimas en mis ojos— ¡Han pasado michas! Muchas cosas, muchas cosas, cosas, ¡¡Cosas!!.

—¡hey! —exclamó— cálmate, adrián, ven, vamos a mi casa y me cuentas qué paso, ¿ok? Pero tienes que calmarte.

—Ok...—respondí mientras bajaba mis manos de la cabeza.

Logre calmarme un poco, respire hondo, y proseguí a seguirlo a su casa. Me llevo a su casa y allí pudimos hablar mejor. Le conté todo lo que había sucedido y al principio no me creyó, pero mientras más le contaba, el más sentido le agarraba a la historia, se veía tranquilo y un poco ansioso mientras se lo contaba.

—¿En serio eso fue lo que paso Adrián? Qué horror.

—Pues si supongo, desde eso han pasado cosas, veo sombras y escucho cosas extrañas aparte que me siento...

—¿Qué? ¿Qué te sientes cómo?.

—no lo sé... ese es el problema, hay quienes me conocen desde hace mucho y dicen que he cambiado y no sé en qué.

—Mmm ok, no te preocupes, ¿y sabes algo del túnel o algo? ¿Qué es? ¿Por qué está allí?.

—Solo sé que fue sin duda la peor experiencia que he tenido alguna vez, esas sombras, ese frío, esos sonidos, esa sensación horrible que recorría mi cuerpo fue... no sé ni como describirlo.

—Ok ok comprendo —respondió acomodándose en su silla.

—¡Hay que averiguar todo lo que podamos de ese lugar! —dije mientras me levantaba de mi silla.

—¿De qué hablas Adrián? —pregunto confundido.

—No sé, hay que averiguar, investigar, ¿por qué? ¡¿Por qué paso?! ¡¿Qué es ese sitio?!.

—Hey hey —dijo mientras se levantaba y colocaba ambas manos en mis hombros— cálmate Adrián, ¿ok? Sé que estás confundido y quieres respuestas, pero no creo sea el momento.

—¡¿¡Y cuándo será el momento!?! —reclame elevando la voz— estoy harto de esconderme de los peligros de la oscuridad, quiero llegar a ellos y encandilarlos para que no vuelvan a atormentarme más, ¡no quiero más sentir temor! ¡Quiero que el escalofrío que recorre mi cuerpo hulla de mí y que mis observadores ya no vean más!.

—Si adrián, lo sé... pero no es el momento, mira, voy a intentar averiguar lo que pueda, ¿si?. ¿Quieres respuestas? Pues tendremos que esperar.

—Ese es el problema, no es que las quiero...

Las necesito.

Regresamos al colegio al día siguiente, y todo estuvo más o menos normal por un tiempo, si... escuchaba y veía cosas extrañas y mi deseo de saber que eran cada día aumentaban más. 

Pasaron varias semanas en las que hablaba con Luis y sacábamos nuestras teorías. Todo estaba un poco más tranquilo, hasta que llego el mensaje que tanto esperaba.

= 2014 =

( Viernes 2 de Mayo 05:07 pm )

Sonó el telefono, era Luis.

—¿Hola? Soy yo, Luis, Encontré algo que nos servirá, Hay alguien que vive cerca del túnel, Tal vez él sepa algo.       

 —Ok, voy para allá.

—Te espero en la entrada del colegio, nos vemos —Colgó.

¿Al fin había llegado el momento de conseguir las respuestas que tanto esperaba?, Eso pasaba por mi cabeza mientras bajaba el teléfono y me alistaba para ir, me vestí con una chaqueta negra, pantalones negros y botas.

Mientras caminaba por la calle pensaba ¿Será? ¿Será que al fin sabré que es lo que sucedió allí Y por qué?, en ese momento no lo sabía.

Pero estaba a punto de averiguarlo.

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