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—¡Oigan, eso no es justo, nosotros ganamos la carrera de postas! —Satoru le reclama a la maestra de Tsumiki haciendo un puchero infantil, aunque sabe que no será tomado en cuenta.

Era el día de deportes de padres e hijos en la escuela de Megumi y Tsumiki y, por supuesto, Gojo está liderando el podio junto a sus muy habilidosos hijos adoptivos.

Solo que deciden darles los premios a los segundos puestos, después de que se hiciera obvio que Satoru y los Fushiguro ganarían siempre en las actividades de deportes. Es injusto, pero qué se puede hacer, ya aprendió que en esta pequeña justicia infantil no puede ganar.

Es parte de su labor como padre alfa, después de todo y, además, disfruta de estas actividades.

Mientras hace pucheros, continúa con las demás actividades programadas para ese día con el mismo entusiasmo, mientras hace una gran colaboración de dinero para el asado de ese día.

A pesar de que Megumi no lo dice abiertamente, le gusta que Satoru participe en estas actividades; antes, Megumi solía ser relegado a mirar desde las gradas al resto de familias.

Al final del día, Gojo termina sonriente y satisfecho, llevando a los niños a una gran cena en un restaurante de comida rápida.

Ha sido un día solo de él y sus niños, es lo que piensa. Un gran día.

A pesar de que en el clan no estaban de acuerdo con su decisión de cuidar a los Fushiguro, Satoru no cambió su decisión en ningún momento.

Aún así, a menudo, no están de acuerdo con Tsumiki por no ser de Jujutsu, pero últimamente creen que es conveniente tener a Megumi de su lado, en caso sea un hechicero potencialmente poderoso. Dios, qué desastre. Es así como siempre ven a los hechiceros: armas para usar.

Su llamada familia cree que puede entrometerse en todos sus asuntos. Por supuesto, Gojo ha tratado de mantenerlos al margen lo mejor posible. Empezó con dejar de vivir en su mansión.

Aunque no puede evitar visitar el lugar ya que, le guste o no, es el líder.

Afortunadamente, las aguas con el tema de los niños se han calmado por ahora, solo porque tienen un nuevo tema controversial en mente: el omega con el que se casará.

Recuerda la última conversación que tuvo con su abuela el día de su último cumpleaños, la respetada señora Gojo, quien siempre ha metido sus narices en todos los asuntos tradicionales de la familia.

—Hoy es el día en el que escogerás un omega adecuado. —Ella le dice, acomodando su yukata con sus manos lentas y ásperas. Satoru la mira sin emoción.

—Ah, no estoy seguro. ¿Qué pasa si no encuentro uno adecuado?

—Hemos seleccionado cuidadosamente a los candidatos. Todos son decentes. —La mujer le espeta con dureza.

Gojo suspira. ¿Cuántos omegas se han presentado? Creyó ver una fila con poco más de diez omegas. Eso es mucho considerando lo escasos que son los omegas en Jujutsu.

Aunque claro, probablemente hayan traído omegas extranjeros para ampliar la gama de opciones.

—¿Y si me gusta más de uno? —Gojo bromea, sabe que eso la hará enojar, pero no importa.

—Puedes armar tu harem hoy mismo, si así lo quieres. —Ella responde, seriamente—. Pero debes elegir al omega principal.

—Pero los alfas de los Gojo no acostumbran a tener un harem.

Eso lo tiene que saber, su abuela fue la única omega del abuelo, así fue antes y así siguió siendo hasta sus propios padres. Los Gojo no suelen tener hijos por doquier, debido al riesgo de su técnica. Debido a disputas familiares antiquísimas por las diferencias de poderes.

Alpha In Love / Fic # 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora