Temblaba en extremo, sintiendo cada parte de su cuerpo fallarle, sin poder moverse o reaccionar, sin poder hacer algo al respecto.
Estaba asustada, no, esa palabra era poco comparado con lo que sentía en aquel momento.
No podía calmarse, su corazón latía con fuerza en su pecho, causándole cierto dolor, sus manos temblaban tanto que comenzaba a preguntarse si aquello era sano, una capa de sudor cubría su frente, se encontraba en el suelo ya que sus piernas le habían fallado, el miedo que tenía en aquel mismísimo instante era demasiado para ella, más del que podía poner en palabras.
ㅡDime.
Su voz salió fuerte, demandante y más grave que de costumbre. Tragó saliva algo duro y después alzó la mirada mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
ㅡJennie, si no me dices, te juro que voy a poner una bomba en la maldita casa y matar a todos los que se encuentran aquí dentro.
ㅡLisa... estoy bien.
Sus cejas se encontraban elevadas hacia arriba en una mueca algo triste y asustada. El chocolate en los ojos de Lisa se encontraba escarbando en lo más profundo de Jennie, buscando descifrar qué sucedía o qué era lo que había pasado, buscaba que le estuviera mintiendo o algo por el estilo.
ㅡNo, no lo estás. ¿Vas a decirme o vas a esperar a que empiece una masacre?
ㅡ¿Por qué te molesta tanto?
ㅡPorque se trata de ti, pequeña insolente, cualquier cosa relacionada a ti me importa.
La castaña se abrazó mientras veía a la pelinegra colocarse cuclillas delante de ella y tomarla por el mentón para levantarle la mirada y hacer que la de Lisa y la suya conectaran entre sí. Sus ojos seguían brillando con aquella furia que a Jennie le erizaba la piel y le daba violentos escalofríos.
ㅡMírame.
ㅡBien.
ㅡ¿Vas a decirme quién fue el idiota que entró aquí? ¿Vas a decirme qué fue lo que te hizo?
ㅡYo... estoy bien.
ㅡNo es lo que pregunté, Jennie.
ㅡFue el señor Dongwook.
La respiración de Lisa comenzó a ser algo pesada, su ceño estaba fruncido y el color de sus ojos se había intensificado, incluso brillaban mucho más que antes.
La pelinegra emanaba un extraño y denso olor, uno que delataba su furia, se encontraba molesta, sus manos estaban en un puño y sus nudillos se veían blancos por la presión que estaba utilizando al apretar de aquella forma sus manos.
ㅡ¿Qué fue lo que hizo, Jennie? ¿Por qué vino aquí? ¿Cuándo fue?
ㅡCuando me avisaste que irías a jugar basketball con Jisoo, vino minutos después de que te fueras.
La castaña se abrazó a sí misma con más fuerza mientras se frotaba los brazos, el modo en que estaba Lisa no le agradaba del todo, le daba muchísimo miedo y no le gustaba.
ㅡ¿Vas a responderme todo lo que te pregunté o tendré que averiguarlo por mi cuenta y por las malas?
ㅡNo, no tienes por qué hacerlo, Lisa.
ㅡEntonces dime de una maldita vez, Jennie, ¿qué fue lo que hizo? ¿Por qué vino a verte a ti?
ㅡDijo que no iba a permitir omegas como yo aquí, en su manada, dijo que tampoco permitiría que tú me consintieras tanto, que estaba mal y que ni siquiera soy algún descendiente de sangre directa de la raza, dijo que si alguien no me daba un castigo no aprendería nunca.
ESTÁS LEYENDO
Hazme tuya | Jenlisa
Fanfiction↪¿Entrar en un bosque abandonado junto a tus amigos y causa de eso volverte la omega de la posible nueva jefa Alfa del territorio? No, Jennie jamás se imaginó que pasaría eso. Ღ Omegaverse Ღ Drama | Romance | T. sensibles Ღ Adaptación | © Heizzen