3.- 2020

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- ¿No vas a entrar? -dijo el más alto al mirar como el rubio veía la casa con la boca abierta.

Ya habían llegado al sitio que marcaba el mapa, pero para nada Sunoo esperaba algo así; Incluso comenzaba a pensar que era el lugar equivocado.

- Eh... Sí. -sacudió suavemente su cabeza, no era una "casa", era una mansión, (al menos para él)-. Muchas gracias por la ayuda. -hizo una reverencia a los cuatro.

Luego de que ellos continuarán su camino, Sunoo dio la vuelta y se quedó mirando la casa al no saber qué hacer, pero Heeseung vio una última vez al menor, quién seguía afuera, observando la casa a detalle. Soltó una pequeña risa antes de acercarse corriendo.

- Veo que no tienes llaves. -volvió a sonreír-. ¿Sabes? Mi abuelo solía decir "A veces sólo hay que buscar en las flores para encontrar la llave." -levantó un poco una maceta pequeña con flores color azul, debajo de la misma había una llave, la levantó y se le entregó al rubio.

Sunoo se quedó mirando a Heeseung, juraría que le era parecido, su sonrisa, sus ojos, todo, incluso su voz. Al sentir la mano ajena sobre la suya, inmediatamente reaccionó, mirando la llave y asintiendo, haciendo otra reverencia después para agradecerle.

- Muchas gracias. -murmuró sin mirarlo.

Heeseung regresó con sus amigos luego de sonreírle aunque éste no pudo verlo, dejando a Sunoo con la llave en mano, quien aún dudaba en entrar.
Era una casa grande, dos plantas, jardín grande. ¿Y si alguien ya vivía ahí? Aún con ese pensamiento, la casa parecía ¿abandonada? Quizás no era la palabra correcta.

Lentamente ingresó la llave y dio vuelta dos veces, con la tercer vuelta la puerta se abrió, se asustó un poco por ésto pero luego de dudarlo, empujó un poco la ya mencionada, abriendola por completo tras unos segundos. Alzó su mirada, todo estaba tan... Diferente, frente a él estaban unas escaleras enormes. Pero primero se adentró a la casa, el piso parecía ser de madera color blanca, el cual era brillante, a su derecha había una habitación así que decidió entrar en ella.

Dos artefactos color gris con algunos papeles pegados, en ellos pudo leer sus nombres; "Lavadora y secadora", sorprendido se acercó un poco para verlas mejor ya que eran muy distintas a las que ya conocía; Además, junto a ellas había accesorios para lavar ropa, incluyendo jabón. Del lado izquierdo de esa misma habitación estaba una puerta que dirigía a lo que parecía el patio (pudo verlo gracias a la ligera transparencia de la puerta).

Salió de ahí, del lado izquierdo de las escaleras estaba la sala principal, tres sofás color negro, una pequeña mesa en el centro, plantas, una chimenea del lado derecho y una... ¿Televisión? Leyó el papel que estaba sobre la enorme pantalla plana.

- ¿Eso es... -murmuró mirando el artefacto- Una televisión? -con las yemas de sus dedos tocó la suave pantalla-. Es enorme...

Se dio la vuelta, la sala era de un espacio cómodo, debía admitir. Sin embargo, siguió avanzado hasta encontrarse con nuevamente otra puerta grande de cristal. Con cuidado la abrió y entró, reconociendo inmediatamente que era la cocina.

Encimeras color negro brillante, en los cuales había electrodomésticos, muebles, una estufa, una nevera enorme y una pequeña barra junto a sillas acolchonadas. Del lado derecho había otra habitación, era el comedor; Una mesa con seis sillas y del lado izquierdo una puerta con marco negro y el cristal oscuro. A su derecha se encontraban otras dos puertas.

Se dirigió a la entrada del cristal oscuro, abriendo ésta con cuidado. El patio era enorme, una gran valla de madera blanca alta lo aseguraba, del lado izquierdo había una pequeña mesa con dos sillas, del lado derecho una heladera junto a más asientos, alrededor de la valla había plantas, y no sólo eso, sino que también había una piscina y máquinas de ejercicio.

Chico Raro (Sunki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora