Capítulo 22: ¿PESADILLA?

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Capítulo XXII

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Capítulo XXII

¿Pesadilla?


¿Podrías huir... de ti mismo?

¿Te podrías perdonar por las cosas que has hecho?, Las cosas que te atormentan por las noches, las que al verte en el espejo vez escritas en tu frente. Si te arrepientes, ¿te podrías perdonar y salir impune?, ¿Justificado por tus pecados?, O en algún momento, ¿Tendrás que pagar todo lo que has hecho?

Huyo del mal que yo encontré, que causé. Huyo de mi propia creación, fruto de mi ira y mi impotencia. Ahora estaba lejos, tratando de olvidar, Pero el mal, el mal a veces te sigue a donde quiera que vayas, y en ese momento es que debes preguntarte ¿Qué aras?, ¿Te enfrentarás de frente con valentía contra aquello que perturba tu mente?, O tratarás de olvidar... y huir. Si planeas atacar, prepárate primero. Y si tus planes son huir, recuerda que aunque corras del mal, aunque trates de huir, tu pasado... siempre te estará siguiendo los pasos, siempre andará detrás de ti pisándote los talones y solo te quedará ir más rápido que él e intentar no cansarte, O te atrapará.

Rafael tuvo razón en algo, después de un par de semanas nos graduamos del colegio, ya ambos con 18 años. En esas dos semanas Luis no apareció por ningún lado, al igual que sus seguidores, ni Taylor, ¿Qué habrá pasado con él?

Tampoco supe nada más de Dianne, y no quise ir a su casa, no quería molestarla, aún debe creer que la traicioné. solo espero que sea donde sea que esté, esté bien, y que pueda perdonarme por las cosas que hice, y las que no.

Rafael y yo nos graduamos, nos dieron nuestro título, y después de un tiempo fuimos a la universidad. El eligió la carrera de ingeniería electrónica, mientras que yo elegí la carrera de ingeniería mecánica. Nuestra universidad quedaba algo más lejos, así que ambos nos quedaríamos en una casa que nos había prestado, la cual quedaba a pocas cuadras de la universidad. Al fin, estaba algo más lejos de todo el mal que me perseguía, me sentía un poco más seguro, solo quería descansar, descansar de todo, incluso de mí mismo.

Todo esto pasaba por mi cabeza mientras íbamos en auto a la casa donde nos quedaríamos, yo solo miraba por la ventana con la cabeza recostada a la ventana mirando a la gente, las calles, las casas y los caminos, mientras que los recuerdos se rebobinaban una y otra vez en mi cabeza, algunos tristes, otros alegres, unos dolorosos y otros aún más dolorosos, pero en ese camino trataba de dejar atrás todo eso, purificando mi mente poco a poco, para iniciar de nuevo, iniciar un nuevo capítulo de mi vida, uno que intentaría que fuera mejor que los anteriores,¿Lo lograría?, no lo sabía, Pero sabía que daría todo de mí porqué así fuera.

—¡Adriaaan! Ya llegamooooos —dijo Rafael entusiasmado, señalando desde el auto a una casa— nuestro nuevo hogar.

—Um, es linda, nada mal —dije poco entusiasmado mientras bajaba del auto.

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