Capítulo 10: Este cuervo no te quitará los ojos.

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— ¿Qué hace el aquí? — Alexander preguntaba notablemente enojado.

— Entiendo que estés enojado... — Hariman trataba de explicar.

— No, enojado no, furioso...— Alexander agregó. — Y que sorpresa que seas tú el que ahora quiere confiar en él, después de todo. — se dirigía a mí.

— No empieces ahora...— trate de mantener la calma

— Creo que tengo todo el derecho de "empezar ahora", no confío en él, y creo que ninguno lo hace, incluso tú...—

Rostros de desconfianza se mostraban en la celda, Hariman había noqueado al guardia de turno y abierto nuestras celdas, nos encontrábamos conversando en una misma celda, mientras recuperábamos fuerzas.

— Si bien es cierto... creo que brindarnos el antídoto era parte solo de nuestro plan, por lo que Hariman si siguió el plan... ¿No? — Farid mencionaba mientras se frotaba el cuello.

— Y que nos asegura que eso realmente es parte de su plan inicial— Alexander seguía poniendo en duda.

—Su plan inicial era alejarnos de Matheews— Dije.

—Obedeciendo su orden directa? — Alexander me cuestionó

—Comprendo que no suene lógico, pero por muy loco que parezca, estar afuera con el tiempo de planear algo era más seguro que estar aquí a disposición de Matheews. — Hariman se defendía.

—¿Afuera?, donde estamos expuestos al virus y a todos los peligros que vivimos, ¿Ahí era más seguro? — Alexander se empezaba a notar más enojado.

—Sobrevivimos... ¿No? — Traté de cerrar la discusión.

Alexander arremetió contra mí con un puñetazo. —Nada de eso...—

Dijo enojado.

Los muchachos dieron un paso atrás sabiendo sin querer intervenir.

—Estuvimos alejados de nuestros padres, en riesgo, con la posibilidad de convertirnos en una de esas cosas de ahí fuera— me agarraba del cuello de la camiseta y arremetía con golpes, notando una gran carga de estrés. —Pasamos un infierno... murió gente... matamos gente. —

Hariman trató de detener a Alexander, pero Sebastian lo detuvo con un brazo y una mirada donde mostraba que sabía lo que hacía al permitir que Alexander explote.

Alexander no dejaba de golpear, pero al estar recuperando energías su fuerza no era mortal... podía aguantar cada golpe, pero también entendía el trasfondo de cada impacto, su furia, tristeza... su desesperación.

—... ¡Murió gente, Marcell! Y menos mal... seguimos todos... juntos...— En ese momento Alexander se detuvo, aún con la respiración agitada, pero cobrando conciencia de todo. —Seguimos todos juntos...—

Al ver esto Sebastian agarró de la camiseta a Alexander y lo encaró.

—Entonces ahora si entiendes que sobrevivimos, y eso es lo importante... ¿No? — Dijo Sebastián con un tono frío y amenazante

Alexander asintió, algo lento en su reacción, como si se encontrase en shock al ver como perdió el control, por su lado Hariman y Farid me ayudaban a levantarme.

—Ya... espero estés tranquilo— Dije escupiendo un poco de sangre.

—S... si, lo siento— Titubeaba un poco, pero Alexander se disculpó.

Solo asentí pues entendía lo que estaba pasando, y aunque dolía, creo que fue lo correcto.

—Sebas, suéltalo— dije con la respiración agitada por los golpes.

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