Solo somos 4

Capítulo 3: Estornudo

«Debes estar de broma» pensé cerrando los ojos y soltando un suspiro

—Rovillon? ¿Eres tú? — Me decía la maestra atrás mío.

Volteando lentamente corroboré lo cierto, era ella —Que gran sorpresa..— Dije con un obvio sarcasmo.

—Que sucedió? — preguntó asustada.

Con una mirada de ingenuidad y confusión la miré. —En serio cree que yo puedo saber? —

—No me falte el respeto de esa forma jovencito, sigo siendo superior a usted— Me decía con su tono arrogante de siempre.

—Creo que no es momento... de eso— Con dificultad evadía su mirada y me acercaba al carro de donde yo salí.

—Debería saber algo, se nota que está aquí desde antes— Me perseguía buscando una respuesta.

—Acabo de despertar de un choque...— Dije con debilidad al sentir el dolor en mi abdomen.

Me apoyé en el carro y senté en el piso buscando distraerme del dolor, mientras la profesora seguía intentando sacarme información que claramente yo no tenía. Después de un corto tiempo se dio cuenta que no lograría nada fastidiándome. Y de la nada silencio, solo se sentía el revolotear del viento y las hojas de los árboles bailando, algunas cayendo, las ramas crujiendo. Estaba tan cansado o débil que cerré los ojos... estaba desconectado de todo, un cantar suave de un pájaro por ahí me hizo reaccionar, sentí la herida en mi pecho y mi mejilla húmeda... quizá era sangre... o quizá sudor, un ruido me despertó, era el ruido que hacía el auto, alguien tratando de salir.

—...Niños?..— Preguntó con dificultad Hariman despertando.

—Hariman...— Me paré rápido y fui hacia su puerta.

—Mar...Marcell? — Preguntó mientras me miraba pestañeando seguido.

—Si, si... estoy bien, creo...— Dije aún con la mano en el abdomen.

La puerta de Hariman se abrió al instante, dejándolo caer ya que este aún se encontraba mareado y desorientado, me incliné a ayudarlo para que se sentara.

—Gracias... gracias niño...— Sonrió levemente cerrando un rato los ojos —Marcell... mira si tus amigos están bien... por favor...— Dijo tomando aire y descansando un poco.

—...Si, si, está bien— Parándome y acercándome a la puerta del lado de Farid. —Chicos... por favor respondan— Suplicaba abriendo la puerta y acercándome a ellos. —Vamos por favor, no fue un golpe tan fuerte....— Sacudía con cuidado a cada uno para que se levanten.

—Marcell... deben reaccionar a un impulso fuerte... el estado de shock quizá ya pasó, entonces... con mojarlos o una descarga eléctrica despertarán—

—¿¡Qué!?— gritó Alexander de golpe —No es necesaria la descarga...—

—Te estuviste haciendo el dormido? — Pregunté con seriedad.

—No me estaba haciendo el dormido, me estaba haciendo el desmayado... es diferente. — Respondió con su característica forma de aclarar.

—Por qué... ¿Por qué no reaccionaste cuando me desperté o algo? — Empezaba a exaltarme.

—No lo sé, pasamos por algo que no es de todos los días, ¿esperabas que reaccione al instante y quiera encontrar una solución? —

—Quiero que al menos muestres interés— Alzaba más mi voz.

—¡Lo siento, por no tener tu madurez, estoy asustado! — Trataba de excusarse.

—¡Yo también estoy asustado, pero quiero saber por qué estamos afuera... me interesa saber que pasa! —