Cena en el bosque

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🚨ATENCIÓN🚨


En este capítulo encontrarás (un poco de) +18. Si no quieres/ puedes leer este tipo de contenido, te invito a que no leas la parte que se encuentra entre los dos banners +18. Y ahora, comencemos, que Dawi tiene hambre 😌



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—Por fin algo de comida decente —celebró dejándose caer hacia atrás mientras se acariciaba el estómago satisfecho.

—Has comido mucho —señaló Nalbrek.

—Porque tenía hambre.

—¿De verdad la comida ha sido tan mala?

—Ni Karima le daría a su familia algo así, el pueblo no se lo permitiría. Pero, al parecer, la manada gira entorno a los alfas y sus caprichos. Por suerte, yo no soy un lobo y no me importa lo que hagan. Solo tengo que conseguir mi comida mientras esté aquí.

—En cuanto vea la tumba de mi madre y mi tío, nos iremos.

—Bien. Nalbrek, tú sabes que los alfas quieren averiguar quién es tu padre, ¿verdad?

—Lo sé.

—¿Y es seguro para él que estés aquí?

—Es algo que no le afecta.

—¿Y sabes los rumores que hay? —comenzó con precaución.

—¿Que mi tío es, en realidad, mi padre? —Él asintió—. Es curioso como fingen escandalizarse por aquello que ellos pretendían hacer.

—¿Pretendían que tu madre y tu tío tuviesen hijos?

—Los lobos más ancianos decían que la sangre de mi familia se estaba debilitando después de tantas generaciones y a alguien se le ocurrió que cruzar a los dos últimos descendientes sería una buena idea.

—Dime que no lo lograron —le pidió.

—La idea fue rechazada. Al parecer incluso ellos tienen límites más allá de los cuales no se atreven a ir.

—Me alegra oírlo —celebró aliviado cuando se detuvo, y es que Nalbrek había dicho que el consejo de alfas abandonó la idea, pero no negó que fuese su padre cuando se regañó. Dos hermanos teniendo hijos juntos... Imposible—. Nal, ¿no se supone que los lobos tienen el instinto de alimentar a su pareja? —le preguntó cambiando de tema.

—Sí, ¿por qué?

—Porque no lo están haciendo.

—¿Hablas sobre la cena?

—Es que me ha sorprendido —admitió tumbándose con los brazos bajo la cabeza mirando el cielo a través de los árboles—. En todos los sitios a dónde he ido, los marcadores se esforzaban en llevar comida a sus parejas, a sus hijos, sin importar su animal. Esta ha sido la primera vez que he visto a los proveedores darles las sobras a sus familias, además lobos, los cuales siempre presumen de ser los que mejor mantienen a sus parejas. Aún ahora no puedo creerlo a pesar de que lo he visto yo mismo.

Cambiantes Libro II. Vínculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora