Alpha In Love / Fic # 6

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Así que aquí esta, en un pequeño pueblo de Francia.

La familia ,que pidió sus servicios a la escuela de hechicería, pagó bastante bien por una misión poco complicada, en realidad. Pudieron mandar fácilmente a un grado dos o un grado uno si querían ser exquisitos y caprichosos.

La misión, también y para su sorpresa, incluía asistir a la familia con sus familiares que poseen energía maldita. Y la verdad es que era una familia de lo que llamaría muy común si se quisiera afiliar a las escuelas de hechicería de Japón. Quizás, sus usuarios con potencial llegarían a grado 3 y 2 si se emparejaban con un linaje algo mejor.

Para su saber, Gojo descubre, justamente eso es lo que buscaban.

Solo que estaban queriendo debutar con el clan Gojo. Cualquiera que se empareje con los grandes clanes mejoraría su descendencia enormemente.

Hay un omega en la familia. Un omega de catorce años.

Satoru es consciente de todo cuando los dejan a solas, para que pueda "platicarle" sobre la escuela de hechiceros. ¿Lo estaban usando de reclutador? Já, y los altos mandos lo saben, esos decrépitos asquerosos.

Por supuesto, definitivamente eso no es lo único que quieren que haga con el omega.

El chico, de largas pestañas rubias y figura delgada, le sonríe nerviosamente, sonrojado. Está en un pre-celo, o cerca a ello. Y los dejaron a solas. ¿Qué clase de mierda creen que es Satoru? ¿Creen que se follará al chico?

Pf, su aroma es más dulce de lo que considera agradable. La sensación que le causa es la de probar un jarabe tan dulce como para irritarle los sentidos. Le falta en sensualidad lo que desborda en Nanami.

Probablemente sea un manjar para cualquier alfa. No para un alfa tomado, y Gojo ya fue tomado.

Si fuera Nanami, con poca ropa, sonrojado en su pre-celo, definitivamente ya estaría sobre él, hundiéndose en su cálido cuerpo para hacerlo lloriquear de dulzura. No puede controlarse muy bien cuando se trata de Kento, lo tiene loco.

Y, sobre todo, hablando de su razón, por favor, este omega aquí es un jodido niño. ¿Qué mierda sigue mal en este mundo?

—¿Te están obligando a hacer esto? —Gojo le pregunta, sentado sobre la silla, mientras el jovencito se sienta en el sillón frente a él, sudando y oliendo a pre-celo.

—Solo... No, señor. —El chico contesta—. Los omegas nos comprometemos.

Satoru asiente. Puede decir que el chico lo ve con interés. No sabe si es por su pre-celo o porque Satoru es guapo.

No es cuestión meramente de ego. Gojo es guapo, se ha cansado de escucharlo y, por favor, se ha visto en el espejo, su mamá le bendijo con una belleza abrumadora. Suele tener a los omegas atrapados con su guapo rostro.

Así que Satoru se pone los lentes, aunque eso no ayude mucho en realidad.

Es un niño de catorce, debería estar ilusionándose con los alfas de su edad. Solo que esta sociedad podrida lo ha preparado para abrirle las piernas hasta a un anciano, si es necesario.

—¿A dónde va, señor?

Gojo sale de la salita, forzando la puerta, solo para encontrar a la familia en la mesa, conversando entre ellos. ¿En serio esto era lo que iba a pasar?

—Señor Gojo. —El alfa líder de la familia se pone de pie y saluda—. ¿Sucede algo?

—Uhm... —Satoru farfulla—. Sí, sucede que nos encerraron para todo menos para que le hable de la escuela de hechicería. —Hace una mueca disgustada—. ¿Qué esperaban?